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Consejo editorial
La insostenible situación de Trillo
RAMÓN COTARELO
Desde el accidente del Yakovlev-42, hace cinco años, Federico Trillo-Figueroa, entonces ministro de Defensa, no ha tenido otro objetivo que zafarse de las consecuencias jurídico-penales y políticas. Hasta la fecha lo ha conseguido, bien es cierto que al muy alto coste del general ludibrio en que lo tiene una opinión pública que exige que los responsables políticos asuman sus responsabilidades y dimitan de sus cargos cuando hay desaguisados de este porte. Como, por asunto de muchísima menos gravedad, hizo hace poco Mariano Fernández Bermejo precisamente a instancia reiterada e indignada de Trillo.
Son dos los desaguisados producidos en el accidente del Yak-42:las condiciones de contratación de la aeronave, rayanas en el fraude, y el desbarajuste en la identificación de los cadáveres que dio lugar a una situación de doble perjuicio para las víctimas y sus familiares. Los dos implicaban la responsabilidad de Federico Trillo, por acción o negligencia. Que haya conseguido soslayarla hasta la fecha demuestra el grado de implicación y complicidad en tareas de encubrimiento que alcanzan las administraciones públicas cuando les interesa y la habilidad de Trillo para aprovechar los entresijos legales y los privilegios e inmunidades que otorga el poder a fin de escurrir el bulto al hacer frente a las consecuencias de su gestión por acción u omisión.
Sin embargo, el inexorable curso de la justicia está haciendo que su situación sea cada vez más insostenible. Es cierto que tanto el juez de instrucción, Grande Marlasca, como el actual presidente del tribunal juzgador, Gómez Bermúdez, han considerado impertinente la personación de Trillo en la causa. Pero el desarrollo de esta –con la permanente aparición de datos e informaciones que apuntan a decisiones emanadas directa y personalmente de Trillo– están abocando al proceso a un callejón sin salida. Empieza a carecer de sentido que se mantenga su incomparecencia, ya que cada vez es más claro que es sobre él sobre quien recae la responsabilidad de la autoría intelectual del presunto delito, por utilizar una terminología que viene siendo familiar de un tiempo a esta parte.
En cuanto a la obvia responsabilidad política de la que Trillo se ha escurrido hasta la fecha, sostiene el ex ministro que quedó sustanciada desde el momento en que su partido, el Partido Popular, perdió las elecciones y él fue reelegido diputado por Alicante. Son dos falacias en una: la responsabilidad política era y es personal, no colectiva, no afectaba al Gobierno en su conjunto y menos al partido; por otro lado, la elección en listas cerradas y bloqueadas no dice nada sobre una eventual (y, por lo demás, imposible) exoneración de responsabilidades políticas.La situación de Federico Trillo es insostenible y la decencia democrática requiere que dimita de todos sus cargos políticos a la espera de que el procedimiento penal exija su comparecencia en él. Entre otras cosas, para evitar la penosa impresión de que ha dejado en la estacada a sus subordinados.
Ramón Cotarelo es Catedrático de Ciencias Políticas
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El fiscal pide que se interrogue al 'número tres' de Trillo por el Yak-42
Bono: "Yo sé muchas cosas. Estoy dispuesto a declarar si me lo piden"
EL PAÍS - Madrid - 28/03/2009
Un cargo político, Javier Jiménez Ugarte, ex secretario general de Política de Defensa y ex número tres del entonces ministro Federico Trillo, podría ser llamado a declarar en el juicio por las identificaciones erróneas de las víctimas del Yak-42. El fiscal de la Audiencia Nacional solicitó ayer al tribunal, en la cuarta sesión del juicio, que admita el testimonio de Jiménez-Ugarte, porque fue el "coordinador con las familias" y considera que su testimonio ayudaría a alcanzar "una visión razonable y admisible" de la verdad.
Federico Trillo
La catástrofe del Yak-42
Los allegados de las víctimas dicen que el ex alto cargo les dio un trato "humillante"
Jiménez-Ugarte, diplomático, sería el primer cargo político en ser interrogado por el caso de las identificaciones erróneas de 30 de los 62 militares españoles que perecieron el 26 de mayo de 2003 en Turquía al estrellarse el avión en el que regresaban a España tras prestar servicio en Afganistán. El ex número tres de Trillo era el encargado de hablar con las familias de las víctimas y maniobró para evitar que las autoridades turcas les recibieran, como prueba una carta que le envío a Trillo el 23 de marzo de 2004, en la que le informaba de sus gestiones para evitarlo. Las familias recuerdan el trato de Jiménez-Ugarte como "humillante".
El fiscal también solicitó al tribunal que admitiera los testimonios del fiscal general de Trebisonda (Turquía), el director del Instituto Forense de Estambul y los cuatro médicos y biólogos turcos que intervinieron en las identificaciones. El tribunal decidirá si admite o no estos nuevos testimonios una vez que termine la fase testifical, previsiblemente el martes.
Por otra parte, el presidente del Congreso y ex ministro de Defensa José Bono aseguró ayer que sabe "muchas cosas" sobre el accidente y que está dispuesto a declarar si el tribunal se lo pide, porque "el primer problema" que tuvo que abordar como ministro de Defensa fue el caso del Yak-42. "Les habían entregado los cadáveres sin permitirles abrir las cajas, los habían entregado mal", recordó Bono en Catalunya Radio. Se decía que la "identificación de los cadáveres era imposible porque no había muestras de ADN", añadió, pero "era mentira, puesto que sí había [muestras] y se acreditó la falsedad, la mala forma en cómo se hizo". "A mí me llegaron a decir que fuese con cuidado con las familias porque lo que querían era dinero", contó.
Por su parte, el secretario general del grupo popular en el Congreso, José Luis Ayllón, negó ayer que la posible declaración de Jiménez-Ugarte signifique que se esté "estrechando el cerco" sobre el actual responsable de justicia de su partido, Federico Trillo. Ayllón recalcó que "hasta el momento no hay ningún miembro" del Gobierno de José María Aznar imputado en el caso, informa Europa Press.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, opinó que los responsables políticos de entonces tienen que dar explicaciones por el accidente del Yak-42.
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"Agresivo y sutilmente amenazante"
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 28/03/2009
"Agresivo y sutilmente amenazante". Así recuerda Miguel Ángel Sencianes, presidente de la Asociación de Familias del Yak-42, a su interlocutor en el Ministerio de Defensa, Javier Jiménez Ugarte, que podría ser el primer cargo político en prestar declaración en la Audiencia por el accidente en el que murió su hermano y otros 61 militares españoles.
"Me hablaba de las familias buenas y de las malas, las que hablaban con la prensa y tenían dudas. 'No hagáis caso de lo que dicen, os quieren manipular por temas políticos, nos decía", recuerda Sencianes, que entonces aún no pertenecía a la asociación. "Mi hermano me había dicho que aquellos aviones no eran seguros y le dije que quería aclararlo con él. Entonces subió el tono, me tiró un informe que tenía sobre la mesa, y me dijo: 'Dime cuál es la queja de tu hermano".
"En otra ocasión", continúa Sencianes, "justo después de que el PP perdieran las elecciones, le comenté que iba a haber una comisión parlamentaria. 'Eso no va a servir para nada. ¿Te crees que van a investigar algo?". Sencianes recuerda que un miembro de su equipo les aseguró que no podían quedarse con los relojes o anillos que llevaban los fallecidos porque las autoridades turcas lo impedían. "Pero cuando fuimos a Turquía le preguntamos a una empleada del Anatómico Forense y nos dijo, ofendida, que no era verdad".
Tampoco guarda buen recuerdo de Jiménez-Ugarte la familia del comandante José Manuel Ripollés. "La primera vez que nos vimos casi nos echa del despacho", recuerda Alfonso Ripollés. "Nos mandaba cartas, ridiculizaba a nuestros abogados, quería meternos miedo. Pero no nos intimidó. Yo recordaba lo que me había dicho mi hermano: me voy a subir a una tartana".
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El fiscal vol que el número 3 de Trillo declari en el judici del Iak
• El general Jiménez va maniobrar per evitar que els forenses turcs rebessin les famílies
• Els afectats diuen que l'exalt càrrec de Defensa els "va amenaçar" i "humiliar"
El setge sobre Federico Trillo s'estreny. El fiscal Fernando Burgos, a la vista del desenvolupament del judici sobre la incorrecta identificació de 30 dels 62 morts en l'accident del Iàkovlev 42 el 2003, va decidir ahir canviar de criteri i sol.licitar que testifiqui el número tres de Trillo quan va passar la tragèdia, el secretari general de Defensa Javier Jiménez Ugarte. Davant les contradiccions entre els testimonis que han comparegut, el fiscal ha demanat al tribunal que accepti la seva citació per arribar a"una visió raonable" que ajudi a conèixer una "veritat històrica" del que va passar.
Si el tribunal considera oportú aquest testimoni, serà el primer polític a declarar en la vista que va començar dimarts. Les acusacions que representen les famílies ja van sol.licitar-ne la citació, però el tribunal ho va rebutjar amb l'argument que el seu testimoni o el del mateix Trillo (també denegat) només seria rellevant si el sol.licitessin les defenses, ja que, si es demostrés que els acusats van obeir ordres, només podria afavorir-los. El tribunal es pronunciarà dimarts que ve.
Jiménez Ugarte va ser designat per l'exministre de Defensa coordinador amb les famílies dels militars morts. Per això es va entrevistar diverses vegades amb ells i els va enviar algunes cartes per intentar frenar que destapessin que els tres militars ara acusats van identificar precipitadament, i fins i tot a l'atzar, les víctimes, al contrari del que sostenia Defensa.
LA VISITA
De fet, Carlos Ripollés, germà d'una de les víctimes mortals, ha declarat que el número tres de Trillo els va tractar de forma "humiliant" i que en les entrevistes "es tornava boig amb amenaces i cridava com un energumen". Però no només els afectats l'han citat en la vista. El cònsol espanyol a Turquia, Ramón Ezquerra, va confirmar que Jiménez Ugarte es va entrevistar amb el director de l'Institut forense d'Istanbul, encara que no va precisar el motiu de la reunió amb l'argument que ell no hi va participar. Segons les famílies, la seva intenció era que Turquia es responsabilitzés de les identificacions.
A més a més, Jiménez Ugarte va enviar una carta a Trillo, segons va publicar El País, en què l'informava de les seves "gestions" per evitar que aquest institut rebés els afectats. Precisament, el fiscal també va sol.licitar que testifiqui el seu director, així com quatre patòlegs i el fiscal turc que van intervenir en l'examen dels cossos i l'entrega a Espanya. Curiosament, el PP, que ha guardat silenci en aquests últims dies, va negar ahir que s'estigui "estrenyent el setge" sobre Trillo, i per tant va rebutjar que hagi de dimitir. L'exministre de Defensa, José Bono, per la seva part, va afirmar que sap "moltes coses" sobre l'accident i que està disposat a declarar.
LES NECRÒPSIESD'altra banda, el tinent coronel Coca va dir que va aconsellar els acusats José Ramírez i Miguel Sáez que datessin els informes de necròpsia fets a Madrid un dia abans i a Turquia perquè creia que "s'havia de posar la data i el lloc on es van agafar les dades".
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