https://documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com/2018/07/06/en-memoria-del-teniente-coronel-benito-reola-hermosilla-valiente-gudari-republicano-leal-asesinado-por-los-franquistas-y-arrojado-a-una-cuneta-en-cuadros-leon-en-1937/
Benito Reola Hermosilla nació en 1903 en el cuartel de la Guardia Civil de Urizaharra (Peña Cerrada), pueblo de Araba. Huérfano muy joven, con 18 años se sumó a la guerra de África, con 21 años ingresó en la guardia civil, que le destinó a Oviedo y después a Agurain (Salvatierra). Reola estaba destinado en Euskadi al producirse el golpe de estado y se incorporó a la lucha antifascista desde el principio, llegando a Mayor de Milicias por su valía y capacidad de mando probada, había estado en la Escuela Popular de Guerra y tenía formación y experiencia militar, y supo estar con sus hombres en el Frente desde los primeros días. El lehendakari Aguirre le puso al frente de una de las 2 Brigadas expedicionarias vascas que acudieron en ayuda de Asturias: Una la mandó el mítico mayor Candido Saseta (ANV), la otra, el mayor Reola.
La brigada del Comandante del Euzko Gudarostea Cándido Saseta, con los batallones Amayur, ANV Nº 2 Eusko Indarra y el UGT Nº 2 Indalecio Prieto combatió para cortar el corredor de Grado, los gudaris atacaron con decisión, poniendo en grave peligro al enemigo, pero no lograron sus propósitos faltos de armas pesadas y de apoyo y Saseta murió en combate. La brigada vasca al mando de Reola estaba compuesta por los batallones Rusia, Perezagua y CNT N.º 3 Isaac Puente. Combatió en el sector de San Claudio tomando al asalto el pico del Pando cortando el pasillo que unía a los sitiados en Oviedo con Grado mantuviendo las posiciones cuanto pudieron donde estaban las columnas gallegas franquistas.
Allí Reola resultó gravemente herido en el pecho en marzo de 1937 y fuer evacuado a Bilbao. Se reincorporó al ejército, y la retirada Republicana desde Vizcaya a Santoña le cogió de comandante de la Escuela Popular de Guerra de esa localidad en el momento en el que los nacionalistas vascos apostaron por el histórico Pacto de Santoña. Reola, comunista, se posicionó contrario al pacto. Según Martxelo Álvarez de Ahaztuak (1936-1977), Reola tuvo el valor de ser un militar fiel a la voluntad popular, al gobierno de la República frente a las consideraciones de posibilismo político manejadas por el Gobierno vasco en la rendición del pacto de Santoña.
Tras su negativa a rendirse, Reola se retiró desde Santander hacia Asturias salvando así a numerosos combatientes. Infatigable organizador, formó un batallón con fuerzas de Infanteria de Marina y marineros de los barcos de la Armada que estaban bloqueados o habían sido hundidos. En septiembre de 1937, Benito Reola al mando de una exigua Brigada nucleada en torno al Batallón de Marina, defendió el sector de Peñas Blancas en uno de los flancos del Mazuco en las montañas al este de Asturias, clave para cortar el paso a las tropas franquistas.
Reola y sus marinos combatieron hasta la caída del frente asturiano en octubre de 1937 y con ello la desaparición del Frente Norte, manteniéndose en la resistencia en Asturias y León, resistiendo 12 días ataque tras ataque sometidos a constantes bombardeos de aviación y artillería, unos de los combates más duros y sangrientos del frente norte, 16 batallones enemigos contra el equivalente a uno solo. Los testimonios de la dureza del combate y del alto precio que los requetes y falangistas tuvieron que pagar están recogidos en los diarios de marcha de los tercios y banderas intervinientes. Aplastados por las bombas de aviación, agotados suministros y municiones, los supervivientes se retiraron; la casi totalidad de la unidad había sucumbido.
Reola desapareció a finales de octubre. No estaba entre los que se retiraron en barco, no se tuvo noticia de que hubiera caído prisionero, estaba desaparecido. Su esposa nunca recibió noticia alguna y moriría sin saber que le había ocurrido. A finales de octubre de 1937, en las montañas de Pola de Gordón se le perdió la pista. Tras retirarse no alcanzaron las lineas propias, sobrevivieron algunas semanas en terreno enemigo. En noviembre de 1937 Benito y su camarada fueron capturados y asesinados por disparos en la cabeza, y arrojados en una cuneta en el pueblo leonés de Cuadros. El cuerpo de Reola llevaba consigo completa documentación y fotografías. Los 2 cuerpos fueron transportados al cementerio en un carro y enterrados en una fosa común del cementerio local. Reola no pudo volver a ver a su familia.
Su paradero había sido ignorado, pero el colectivo Ahaztuak y sus familiares dieron a conocer lo ocurrido con él, concluyendo que Reola “ha dejado de ser un desaparecido para pasar a ser una más de las víctimas de la brutal represión franquista”. El colectivo Ahaztuak ha rendido homenaje en un acto en recuerdo y homenaje a Benito Reola Hermosilla, el militar vasco de los batallones Meabe (JSU) y Jesús Larrañaga Churruca (PC), que comandara una de las dos Brigadas Vascas enviadas por el lehendakari José Antonio Aguirre a luchar contra los fascistas en suelo asturiano en 1937. Miembros del Parlamento de Asturias han acudido para tributar el agradecimiento del pueblo asturiano a Benito Reola y por extensión a todos los vascos, gudaris y milicianos”.
El bilbaíno Iñaki Tamayo Reola, nieto de aquel a quien mataron el 1 de noviembre de 1937 y apareció en una cuneta junto a un miliciano: “Queremos que Benito Reola sea reconocido como víctima vasca del franquismo. Nuestro abuelo fue una víctima vasca de una relevancia militar a la de Saseta”. Benito Reola Hermosilla fue un gudari valiente, honrado, un hombre de la cabeza a los pies. guardia civil, veterano soldado de la guerra de África, antifascista, patriota identificado plenamente con la República y con su Euskadi natal, comunista en su ideal por un mundo mejor, unió todo aquello que amaba. Descansa en paz hermano. No te hemos olvidado, ni a ti ni a ninguno de tus camaradas.
Documentos: La Haine. Ahaztuak. Dedona (Pedro A. Garcia Bilbao). ianasagasti
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