HUESCA 3 MEMORIA HISTÓRICA
La excavación que impulsa Arico, se inicia hoy en el cementerio de Las Mártires
J. H. P.
07/10/2018
07/10/2018
La Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO), con la colaboración del historiador Raúl Mateo Otal, iniciará hoy los trabajos de exhumación de una fosa común situada en el cementerio municipal de Las Mártires de Huesca en busca de los restos de tres vecinos de Angüés, Román Arnal Mur, Fabián Alsina Soliva y Ramón Bonet Buil. Esta agrupación, que trabaja para la reparación moral y la recuperación de la memoria personal y familiar, se ha hecho cargo de la solicitud formulada por Martín Arnal Mur, hermano de Román, asesinado el 4 de enero de 1937, que pretende localizar, recuperar e identificar su esqueleto con la finalidad de darle una «sepultura digna» en este mismo cementerio.
Román, nacido en Angüés el 9 de agosto de 1912, era un activo militante de la CNT y fundador del grupo Bakunin de la FAI de esta localidad. Según Arico, él fue uno de los 23 vecinos detenidos por la Guardia Civil e ingresados en la prisión provincial de Huesca el 24 de julio de 1936, una semana después de que estallara el golpe de Estado que dio inicio a la Guerra Civil Española.
Cinco meses después, el 4 de enero de 1937, Román (24 años) fue sacado de la cárcel en compañía de sus convecinos Fabián Alsina Soliva (26 años), Ramón Bonet Buil (25 años), Miguel Cardiel Huguet (27 años) y Manuel Gallo Brusau (35 años). Todos ellos fueron asesinados a las 11 de la noche del mismo día en las tapias del cementerio, donde fueron enterrados en dos sepulturas.
Román Arnal Mur, Fabián Alsina Soliva y Ramón Bonet Buil lo fueron en la zanja 7, fila 20, sepultura 305 del cementerio de Las Mártires, donde hoy se iniciará la excavación. Ese mismo día fueron inscritas las defunciones de las cinco víctimas en el Registro Civil de Huesca con sus nombres completos, pero bajo el eufemismo de «herida de arma de fuego» como la causa de las muertes.
Constantino Campo / Por otra parte, la semana pasada se llevó a cabo otra exhumación en este mismo cementerio, pero en este caso promovida por el Círculo Republicano Manolín Abad. La excavación se inició pensando en exhumar únicamente los restos de Constantino Campo y del cuerpo que estaba en el mismo enterramiento. Pero al abrir la fosa, por la posición en que han aparecido se habían superpuesto los dos cuerpos (también de represaliados) del enterramiento adyacente. Así se procedió a exhumar una misma fosa común compuesta por los enterramientos 330 y 329. Por ello, esta asociación memorialista ha hecho un llamamiento para encontrar familiares de Mariano Mascuñana, Isabel Navarro y Andrés Olivar.
Constantino era natural de Casbas de Huesca y vecino de la capital altoaragonesa, donde trabajaba como vigilante de arbitrios municipales. Estaba casado y tenía seis hijos. El 6 de noviembre del 1936 ingresó en la prisión de Huesca por orden del gobierno militar y el 14 de diciembre del mismo año fue puesto en libertad. Después de esta «liberación» se desconoce qué ocurrió hasta que su cadáver fue recogido por una ambulancia y trasladado al cementerio de Los Mártires el 1 de febrero de 1937.
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