La denuncia llega tras arrancar su retrato en plena sesión de la cámara autonómica
Le Senne presidiendo el Parlament balear. EP
La Asociación Memòria de Mallorca, junto a las familias de Aurora Picornell y de Antònia y Maria Pascual, todas ellas activistas republicanas fusiladas por el franquismo durante la noche de reyes del año 1937, han interpuesto una denuncia ante los juzgados por un presunto delito de odio contra el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, de Vox, quien el martes de la pasada semana desgarró con violencia una imagen de las tres mujeres durante el pleno en el que debatía la derogación de la Ley balear de memoria democrática, algo impulsado por el PP y Vox.
Así ha sido anunciado este jueves desde la asociación de memoria mallorquina, que defiende acudir a los tribunales ante lo que califican como “lamentables hechos” protagonizados por Le Senne, quien, recuerdan, lo hizo “de forma agresiva y violenta, arrebatando, rompiendo y echando por tierra una fotografía de Aurora Picornell y de las hermanas Antònia y Maria Pascual”, que se encontraban exhibidas en la portada del ordenador de la diputada socialista Mercedes Garrido.
“Entendemos que su comportamiento es constitutivo de un delito de odio tipificado jurídicamente y por tanto nuestra asociación, representante de un colectivo de víctimas, con las respectivas familias afectadas directamente por los hechos, y miembros de la Asociación, ejercemos nuestro derecho y nos personamos como afectadas”, recalca la asociación.
Para la entidad memorialista, se trata de un comportamiento que “deja patente la falta de debido respeto a tres mujeres víctimas de grandes violaciones contra los derechos humanos, las tres asesinadas y durante muchos años desaparecidas, hiriendo grave y directamente a sus familias, despreciando su dolor y ofendiendo a toda la ciudadanía que supone representar como presidente del parlamento balear”.
Además, desde Memoria de Mallorca han expresado su solidaridad “con las víctimas del golpe de Estado y del franquismo”, así como su “firme compromiso con los principios de los Derechos Humanos: la verdad, la justicia, la reparación, las garantías de no repetición y la memoria”.
Este mismo jueves, varios diputados de la bancada de la CUP, Comuns, ERC y Junts han mostrado en el pleno del Parlament catalán la misma imagen de Aurora Picornell y las ‘Rojas del Molinar’ que Le Senne destrozón el pasado 18 de junio. Las dos diputadas del PSC también han exhibido la fotografía de Picornell. “Es una acción solidaria ante esta ola fascista que inunda el país”, ha declarado la diputada de la CUP, Laia Estrada.
El PP rechazó los votos socialistas para echar a Le Senne
El PP ha rechazado el ofrecimiento de la secretaria general del PSIB-PSOE, Francina Armengol, de votar a favor del nombramiento de un nuevo presidente del Parlament balear, a cambio de apartar al actual máximo responsable de la cámara, Gabriel Le Senne, de Vox, quien el martes de la semana pasada arrancó y desgarró una fotografía de la activista republicana que fue fusilada por el franquismo, Aurora Picornell en pleno debate sobre la derogación de la Ley balear de memoria democrática. Los populares continúan así blindando a Le Senne como segunda autoridad del archipiélago, pese a la controversia generada por su comportamiento y las numerosas peticiones de dimisión efectuadas desde el Gobierno central, la oposición en las islas y diversas asociaciones de memoria histórica.
“Ni el Partido Socialista ni la señora Armengol tienen ninguna credibilidad a la hora de ofrecer sus votos al Partido Popular”, ha señalado el portavoz parlamentario popular, Sebastià Sagreras, tras conocer la propuesta de Armengol. “Cada vez que el PSIB ha empleado sus votos ha sido para beneficiar a Vox y me atrevo a decir que se retroalimentan”, aseguró.
Fue el propio PP quien elevó a la presidencia de la cámara autonómica a Le Senne. A cambio de esta y otras cuantas cesiones, los populares garantizaron poder gobernar en solitario. Así sucedió, por ejemplo, con la aprobación de los presupuestos autonómicos de este año: Los conservadores no dudaron en claudicar ante las exigencias de la extrema derecha. No en vano, la diputada de Vox, Idoia Ribas llegó a afirmar en ese momento que su partido “sólo se arrodilla ante Dios”, dejando claro que los votos de los parlamentarios de esta formación son fundamentales para impulsar los acuerdos de investidura alcanzados con el PP.
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