Una muestra recupera en Vilanova i la Geltrú la producción del dibujante gracias a la obra guardada en su legado
Suele pasar que a veces el tiempo se comporta mal con los creadores, como si tuvieran que estar condenados a deambular por un purgatorio que no entraba en sus planes de futuro. Eso es lo que le ha sucedido durante años, demasiados años, con Estanislau Vallverdú Villalonga, más conocido por el seudónimo de Lau. En estos días su figura y su trabajo resurge de las cenizas del olvido gracias a una exposición que mañana abre sus puertas en el Centre d'Art Contemporani La Sala de Vilanova i la Geltrú, la población en la que nació uno de los mejores caricaturistas de su tiempo. La muestra, comisariada por Jaume Capdevila, Kap, dibujante e indagador de estos creadores, es una buena oportunidad para poder adentrarse en la producción de Lau gracias a la conservación de parte de su legado. Nuestro protagonista fue, además actor, activista político y trabajador de Pirelli.
El pasado mes de noviembre, los herederos del dibujante encontró numeroso material gráfico que es la base de la muestra, todo un fondo que ha sido durante décadas protegido por las mujeres de la familia del artista, empezando por su viuda. Entre las piezas que se podrán ver destaca el original para el cartel de las fiestas de carnaval en 1934, en su Vilanova, probablemente su obra más conocido. Igualmente hay algunas muestras de su maestría como dibujante, incluyendo su propio autorretrato. Algunos de sus trabajos aparecieron en las páginas de la revista “Democràcia”, entre 1933 y 1938, una publicación cercana a Esquerra Republicana.
Lau también fue un hombre de acción. Durante la Guerra Civil, en 1938, fue vicesecretario de UGT en Pirelli. No está muy claro qué ocurrió con él en la parte final de la contienda bélica. Lo único cierto es que acabó encerrado en uno de los campos de concentración que puso en marcha el franquismo, concretamente el de Santa María de Oia, en Pontevedra. Apenas hay documentación sobre los muchos presos que llegaron hasta allí, en un monasterio que se convirtió en lugar de castigo y muerte. Se calcula que unos 3.000 presos políticos estuvieron allí, entre ellos Lau quien murió allí el 4 de abril de 1939, tres días después de que Franco diera oficialmente por concluida la contienda bélica.
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