El cementerio de Hinojosa del Duque aguarda en su interior una gran fosa común de víctimas del franquismo. Entre 2021 y 2022, el equipo de Aranzadi, en un contrato del propio Ayuntamiento, logró localizar hasta 180 represaliados, cuando no se esperaba a más de 130, y recuperar los restos de 45 víctimas del franquismo. Ahora, el Ayuntamiento acaba de licitar un nuevo pliego para continuar con la excavación, ya que se teme que la fosa es más grande aún y que el número de víctimas, por tanto, podría ser superior.
Hinojosa del Duque fue una de las últimas localidades cordobesas en caer en manos del Ejército franquista durante la Guerra Civil. El municipio se mantuvo leal a la República hasta el final de la guerra. Pero con la caída del gobierno republicano y la rendición de sus tropas, los militares y autoridades franquistas controlaron estos últimos pueblos, donde desataron una intensa represión.
Prácticamente todas las víctimas localizadas en el cementerio de Hinojosa del Duque fueron asesinadas y arrojadas a la fosa común entre 1939 y finales de los años cuarenta, tal y como han certificado los trabajos de excavación.
“Los trabajos anteriores han puesto en evidencia la necesidad de ampliar los sondeos previos realizados, pues tanto documentalmente como arqueológicamente, existen evidencias claras de la existencia de más víctimas en las fosas ya localizadas pero que aún, por falta de presupuesto, no han sido exhumadas”, señala el pliego, que dota con 50.000 euros el presupuesto para una intervención que se debería desarrollar principalmente durante los meses de verano y antes de la llegada de las lluvias.
Mujeres y hombres con nombres y apellidos
Los nombres y apellidos de los ejecutados y enterrados en el cementerio de Hinojosa del Duque figuran en los fondos del Archivo Militar de Sevilla. Incluso aparecen con algunos datos físicos, que ha ayudado a los expertos a realizar el perfil antropológico de las víctimas. La mayoría eran de Hinojosa del Duque, pero también de otros pueblos cercanos como Belmez, Fuente La Lancha o El Viso. Tras la Guerra Civil, fueron condenados en las plazas de sus pueblos. Así lo cuentan las sentencias de cada uno de ellos. Eran trasladados a la cárcel de Hinojosa y ejecutados al alba por un pelotón de fusilamiento en el cementerio.
Con esa documentación, las diligencias de enterramientos y los testimonios orales que recogieron los expertos, se sabe -por ejemplo-, dos mujeres halladas en la fosa son Carmen Aranda Caballero, ejecutada cuando tenía cinco hijos y se sospecha que embarazada del sexto, y Leonor Expósito Palomo, condenada a muerte a la vez que su madre y una hermana lo fueron a 30 años de cárcel. O se conoce también la historia de uno de los varones hallados, que no fue fusilado: murió en la cárcel, a la edad de 69 años, esperando su ‘juicio’. Y, sin sentencia, también fue amontonado en la fosa común. El Ayuntamiento de Hinojosa del Duque ha difundido en este tiempo la búsqueda de familiares para poder tomar muestras de ADN y, ahora con la exhumación de los restos de la fosa, poder identificar a los represaliados.
Ensañamiento con los cuerpos
Allí mismo, a pocos metros del muro original del camposanto que aún se conserva, cavaron unas zanjas de apenas 30 centímetros de anchura y las personas represaliadas fueron amontonadas, sin atisbo de un mínimo respeto final por el descanso del cuerpo de un fallecido, sino todo lo contrario. Los especialistas han comprobado que unos cuerpos estaban encima de otros, simplemente rellenando la zanja hecha. Y si no cabían, se hacía de todo hasta que cupieran, incluso rompiendo los huesos. Además, muchos cadáveres de represaliados fueron quemados con un líquido acelerante, quedando de ello una huella negra en la tierra.
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