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ana gaitero | león 23/08/2013
Se aprobó por unanimidad y se mutiló por mayoría. La capilla laica en homenaje a las casi 2.000 personas fusiladas en las tapias de Puente Castro tras el golpe del 18 de julio de 1936 ha tardado ocho años en construirse, desde que se acordó realizar, y más de cuatro desde que se adjudicó la obra, en febrero de 2009. Y se inaugurará incompleta, el próximo 12 de octubre, pese a que Serfunle pagará por la obra cerca de 250.000 euros, un 20% del presupuesto de adjudicación.
El monumento se queda sin el árbol que remata la alegoría de las víctimas del franquismo sobre las dos tapias de cemento, que simbolizan los paredones en los que fueron abatidas centenares de personas por la represión franquista. ¿Por qué? Como dice el refrán, entre todos la mataron y ella sola se murió. Fue en noviembre de 2012 cuando este elemento quedó descartado de la obra definitiva de la capilla laica, pero la polémica ha saltado en plena sequía de agosto.
«El árbol es el elemento artístico que da realce y significado al monumento», explica el presidente del Foro por la Memoria de León, Ricardo Vega. Sobre los muros, las siluetas de acero van entrando en el recinto de la capilla laica y, según la idea plasmada en el proyecto por el arquitecto Óscar García Luna, «resurgen con fuerza» en la figura simbólica de la naturaleza.
Las ramas de este árbol, de más de seis metros de altura, eran 300 barras blancas de metacrilato sobre las que destacan tres con los colores de la bandera republicana: rojo, amarillo y morado. «Eso parece que les molesta mucho», afirma Vega, quien responsabiliza a todos los grupos políticos municipales de León, porque los tres han tenido responsabilidades de gobierno en el proceso de gestación y ejecución, y los acusa de «desidia» e «indolencia».
Iniciativa popular
El monumento no llevará ninguna leyenda alusiva a su significado y a las personas a las que recuerda, cuyos nombres figurarán en 1.606 placas de metacrilato. El Foro por la Memoria encargará una placa en su lugar y no descarta hacer una cuestación popular para finalizar la obra tal y como se proyectó.
El portavoz del Ayuntamiento de León, José María López Benito, niega que existan «motivaciones ideológicas» en esta mutilación e insiste en los argumentos de índole económico y legal. El presidente de Serfunle y alcalde de León, Emilio Gutiérrez, dio la orden expresa de no rebasar el 20% del presupuesto de adjudicación en noviembre pasado en una asamblea general. «Es lo que marcaba antes la ley, que ahora es el 10% como máximo», recalca López Benito.
«Pero dos meses antes, se acordó, y así se anunció en elos medios de comunicación, destinar un total de 320.000 euros para finalizar el monumento, lo que suponía un incremento del 56,69% del presupuesto», recalca el presidente del Foro por la Memoria.
El emblemático árbol, para los promotores del monumento, fue calificado de «decorativo», sin más, por el arquitecto de Serfunle que ha dirigido la obra en el último año, tras ser cesado el autor el 26 de julio de 2012.
En la asamblea de Serfunle de noviembre de 2012, la concejala socialista Natalia Rodríguez, quien formaba parte del equipo de Gobierno PSOE-UPL que adjudicó la obra a la empresa Ceyd, preguntó: «¿Qué significado tiene el árbol que está proyectado?». A lo que el nuevo responsable técnico de la obra, Miguel Martínez Puente, respondió: «Es un elemento decorativo de la obra pero no se va a realizar porque supone un incremento muy importante del presupuesto al llevar un perfil de acero inoxidable especial». Así quedó la cosa.
Descontrol
A continuación, la concejala Catalina Diaz, también del PSOE, anunció que su grupo votaría a favor del nuevo modificado por la «situación económica actual del Ayuntamiento» y porque «si no, el monumento no se acabará».
En esta asamblea, alzó también la voz el concejal del PAL-UL de San Andrés, Francisco Gómez, para preguntar por los motivos que han llevado a un incremento tan grande del presupuesto de la capilla laica. «Se han ejecutado obras no previstas en el proyecto», contestó Emilio Gutiérrez, como presidente de Serfunle.
Lo cierto es que la empresa presentó a la asamblea de Serfunle, en enero de 2011, un modificado que suponía un incremento del 82% del presupuesto, mientras que el arquitecto Óscar García Luna lo cifraba en un 45,27% a mayores para finalizar la obra con arreglo al proyecto. Desde que fueron adjudicadas en 2009, las obras de la capilla laica estuvieron paradas en varios períodos por «indefinición de los muros de hormigón» o «indefinición en el seguimiento del proyecto», según la empresa. En marzo de 2011 se reinician con el «común acuerdo» entre arquitecto, empresa y dirección técnica municipal de incrementar el presupuesto en un 79%, pero de nuevo se paran los trabajos.
En marzo de 2012, ya apartado Óscar García Luna de la obra, la empresa se reúne con representantes de la Mancomunidad y un técnico para «establecer la continuidad y el avance de las obras». Este periódico intentó contactar ayer con el arquitecto redactor del proyecto, sin éxito.
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