dissabte, 23 d’agost del 2014

Francisco García Lorca y los diplomáticos de la II República


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El próximo otoño, la editorial granadina Comares, publicará el fruto de una rigurosa investigación de Miguel Caballero sobre la única promoción de diplomáticos de la República a través de la lente de la experiencia deFrancisco García Lorca, hermano del poeta.
 | 22 Agosto 2014 - 12:00 h.
Los diplomáticos de la República
Los diplomáticos de la República
Miguel Caballero, investigador residente en Granada, ha reconstruido la casi desconocida historia de la primera y única promoción de diplomáticos de la II República española. Fue una promoción irrepetible, formada por 27 personas, entre las que se encontraban el hermano del poeta Federico García LorcaFrancisco, el que fuera ministro de Asuntos Exteriores durante la llamada Marcha Verde en 1975 y la posterior descolonización del Sáhara español, Pedro Cortina, el denominado “Ángel de Budapest”, Ángel Sanz Briz, que en 1944 consiguió salvar a 5.000 judíos de los campos de concentración nazis, o Salvador Téllez, que vivió un doble exilio: de España a Chile tras el comienzo de la Guerra Civil y de Chile a España tras el golpe militar dePinochet.
Esta historia ha adoptado la forma de libro: con el título Francisco García Lorca y el viaje por España, Caballero reconstruye el viaje que hizo esta primera promoción de aspirantes a la carrera diplomática en 1933. Una “primera etapa”, en el mes de mayo, por distintas localidades de España, y después, entre julio, agosto y septiembre del mismo año, por Europa, concretamente por países como Polonia, Suiza, Checoslovaquia y Alemania, país este último en el que asistieron en directo al inicio de movimiento nazi y al ascenso de Adolf Hitler al poder.
El libro de Caballero, que se publicará el próximo otoño por la editorial Comares, hará un recorrido por toda la carrera diplomática de Francisco García Lorca, que fue destinado al Consulado General de España en Túnez en 1934, razón por la que escribió una carta a su familia, que recoge en el libro, y en la que Francisco, que era cuatro años menor que Federico, cuenta sus impresiones del lugar, pero aprovecha también para preguntar por la obra literaria de su hermano: "Decidme cuando escribáis si adelantan mucho los ensayos de Yerma y si Federico acabó El lenguaje de las flores que tan buen camino llevaba cuando salí yo de Madrid", decía en la carta.
En febrero de 1936, antes de que estallara la Guerra Civil en España, Francisco fue destinado a El Cairo. Allí, según destacó Caballero a diversos medios de comunicación,  el hermano de Federico vivió una situación "extraña" pocos días antes de que se produjera el golpe de estado. Según se recoge en su expediente archivado en el Ministerio de Asuntos Exteriores español, Francisco fue herido en un pie por un arma de fuego en julio de 1936, un mes antes de que su hermano fuera fusilado en algún lugar entre Víznar y Alfacar, en Granada.
Caballero sospecha que el incidente se produjo coincidiendo con el golpe de estado, contra el que Francisco García Lorca, republicano convencido, se habría manifestado con firmeza. Después de lo ocurrido,  salió de El Cairo el día 10 de septiembre, y el 18 de ese mismo mes llegó a Bruselas, donde tomó posesión de su nuevo destino como diplomático de la República. Tras la guerra, se exiliaría a Estados Unidos, y, después de ejercer como profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York, regresó en 1968 a Madrid, donde falleció en 1976.
SOBRE LA IRRUPCIÓN DEL NAZISMO
En el libro, Miguel Caballero refleja las impresiones del hermano de Lorca sobre el viaje que realizó como aspirante a diplomático, resaltando algunas de sus opiniones sobre la Alemania nazi que comenzaba a mostrarse abiertamente: "Aquí tuvimos la impresión del nacionalsocialismo bajo la forma de unos hombres uniformados que irrumpían diariamente en el comedor a la hora del almuerzo provistos de una alcancía que nos colocaban a unos centímetros de la nariz, después de hacernos el saludo del partido simultaneado por un enérgico taconazo", escribía en su cuaderno de viajes, un documento que Caballero hará público por vez primera con la publicación del libro.
También recogerá en el libro otras anécdotas más que significativas. Por ejemplo, el hecho de que uno de uno de los  profesores que, como aspirante a diplomático, tuvo en la Escuela, Antonio Luna García, que había estudiado Derecho en Granada, como los hermanos García Lorca, había pertenecido a la tertulia de 'El Rinconcillo', creada en el granadino Café Alameda alrededor de 1915, de la que participó activamenteFederico. También revela asuntos relacionados con Sanz Briz, el “Ángel de Budapest”, concluyendo que fue el propio Francisco Franco quien, en connivencia con Estados Unidos, le encargó salvar a los judíos sefarditas que vivían en Hungría, en connivencia con Estados Unidos. Sin embargo, Franco, privilegiado aliado de Hitler y, por ello, cómplice del Holocausto, nunca hizo público el origen de aquella orden. El propio Sanz Briz así lo reconoció en una entrevista en un periódico en 1949. Según incideCaballero, admitió que había actuado siguiendo órdenes de su gobierno y que éste había recibido la sugerencia de proteger a los judíos del Congreso Judío de los Estados Unidos.
Además de la historia de Francisco García Lorca y Sanz Briz, Caballero recupera la peripecia de Salvador Téllez, y también, aunque de forma más breve, la del resto de aspirantes a diplomáticos, entre ellos los de la primera mujer en esta carrera,Margarita Salaverría, que, junto a su marido, fue testigo de la llegada del general De Gaulle a Londres para reorganizar la resistencia francesa.
Un libro necesario para el conocimiento de una parte oculta de la historia de España y de su diplomacia. Especialmente, de aquella diplomacia que se formó e inició su labor en embajadas y consulados al servicio de la II República y cuya existencia fue silenciada durante décadas.