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El historiador melillense, José Marquéz López ha llevado a cabo una callada pero minuciosa investigación sobre la figura del capitán Aniceto Carvajal, yerno de uno de los defensores del frente de Madrid, el general Sebastián Pozas Perea.
El héroe de Messaud, el teniente de Infantería, Aniceto Carvajal, con destino en la 14ª Compañía de la Segunda bandera del Tercio, ha pasado a la historia por, ya de capitán, defender la Constitución de la Segunda República y oponerse a la rebelión encabezada por su compañero de armas, de destacamento e incluso amigo, Francisco Franco Bahamonde.
El historiador melillense, José Marquéz López ha llevado a cabo una callada pero minuciosa investigación sobre la figura del capitán Aniceto Carvajal, yerno de uno de los defensores del frente de Madrid, el general Sebastián Pozas Perea.
Carvajal Sobrino contrajo matrimonio con María Elisa Pozas en la Comandancia General de Melilla el 10 de abril de 1.9031 y ya había recibido la Laureada de San Fernando por su heroico comportamiento en Sidi Mesaud que relata el mismísimo Franco justo quien, cinco años más tarde, sometería a España a la recordada férrea dictadura militar.
La brillante investigación de Marqués López llega hasta el contenido del libro 'Diarios de guerra', obra de son Manuel Azaña. Quien fuera presidente de la república, confirma que Franco envía a Pozas a un emisario que le invita a sublevarse junto a la Guardia Civil.
Emisario
Ese emisario era “otro militar, el yerno del general Pozas”, nuestro personaje, Aniceto Carvajal Sobrino. La respuesta del constitucionalista general Pozas no pudo ser otra: “una repulsa fulminante”, señala Azaña.
Carvajal fue un militar de vocación. Franco, siendo teniente coronel del Tercio y director de la Academia General de Zaragoza, cuenta por qué el Gobierno le condecora con la máxima distinción castrense: “Dicho oficial -el teniente Carvajal- fue el primero que atacó las trincheras y entró en ella secundando a su jefe en forma tan sobresaliente que con su ciega obediencia, audacia, serenidad y desprecio de la vida contribuyó de manera muy eficaz al feliz término de la empresa”.
Ocurrió a muy pocos kilómetros de Melilla, en Sidi Mesaud. Francisco Franco Bahamonde finalizó su declaración que la conducta del teniente carvajal fue “de lo más importante y gloriosa”.
Valor
Y es que el oficial español tuvo el valor suficiente como para dirigir a sus soldados y enfrentarlos a 3.000 cabileños en una zona -próxima al Gurugú- preñada de trincheras, cuevas, cunetas y barrancos de retaguardia. Los hechos ocurrieron el 10 de mayo de 1.924. España aún no había sometido a Abdelkrim El Hatabi. Era época de héroes.
José Marqués López ha conseguido, no sin dificultades, la hoja de servicios del capitán Aniceto Carvajal Sobrino. Ingresó en la Academia el 30 de agosto de 1917 y la abandonó para incorporarse a filas tres años después. Estuvo en el regimiento de Infantería de Galicia, en Cazadores de Talavera, en el Batallón de Montaña Alfonso XII y en el Tercio, conde conocería a Franco.
El que fuera posterior jefe del Estado Español dice en su preceptivo informe de balance de hechos de armas de 1.924 que Carvajal es “un oficial muy serio, trabajador, valeroso e inteligente”. En el apartado de 'valor' de su nómina, Franco no duda en calificar: “heroico”.
Francisco Franco subvirtió el orden constitucional y se rebeló contra la República. Aniceto Carvajal Sobrino supo respetar el juramento a la bandera pese a la admiración que despertaba en el sublevado. Acabó su vida en Méjico, como empresario de farmacia pero nunca traicionó a sus ideales.
El historiador melillense, José Marquéz López ha llevado a cabo una callada pero minuciosa investigación sobre la figura del capitán Aniceto Carvajal, yerno de uno de los defensores del frente de Madrid, el general Sebastián Pozas Perea.
Carvajal Sobrino contrajo matrimonio con María Elisa Pozas en la Comandancia General de Melilla el 10 de abril de 1.9031 y ya había recibido la Laureada de San Fernando por su heroico comportamiento en Sidi Mesaud que relata el mismísimo Franco justo quien, cinco años más tarde, sometería a España a la recordada férrea dictadura militar.
La brillante investigación de Marqués López llega hasta el contenido del libro 'Diarios de guerra', obra de son Manuel Azaña. Quien fuera presidente de la república, confirma que Franco envía a Pozas a un emisario que le invita a sublevarse junto a la Guardia Civil.
Emisario
Ese emisario era “otro militar, el yerno del general Pozas”, nuestro personaje, Aniceto Carvajal Sobrino. La respuesta del constitucionalista general Pozas no pudo ser otra: “una repulsa fulminante”, señala Azaña.
Carvajal fue un militar de vocación. Franco, siendo teniente coronel del Tercio y director de la Academia General de Zaragoza, cuenta por qué el Gobierno le condecora con la máxima distinción castrense: “Dicho oficial -el teniente Carvajal- fue el primero que atacó las trincheras y entró en ella secundando a su jefe en forma tan sobresaliente que con su ciega obediencia, audacia, serenidad y desprecio de la vida contribuyó de manera muy eficaz al feliz término de la empresa”.
Ocurrió a muy pocos kilómetros de Melilla, en Sidi Mesaud. Francisco Franco Bahamonde finalizó su declaración que la conducta del teniente carvajal fue “de lo más importante y gloriosa”.
Valor
Y es que el oficial español tuvo el valor suficiente como para dirigir a sus soldados y enfrentarlos a 3.000 cabileños en una zona -próxima al Gurugú- preñada de trincheras, cuevas, cunetas y barrancos de retaguardia. Los hechos ocurrieron el 10 de mayo de 1.924. España aún no había sometido a Abdelkrim El Hatabi. Era época de héroes.
José Marqués López ha conseguido, no sin dificultades, la hoja de servicios del capitán Aniceto Carvajal Sobrino. Ingresó en la Academia el 30 de agosto de 1917 y la abandonó para incorporarse a filas tres años después. Estuvo en el regimiento de Infantería de Galicia, en Cazadores de Talavera, en el Batallón de Montaña Alfonso XII y en el Tercio, conde conocería a Franco.
El que fuera posterior jefe del Estado Español dice en su preceptivo informe de balance de hechos de armas de 1.924 que Carvajal es “un oficial muy serio, trabajador, valeroso e inteligente”. En el apartado de 'valor' de su nómina, Franco no duda en calificar: “heroico”.
Francisco Franco subvirtió el orden constitucional y se rebeló contra la República. Aniceto Carvajal Sobrino supo respetar el juramento a la bandera pese a la admiración que despertaba en el sublevado. Acabó su vida en Méjico, como empresario de farmacia pero nunca traicionó a sus ideales.
Salvador Ramírez
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