Estos días se cumplen 40 años de una de las semanas más violentas de la Transición Española. La extrema derecha y gran parte de la jefatura del Ejército y la Policía eran contrarios a la legalización de los partidos, a la democratización, a que a los trabajadores y a los jóvenes se les dieran unos derechos sociales y democráticos. Siete personas murieron a manos de grupos de ultraderecha, muy ligados al aparato del Estado. También grupos terroristas de extrema izquierda realizaron secuestros, lo que hizo que la extrema derecha se movilizara para acabar con la respuesta popular de masas que se estaba dando contra el franquismo y por la democracia. En Recuperando Memoria recordaremos a lo largo de esta semana estos trágicos hechos. En esta entrada hablaremos de la matanza de Atocha.
Franco hacía más de un año que había muerto. Las luchas obreras, vecinales, estudiantiles habían conseguido acabar con el primer gobierno de la monarquía heredero total del franquismo. El segundo gobierno, también lleno de franquistas, estaba siendo presionado para dar pasos hacia la democratización del país. Sin embargo, los aparatos de seguridad del Estado estaban llenos de nostálgicos de la dictadura. Y muchos de estos militares y policías estaban unidos con la extrema derecha.
En esos días, el movimiento sindical estaba en plena efervescencia. En Madrid, los trabajadores de autobús estaban en huelga. Joaquín Navarro, líder sindical de CCOO del transporte, dirigía la lucha. Y era objetivo de la extrema derecha, del sindicato vertical de transporte.
Uno de los principales apoyos del movimiento obrero eran los abogados laboralistas. En los despachos de los abogados, los trabajadores celebraban asambleas clandestinas, iban allí cuando se les despedían. La mayoría de estos abogados eran del PCE y de CCOO. En dicho despacho estaba, entre ellos, Manuel Carmena, la actual alcaldesa de Madrid.
Ese día, 24 de enero de 1977, los trabajadores estaban haciendo una asamblea en uno de los despachos de los abogados, en Atocha 55. Pero justo cuando llegaron los pistoleros los trabajadores ya no estaban. Estaban sólo los abogados.
Los terroristas llamaron al timbre del piso entre las 22:30 y 22:45. Como consecuencia de los disparos resultaron muertos los abogados laboralistas Enrique Valdelvira, Luis Javier Benavides y Javier Sauquillo; el estudiante de derecho Serafín Holgado; y el administrativo Ángel Rodríguez Leal. Resultaron gravemente heridos Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos Pardo y Dolores González Ruiz, casada con Sauquillo.
En pocos días, la Policía Armada detuvo a José Fernández Cerrá, Carlos García Juliá y Fernando Lerdo de Tejada en calidad de autores materiales de los hechos, y a Francisco Albadalejo Corredera –secretario provincial del Sindicato Vertical del transporte, estrechamente vinculado con la mafia del transporte– como autor intelectual. También fueron detenidos Leocadio Jiménez Caravaca y Simón Ramón Fernández Palacios, excombatientes de la División Azul, por suministrar las armas, y Gloria Herguedas, novia de Cerrá, como cómplice.
Sin embargo, no se quiso investigar mas allá las vinculaciones de la extrema derecha. El primer juez que se encargó del caso, Rafael Gómez Chaparro, vinculado a la extrema derecha, se negó a investigar más allá de los encausados. Este hombre le dio un permiso penitenciario a Lerdo de Tejada, lo que le permitió huir. A día de hoy sigue en paradero desconocido. Y sus crímenes ya han prescrito.
La Audiencia Nacional condenó a los acusados a un total de 464 años de cárcel. José Fernández Cerrá y a Carlos García Juliá, autores materiales de los hechos a 193 años de prisión cada uno; 63 años a Francisco Albadalejo Corredera (fallecido en prisión en 1985); 4 años a Leocadio Jiménez Caravaca (fallecido en 1985 de cáncer de laringe), y a Gloria Herguedas Herrando, a un año. Uno de los heridos, Miguel Ángel Sarabia, comentaba al respecto en el 2005: «Aunque ahora parezca poca cosa, el juicio de los asesinos de Atocha, en 1980 –pese a la arrogancia de los acusados, con camisa azul y muchos asistentes, también de uniforme–, fue la primera vez que la extrema derecha fue sentada en el banquillo, juzgada y condenada». García Juliá huyó también tras un permiso penitenciario tras cumplir 14 años de cárcel. Fue capturado dos años después por tráfico de drogas en Bolivia.
40 años después la matanza de Atocha sigue conmocionando a todos los que luchamos por la recuperación de la Memoria Histórica. Es un ejemplo de memoria democrática. De como, a pesar de que los pistoleros de la extrema derecha , con apoyo de los aparatos de seguridad del Estado, intentaron acallar a la oposición al franquismo, no pudieron parar la lucha por la libertad y la dignidad.
Tenemos que reivindicar a todos los que murieron en la matanza de Atocha. Que se les honre a nivel estatal, que se estudie sus asesinatos, que se tenga como ejemplo de memoria por la libertad. Todos y cada uno de los muertos por violencia política en la Transición deben ser recordados y reivindicados. Y los culpables de sus muertes, castigados.
¡Atocha, hermanos, nosotros no olvidamos!
Autor: Pablo Alcántara
¿CONOCES EL CASO DE CASSANDRA, LA TUITERA A LA QUE LE PIDEN MÁS DE DOS AÑOS DE CÁRCEL? Escucha el programa AQUÍ:
Por un 1€ puedes hacer que sigamos adelante. Pincha el enlace y apoya con #1EuroPorLaMemoria: TEAMING
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada