dimarts, 2 de desembre del 2025

La espera interminable de los miles de fusilados en la tapia del cementerio de la Almudena

 

https://cadenaser.com/nacional/2025/11/28/la-espera-interminable-de-los-miles-de-fusilados-en-la-tapia-del-cementerio-de-la-almudena-cadena-ser/

Asesinados en plena posguerra, los restos de cientos de estos represaliados han acabado en una especie de vertedero mientras sus familias siguen sin tener una lápida donde poder llevarles flores


La espera interminable de los miles de fusilados en la tapia del cementerio de la Almudena

La espera interminable de los miles de fusilados en la tapia del cementerio de la Almudena

00:00:0005:02

Madrid

En Madrid, en el Cementerio del Este, conocido popularmente como Cementerio de La Almudena, se alza una de las tapias que representan el pasado más oscuro del franquismo y de la posguerra y que el Gobierno acaba de declarar como Lugar de Memoria. Esta tapia fue lugar de fusilamiento desde 1939 hasta 1944. Allí fueron asesinados militantes, sindicalistas, republicanos e intelectuales opositores a la dictadura. Un auténtico lugar de terror. El incansable trabajo de los historiadores y de las asociaciones memorialistas ha conseguido poner nombres y números a estas personas condenadas a la muerte con juicios sumarísimos, sin garantías: 2.936 fusilados.

Franco: revisión corregida del NO-DO

Franco: revisión corregida del NO-DO

00:00:0003:21

"Madrid cae el 1 de abril de 1939. En Madrid se había luchado los casi tres años de guerra y los insurrectos, que ya eran vencedores, venían con unas ganas tremendas de venganza por no haber podido entrar antes en la capital, con lo cual la represión en Madrid fue una de las más sangrientas de toda España", relata Mirta Núñez Díaz-Balart, la historiadora que pudo poner números a la crueldad cometida en este cementerio. "En solo un día se fusiló a 108 personas, ¿te puedes imaginar un paredón de 108 personas? ¿Cómo podían hacer una cosa así?", se pregunta Mirta.

Más información

De los 2.936 asesinados, al menos 44 fueron ejecutados a garrote vil. El resto, cosidos a balazos. Sus cuerpos se enterraron en fosas comunes dentro del mismo cementerio. "Los echaban en unas cajas de madera de pescado, forradas con una tela negra, unos encima de otros, de 15 en 15", explica Tomás Montero, portavoz del Colectivo Memoria y Libertad. "Cuando a los diez años había que exhumar porque era el plazo máximo, estaba todo mezclado, los ataúdes reventados, hubo gente que entonces trató de recuperar huesos y el que pudo los llevó a columbarios o a otras tumbas". La familia de Tomás no lo hizo. Los restos de su abuelo, como los de otros miles de fusilados, fueron llevados a un osario dentro del cementerio que hoy es un auténtico vertedero. Tomás fue quien digitalizó uno a uno los nombres que Mirta Núñez había conseguido hacer aflorar en los partes de enterramiento. En esos partes, los fusilados tenían una referencia: "auditoría de guerra del Ejército". "Solo se sabía quienes eran, los apellidos y el día del fusilamiento, así que empezamos a hacer sus biografías con la ayuda de las familias que iban enterándose de que los restos de sus seres queridos estaban en este cementerio", explica Tomás.

Estado actual del osario donde se encuentran los restos de los fusilados en la tapia del Cementerio del Este

Estado actual del osario donde se encuentran los restos de los fusilados en la tapia del Cementerio del Este / Memoria y Libertad

La lucha no es de un día, ni de un año, ni de un lustro siquiera. Es de toda una vida. "Yo llevo 25 años luchando para que mi tía abuela tenga el reconocimiento que se merece", relata Paloma Masa, sobrina nieta de Martina Barroso, una de las Trece Rosas fusiladas también en la tapia del Cementerio del Este. En el caso de estas mujeres las familias y los colectivos de memoria consiguieron que hubiera un rincón para llevarles flores con una placa en su recuerdo. Sin embargo, el resto siguen esperando.

El Ayuntamiento de Madrid, bajo el gobierno de Manuela Carmena, licitó la construcción de un memorial junto a la tapia de fusilamiento para poner los nombres de los 2.936 fusilados, a modo de lápidas. Se llegaron a colocar algo más de mil placas grabadas con la misma tipología de letra que cualquier otro columbario. Sin embargo, la obra se desmanteló con el cambio de gobierno municipal y la llegada de PP y Vox. "Un día nos avisan que estaban aquí los operarios municipales desmontando las placas con piquetas", recuerda Tomás. Esas placas el ayuntamiento se las llevó a un almacén y ahí siguen. Las que se grabaron y las que todavía no se habían llegado a grabar. "Las pedimos en su día para colocarlas en otro lugar y nos lo negaron".

Imagen del desmantelamiento de las lápidas del memorial a los fusilados en la tapia del Cementerio del Este

Imagen del desmantelamiento de las lápidas del memorial a los fusilados en la tapia del Cementerio del Este / Memoria y Libertad

El memorial existe. Pero los nombres no figuran en él. "Ahora es un laberinto, si transitas por esas cajas es muy impactante porque no hay nombres y habla del vacío de memoria que tenemos hacia lo que ocurrió en la posguerra", asegura Fernando Sánchez Castillo, el escultor que se encargó de este trabajo memorialista. "Todavía parece que hay una revancha", lamenta, "todavía las familias vienen aquí y siguen buscando ese lugar donde honrar la memoria de estas víctimas".

Cápsula con los nombres de los fusilados en el Cementerio del Este introducida en uno de los roble del memorial

Cápsula con los nombres de los fusilados en el Cementerio del Este introducida en uno de los roble del memorial / Memoria y Libertad

Los nombres de estos 2.936 fusilados en la posguerra no están expuestos, pero sí están en el cementerio. Sánchez Castillo propuso a las familias utilizar el hueco interior de uno de los robles bañados en bronce del memorial para introducir una cápsula con todos esos datos. Y lo hicieron. "Ahí están, en uno de estos árboles, muy fuertemente guardada, todos sus nombres y las cartas bellísimas que les escribieron sus familiares", explica el escultor.

Escondidos 50 años después de la muerte de Franco.