http://www.infonortedigital.com/portada/component/content/article/1-actualidad/19151-solo-queriamos-que-el-alcalde-de-galdar-nos-recibiera
Infonortedigital |
Lunes 31 de Diciembre de 2012 00:00 |
La familia Alemán Macías hace `pública su historia para que no vuelva a repetirse.
El pasado mes de abril, el ayuntamiento de Gáldar presentaba un expediente de regulación de empleo en extinción de contratos que afectó a unos 51 trabajadores.
Este ERE fue el inicio de un calvario para la familia Alemán Macías, que al final se ha tornado en tragedia. Sonia, en nombre de la familia, nos cuenta el drama que están viviendo. A lo largo de la conversación, las lágrimas no dejan de aflorar a sus ojos. Son lágrimas de profundo dolor, pero sobre todo, son lágrimas de impotencia, ante la pérdida de un ser querido.
Sonia relata que uno de los afectados por el ERE extintivo fue su cuñado Juan Manuel, de 47 años, con 16 años de trabajo en el servicio municipal de limpieza, una minusvalía reconocida del 66% por la que el Consistorio no pagaba su seguridad social, y un sueldo de mileurista.
La pérdida del puesto de trabajo supuso un duro golpe del que no se recuperó, entrando en una depresión, que le llevó a atentar, en varias ocasiones, contra su vida.
La primera vez fue en mayo, cuenta Sonia, y por eso fueron a hablar con el alcalde, Teodoro Sosa, para contar su caso, para buscar ayuda.
“Sólo puedo decir que el alcalde no me recibió porque era una cuestión de trabajo”. No hubo manera, no pudimos hablar con el alcalde, explicarle nuestro caso, poner soluciones sobre la mesa, con las que salvar una vida. “No quiso recibir a una vecina desesperada “sentencia Sonia.
La Familia si pudo hablar con la edil de Hacienda, Eva Martínez, y con el edil de Empleo, Agustín Martín, pero no lograron nada, todavía siguen esperando la respuesta que nunca llegó.
El pasado 21 de diciembre, Juan Manuel falleció en un centro hospitalario de la capital grancanaria. El Ayuntamiento mandó una corona de flores que la familia se negó a recibir, porque esa no era la respuesta que esperaban.
“si lo hubiesen metido en la bolsa de empleo, si le hubieran dado la esperanza de incluirlo en uno de los convenios de empleo, si hubiesen respetado las plazas para personas con discapacidad, quizás la tragedia no estaría tan presente en nuestras vidas”, asegura Sonia.
Nada de eso pasó, ni se tuvo en cuenta. El hijo, el hermano, ya no está. Solo queda el dolor desgarrador, la impotencia y la rabia, y el deseo de una familia destrozada de que los vecinos de Gáldar conozcan su historia para que no vuelva a repetirse.
|
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada