CINCO COMBATIENTES REPUBLICANOS RESCATADOS DE UNA TRINCHERA.
Aiyoa Arroita Lafuente & Jesús Pablo Domínguez Varona.
CRONICA Y REPORTAJE FOTOGRAFICO.
Tras dos días de intenso trabajo en una trinchera de la Guerra Civil en el monte Altun, cercano al puerto de Barazar en Zeanuri (Bizkaia), se puede afirmar sin temor a equivocarnos que todo se ha desarrollado de forma satisfactoria.
Ha sido un fin de semana fructífero y muy emotivo a la vez, donde bajo la atenta mirada y dirección del antropólogo forense Paco Etxeberría de la Sociedad Aranzadi, junto a técnicos y voluntarios de diversos grupos memorialisticos como Euskal Prospekzio Taldea, Frentes de Euzkadi,Lubakikoak, Partido Comunista de Euskadi, Crónicas a pie de fosa, etc. se ha procedido a la exhumación, en un principio de un combatiente.
Los restos óseos, junto con materiales metálicos fueron localizados en una trinchera, entre los que destaca la chapa de identificación del combatiente, fueron hallados en septiembre pasado por miembros del grupo de prospección de Aranzadi Euskal Prospekzio Taldea
Gracias al hallazgo de la chapa se ha podido identificar a PEDRO SAN MILLAN BEITIA, miliciano del batallón comunista “Perezagua”, se han podido localizar a otros cuatro milicianos más. En total cinco combatientes muertos, enterrados y desaparecidos en una olvidada trinchera, que Aranzadi y un nutrido grupo de voluntarios ha rescatado.
Los descubridores de los restos, hermanos Alberto y Edu Sardón del equipo de Euskal Prospekzio de Aranzadi, junto con la chapa de identificación hallada y el comienzo de la excavacion de la trinchera. Imágenes de Manu Paz Varela y María Luz Carballude Mato.
La primera jornada comenzó con las explicaciones de los hermanos Alberto y Edu Sardón, que fueron los que localizaron el cuerpo a través de sus objetos personales enterrados con él. Después el historiador del grupo Kepa Ganuza nos relató, con gran maestría, los acontecimientos históricos-bélicos transcurridos en la zona entre las tropas Republicanas, que defendían la posición, y el Ejército nacional rebelde, a las órdenes del General Mola, que la atacaban.
Los restos del miliciano se encontraban en una trinchera entre pinos y fueron hallados al ir encontrando sus pertenencias personales. Entre ellos, se hallaron un casco de origen checo, peines con diversos proyectiles, un plato y lo más importante, la placa de identificación de pulsera con el número 21.967. Tras ese número hay un trabajo de investigación de los compañeros del grupo de prospección, que consultando la base de datos de nóminas, pudieron darle identidad.
Con el nombre del miliciano enterrado, el permiso del Gobierno Vasco a través de GOGORA, Instituto de la Memoria, Convivencia y Derechos Humanos y la localización de la familia a través de Aranzadi, dio comienzo la exhumación.
La sorpresa estaba por llegar, según se iba apartando la tierra alrededor del cuerpo, bajo la atenta mirada de la arqueóloga Lourdes Herrasti y Paco Etxeberria, aparecieron los talones de las botas de otro cuerpo y bajo los pies de Pedro el cráneo de un tercero.
Uno de los presentes comentó que se dieron por desaparecidos el mismo día cinco combatientes de la cuarta compañía y el ambiente comenzaba a caldearse con esa nueva esperanza. No estaba mal encaminado, transcurría el día y la emoción nos sobrepasaba, tras los tres primeros cuerpos aparece un cuarto y después el quinto y último.
Emplazamiento de la trinchera, los objetos hallados en prospección, la exhumación en su fase inicial, visita de autoridades y familiares. Imágenes Crónicas a pie de fosa.
El trabajo a desarrollar a partir del hallazgo de esos cinco cuerpos era inmenso y sabíamos que no podríamos sacarlos a todos en esa jornada, así que se preparó lo mejor que pudo la excavación. Ya empezaba a caer la tarde y la poca luz, impedía el desarrollo de las labores, dejando a la jornada del domingo la conclusión de la tarea, no sin antes dejar claro que para el público en general y para la prensa que los restos se habían sacado con totalidad y así evitar “visitas molestas” durante la noche.
El día fue además muy emotivo por la visita de la familia del miliciano identificado Pedro San Millan Beitia, ya que para los familiares, por mucho tiempo que haya pasado, siempre es un momento emotivo cuando se encuentra a uno de los suyos.
Según Aranzadi, “Es uno de los mayores hallazgos he hemos realizado, nos va a proporcionar mucha información. En ocasiones hemos encontrado 12 ó 14 cuerpos, pero habían fallecido en accidentes, explosiones… no en combate, como ocurre en este caso”.
Materiales hallados al primer combatiente localizado, expuestas el día de la exhumación. Imágenes de Txato Jose Angel Etxaniz Ortuñez.
La segunda jornada de exhumación comenzó el domingo temprano y trabajamos toda la mañana y tarde antes de que la luz solar terminase el día, previo descanso a “pie de fosa” para comer el bocadillo.
Uno tras otro y en perfecta coordinación tres personas se encargaban del rescate de los restos de cada uno de los milicianos. Cuidadosamente se meten en cajas individuales los restos óseos, los objetos metálicos y textiles hallados junto a ellos.
Entre el material recuperado destacan diversos objetos personales y su equipamiento, tales como dos cascos checos, un casco Trubia, un fusil Mauser de origen checo, una bayoneta, dos platos de aluminio con sus cucharas, cartucheras con peines de cartuchería, una pipa de fumar, monedas del Gobierno Vasco de 1937 y del Gobierno Provisional de 1870, que aún se usaban. Destaca nuevamente otra chapa de identificación hallada en otro cuerpo y que está en estudio, que nos podrá dar la identidad de otro de los cinco componentes desaparecidos de la 4ª compañía del Perezagua. Todos llevan las botas puestas, bastante bien conservadas, debido sin duda a su buena calidad y condiciones del enterramiento.
Diferentes momentos de la exhumación de los cinco combatientes en la trinchera del monte Altun. Imágenes Crónicas a pie de fosa.
Entre las autoridades presentes en la primera jornada, se encontraban miembros de GOGORA con su directora Aintzane Ezenarro a la cabeza, el Alcalde de Zeanuri Eusebio Larrazábal, Juan Mari Atutxa de la Fundación Sabino Arana, miembros del Partido Comunista de Euskadi con su secretario general Jon Hernández, mucha gente conocida de otras exhumaciones y otra anónima que seguramente veremos pronto, debido al interés despertado por tal magnífico hallazgo y recuperación.
Proceso de cribado de la tierra extraída de la trinchera, la exhumación y de los materiales hallados. Imágenes de Manu Paz Varela y María Luz Carballude eMato.
En resumen, el trabajo cumplido, cinco combatientes republicanos rescatados del olvido, dos jornadas difíciles de olvidar, mucho trabajo, buenos amigos, momentos emotivos y un nuevo pero firme paso de memoria y reconocimiento a los que dieron su vida por una idea, la libertad.
Simulación en la colocación de los cuerpos, una vez muertos, en el fondo de la trinchera. Imágenes de Luis Merino.
Foto de familia de parte del equipo de exhumación al finalizar los trabajos. Imagen de Galdakao Gogora.
AGRADECIMIENTOS.
A Manu Paz Varela, María Luz Carballude Mato, Txato Jose Angel Etxaniz Ortuñez, Juan Luis Merino y Galdakao Gogora por sus fotografías.
A Frentes de Euzkadi y Euskal Prospekzio Taldea por la información usada en este reportaje, procedentes de sus articulos publicados en facebook.
A Euskal Prospekzio Taldea por hacer tan bien y de forma totalmente desinteresada la busqueda de combatientes enterrados en nuestros montes.
A la Sociedad Aranzadi por su compromiso con la recuperación de la verdad y su labor técnica en las exhumaciones.
A todos los que de una y otra forma han participado en la exhumación.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada