- 'La noche en 24h' ha viajado hasta allí para hablar con José Carlos González, de la Asociación Los Barracones
- Fue uno de los escenarios de la película de Fernando Trueba 'La reina de España', secuela de 'La niña de tus ojos'
'La noche en 24h' se ha desplazado al campo de trabajo forzado del franquismo en Bustarviejo, que estuvo operativo entre el 1944 y 1952. Allí, los presos republicanos vivían en condiciones de hacinamiento y "semiesclavitud". Así lo ha relatado José Carlos González, presidente de la Asociación Los Barracones, quien realiza un trabajo de memoria histórica en el campo de concentración para "humanizar a la gente que se deshumanizó aquí" durante la dictadura.
"Eran trabajos forzados, parece que es un sitio de libertad, pero estaban bajo custodia de la policía armada", ha explicado González. Entre 150 y 200 presos trabajaban a la vez en este campo del norte de Madrid. Durante todos sus años de actividad, la asociación estima que pasaron 2.000 presos políticos.
Su libertad "se limitaba a ir a trabajar y volver. Eran presos con condenas de diez años, y por cada día de trabajo se les conmutaba otro de condena; se tiraban cinco años de trabajo forzado", ha detallado el presidente de la asociación. "Trabajaban en la línea férrea Madrid – Burgos directo", añade González, que lamenta que "hubo muertes sobre todo en accidentes laborales, porque era todo a pico y pala". Al hacer un viaducto de 25 metros de altura, recuerda, "algún preso se cayó".
Ahora, los recuerdos de entonces se almacenan en un museo dedicado al campo de trabajo. Han recopilado objetos de la vida cotidiana de los presos y de las familias que vivían en chabolas cercanas. "Hay periódicos, uno se llama Redención, pura propaganda del régimen, es lo único que le dejaban leer a los presos", relata González.
El penal de Bustarviejo, escenario de Fernando Trueba
Por otra parte, el destacamento penal de Bustarviejo fue uno de los escenarios de la película de Fernando Trueba 'La reina de España', una secuela de 'La niña de tus ojos'. El director de cine ha explicado que escogió grabar en un escenario real porque, en una historia como esta, "le añade una cosa que sentimentalmente es poderosa".
"Siempre que puedo rodar en un sitio real me gusta hacerlo. Es un plus. [...] También si esto desapareciera algún día lo estás preservando en la memoria de la gente en la película", ha dicho el director sobre el enclave del rodaje.
Trueba confiesa que siempre se acordaba de Paco Rabal, "porque los domingos traía comida al padre que trabajaba en Cuelgamuros". Las historias, dice, "son tantas que las lees y asustan mucho" y por eso es importante "que no se olvide ni por un momento".



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