dimarts, 19 de febrer del 2013

Niceto Alcalá Zamora, in memoriam.






María Torres / 18 de febrero de 2013
Niceto Alcalá Zamora decía que "la memoria parece grande por lo que muestra en recuerdos; lo es mucho más por lo que ciertamente esconde". Nosotros no queremos esconder nuestro recuerdo al primer presidente de la segunda República Española en el aniversario de su muerte. Un hombre incomprendido que quizás no gobernó en el tiempo que le correspondía, pero que sin lugar a dudas fue absolutamente clarividente cuando Gil Robles le propuso a Franco como jefe del Estado Mayor y se negó afirmando que "Los generales jóvenes son aspirantes a caudillos fascistas".
Murió en el exilio, las seis menos diez de la mañana del 18 de febrero del 49 cubierto por la bandera republicana y fue enterrado sin honores con un crucifijo y dos puñados de tierra española. Sus restos no regresaron a España hasta 1979, siendo sepultados en el cementerio de La Almudena de Madrid en la más absoluta discreción.