dimarts, 23 de desembre del 2014

23 DIC 2014 El ayer en el hoy: memoria histórica. Iñaki urdanibia.


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El ayer en el hoy: memoria histórica
Migel Sánchez-Ostiz continua con valentía su labor de esclarecimiento del ayer y sus profundas huellas en nuestro hoy.
Cavilaba el santo de Tagaste sobre qué es el tiempo: << si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé.  Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si nada pasase no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si nada existiese, no habría tiempo presente.>>, mas dejemos estas disquisiciones de quien con el paso de los años fuese obispo de Hipona, para descender a los pagos terrenales, menos metafísicos, y a un tema en el que el tiempo( podría decirse: los tiempos) del pasado se encabalga con el  presente, dejando notar, aquél,  su apabullante presencia en el presente. Más en unos sitios que en otros, allá en donde hubo más heridas , guerreras, a pesar de que no hubiese frente, ni batallas…pero había retaguardia y había una cohorte de matones ( meapilas, falangistas, requetés, guardia civiles y militares) que se empeñaban, con el inestimable apoyo de los plumillas y maestros que ensalzaban y jaleaban las tropelías sin cuento que los redentores imponían a pistoletazo, cruz y hostias( si se quiere se puede poner también sin hache…porque de todas las especies hubo, si bien las que llevan hache son como más sagradas y santas).
            Viene todo lo que antecede a un << híbrido >>, << mezcla de novela, crónica histórica y hasta ensayo, y libro de memoria personal>> debido a Miguel Sánchez-Ostiz, quien guiado por el deseo de verdad, justicia y reparación para con las víctimas, recurre a << que los hechos se sepan, escribirlos, aportar el nombre de las víctimas y de los verdugos, cuando se pueda, desde el golpe militar de 1936 hasta ahora mismo, cuando renace el espíritu de clase de tener sometida a una mayoría social>>. Continua ahora, << La sombra del escarmiento ( 1936-2014) >> ( Pamiela, 2014), la tarea que ya iniciase el año pasado con el << Escarmiento>>, libro que en su momento saludé (http://gara.naiz.eus/paperezkoa/20131006/426174/es/Las-pezunas-mulo-Mola ).
            Son varias las argucias y coartadas que se utilizan para escaquearse del deber de hablar de ciertos hechos, con el fin de evitarse problemas, que solo se vive una vez y no vaya a ser que uno se indisponga con la academia, con los jerifaltes de la prensa o con los matones de hoy, herederos de los de ayer; de algo hay que vivir y siempre es más cómodo recurrir a la cercanía del calorcillo ( editorial y otros) que plantarse a la intemperie, allá en donde hace mucho frío. Miguel Sánchez-Ostiz es de los que da la cara aun a riesgo de ser tachado de <> y otras lindezas, como lo muestra continuamente en sus obras, artículos y otras intervenciones públicas. << Tú no lo has vivido >>( pero sé  leer y oír), << revolviendo esas cosas lo único que se hace es incitar a la venganza y favorecer con ello a los terroristas y totalitarios>>( hallar la verdad y facilitar el duelo de las víctimas es lo que se consigue), << hay que pasar página >>( tras escribirla), << son cosas del pasado>>( del que está hecho el presente), además << todos cometieron desmanes>>( mas un golpista es un golpista; y los vencedores tuvieron todo el tiempo para ejercer el desmán al por mayor y sancionado por las leyes ad hoc), << se ha de olvidar>>( para eso se hizo una ley de –auto-amnistía que más se parece a un intento de aplicación de la aplicación  de la amnesia y del punto final) etc., etc., etc. Estas supuestas argumentaciones-por calificarlas de algún modo- son las utilizadas por los << herederos>>, el partido que les representa-sociológica y hasta genelógicamente- y la prensa que les jalea, y por cantidad de arrepentidos que se preocupan más de medrar que de pringarse, manchando sus currícula, o intentando limpiar los pecadillos de juventud.
            Hoy , qué duda cabe, siguen existiendo trincheras que nos enfrentan y nos separan, haciéndonos, muchas veces, co-habitar con los hijos, los nietos y los parientes de quienes impusieron el orden y la ley en tierras navarras, muy en especial en poblaciones pequeñas( dos cosillas: una, muchos de los herederos que digo siguen siendo los dueños del cotarro, y dos, cuando digo Navarra, bien podría aplicarse a otras zonas geográficas, en las que Mola y epígonos escarmentaron a rojos, republicanos,  nacionalistas, socialistas, anarquistas, comunistas, homosexuales, vagos, maleantes,  y otras yerbas que no eran más que la representación poliédrica de la << anti-España>>). El pasado se resiste a pasar, y el recurso a coletillas argumentales como las que acabo de indicar son pura falacia, ya que, a pesar de los pesares y de las desapariciones de personas y documentos, hay testimonios, hay escritos, y en tiempos más recientes sigue habiendo  indiscutibles huellas que se traducen en monumentos, nombres de calles, homenajes a compañías militares que tomaron sangrienta parte en la labor de limpieza o a constructores de fálicos monumentos que consagraron la victoria, el aplastamiento del enemigo y…mano de obra esclava; a ello se ha de añadir la rotura habitual de placas de recuerdo a los asesinados por las hordas fascistas, las mil y una zancadillas que se ponen a los intentos de buscar en las cunetas los cuerpos sin sepultura de los vilmente fusilados( tal vez siguiendo pidosamente la prescripción evangélica de <) y a otras aplicaciones de las leyes de Memoria histórica ( con todas sus limitaciones y timorateces ya mantenidas en tiempos del psoecialismo-que se lo pregunten al destacado dirigente Santos Juliá- y ahora incrementadas ad nauseam por los peperos, transparentes representantes de los vencedores de la contienda del 36-39…) a pesar de las constantes recomendaciones de distintos organismos internacionales…y los intentos de la justicia argentina por intentar aclarar los crímenes de la guerra y del franquismo victorioso.
            Miguel Sánchez-Ostiz es de los que considera, con absoluta pertinencia, que para pasar página primero se ha de escribir, y a ello dedica sus esfuerzos, con valentía y con documentación exhaustiva, recurriendo a una amplia bibliografía y testimonios…con el fin de arrojar luz sobre aquellos tiempos tan << plácidos>> del franquismo que cantaba Mayor Oreja , …Josu Chueca( culpable de la participación de Sánchez-Ostiz en un curso universitario, << A los 75 años del fin de la Guerra Civil: historia , literatura y memoria>>), Carlos Castilla del Pino, José Ignacio Lacasta, Víctor Moreno, Artetxe, Iribarren, Paco Etxeberria…y cantidad de obras en las que se ve a las claras las andanzas de Mola y congéneres, algunas escritas desde gente muy cercana al general nombrado,…y las visitas a diferentes archivos, enfrentándose a veces con la desidia-cuando no con el desprecio-de los archiveros de turno, sin olvidar la lectura pormenorizada de la prensa, y muy en concreto  la de las huestes de Garcilaso. Destacable en este orden de cosas resulta la imposibilidad de acceder a algunos archivos, los de la benemérita por ejemplo, ya que permanecen cerrados a cal y canto para cualquier consulta, y la ventajista voz, oficial de la verdad-pura-amén,  de los especialistas en tergiversaciones históricas, verdaderos hooligans del revisionismo negacionista.
            Tras la lectura, y a lo largo de ella, queda clara como el agua cristalina la necedad , por no hablar de la mala fe palpable, de muchas de las pegas que se emplean para olvidarse de << aquello>> de << entonces>>, de << aquellas cosas>>, como si evitando nombrar la bicha se borrase la historia…como si la realidad no clamase a gritos sobre la presencia acaparadora del pasado , con sus nombres propios, sus hechos, sus reivindicaciones, sus rechazos, y sus clases / casta  que siguen dominando las claves del poder ( económico, institucional, periodístico, académico, eclesiástico…), y siguen imponiendo su ley ,muy en concreto, en la geografía navarra que es desde donde escribe Miguel Sànchez-Ostiz y desde donde denuncia con encomiable arrojo los desmanes de entonces que continuaron-y continuan- su estela de sangre, de torturas, de cárceles, de represivas leyes que pretenden castigar la disidencia y la rebeldía con el recurso a las mordazas silenciadoras.
            Quisiera concluir subrayando que esta necesaria obra-que completa << El escarmiento>> y que se cerrará, según anuncia el autor- con << El botín>>- debería ser lectura obligatoria en las escuelas, con el fin de que las nuevas generaciones conozcan de dónde venimos, en dónde vivimos…y qué polvos provocaron los actuales lodos. No conforme con entregarnos este torrente de verdades, Miguel Sánchez-Ostiz desvela el modo en que escribió su <> y los distintos pasos , numerosos, dados para lograr su objetivo…contra viento y marea, al menos de algunos sectores e instituciones de la sociedad.