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El Gobierno se compromete a exhumar los cuerpos y dignificar los espacios en una segunda fase.
Fosa común en el cementerio de la Selva del Camp. / ACN
Localizan y documentan 31 nuevas fosas comunes de la Guerra Civil en el Camp de Tarragona a través de unos estudios impulsados desde el Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya. Los historiadores han elaborado 53 fichas que identifican espacios funerarios y entierros individuales comprendidos entre el 1936 y el 1945, vinculados al conflicto bélico. Las fosas se encuentran geolocalitzadas en las comarcas del Alt Camp, el Baix Camp, la Conca de Barberà y el Tarragonès y ha servido para añadirlas al Mapa de Fosas y Represión de la Generalitat de Catalunya. El director general de Memoria Democrática de la Generalitat, Xavier Menéndez, se ha comprometido a exhumar los cuerpos y dignificar los espacios en una segunda fase del proyecto.
En el cementerio de la Selva del Camp (Baix Camp) hay una fosa común con los cuerpos de las personas muertas en el hospital intercomarcal ubicado en el pueblo entre febrero de 1938 y abril de 1939. Los historiadores han documentado que 148 personas fueron enterradas aquí, pero desconocen si todas se encuentran a la fosa o también hay en nichos. Es una de las nuevas fosas comunes localizadas y documentadas del Camp de Tarragona, que quedan recogidas en un estudio dirigido por Anna Pastor i Alba Peña.
Un proceso de documentación oral que ha permitido hacer la ficha de unos cincuenta lugares ligados a la represión de retaguardia, al SIM (Servicio de Información Militar), en los hospitales militares, a soldados del ejército popular de la República, el ejército y la represión franquista, y fosas de maquis. Algunas fosas, como la de la Selva, ya estaban localizadas, pero ahora se ha aportado más información y contexto histórico. "Hemos consultado documentación que anteriormente, en la elaboración previa del Mapa de Fosas, no se había consultado. Nos ha permitido ampliar la información de las fosas preexistentes y añadir de nuevas que no habían sido documentadas", comenta Pastor.
Memoria oral
Además de los archivos, una fuente de información ha sido la memoria oral transmitida por los vecinos. Algunos de ellos han accedido a hablar de casualidad porque han oído a hablar del proyecto. "Nos hace sospechar que detrás de las puertas de las casas de muchos municipios del Camp de Tarragona quedan historias para escuchar. Los restos de memoria oral que quedan son absolutamente fundamentales para cimentar el estudio de la memoria democrática en Catalunya", manifiestan en las conclusiones del estudio. El historiador Axel Baiget, que también ha participado de la investigación, subraya que "ha sido muy importante hacer este trabajo ahora porque todavía hay testigos que recuerdan hechos como que su padre inhumó una persona en un lugar".
Estudio sobre los maquis de los Teixidors
Baiget también se ha hecho cargo de un estudio sobre la actuación de un grupo de maquis de la partida de los Teixidors, en la Riba (Alt Camp), así como su actividad en otros pueblos próximos. Gracias a su investigación se han vinculado los guerrilleros a la Resistencia Francesa, la 5.ª Brigada del Aude y la invasión del Valle de Aran de 1944. Así mismo, se ha relacionado su actividad con partidos y sindicatos clandestinos en España en la década de los años 40, concretamente con el PSUC y la CNT.
Este proyecto también ha permitido geolocalizar dos puntos relativos a los entierros de dos combatientes antifranquistas: Lluís (Delfí) Llorens y Gabriel Teixidó. Desde el Gobierno, Menéndez ha subrayado la importancia de realizar estos trabajos. "A veces excavamos y no encontramos nada", ha reconocido. "Los estudios históricos previos son imprescindibles para poder afinar después la localización de las fosas", continúa.
La dignificación de los espacios
Los historiadores concluyen que hay que señalizar y dignificar los espacios. Algunas fosas ya estaban dignificadas desde el franquismo "porque eran fosas de represión de la retaguardia", señala Pastor. Mientras que otros se ha hecho el trabajo a posteriori, en periodo democrático. También hay fosas que han desaparecido porque se ha construido encima, por ejemplo. Pastor explica que haciendo trabajo de campo descubrieron un conjunto de huesos sobre la superficie, sin ningún tipo de entierro, en una zona donde había habido combates.
Menéndez ha insistido en continuar el plan de fosas iniciado el 2017. Ahora se ha hecho el estudio histórico de algunas fosas de comarcas del Camp de Tarragona, y en una segunda fase se harán las exhumaciones y la dignificación de los lugares, normalmente en cementerios instalando plafones informativos. El máximo responsable de Memoria Democrática remarca que lo que los "llena de orgullo" es poder devolver los restos humanos a los familiares. Antes, pero, hay que identificar los cuerpos, una tarea que a menudo no acaba siendo posible.
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