dimarts, 10 de desembre del 2024

Una carta antes de ser fusilado y la búsqueda de su familia hasta dar con la fosa donde hallar sus restos

 https://cordopolis.eldiario.es/cordoba-hoy/sociedad/carta-fusilado-busqueda-familia-dar-fosa-hallar-restos_1_11878381.html?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR3p56m4RbIVgS-5vQGqifKnfkqfkPJeGeoJFS9P1ZvOozm6ktBRHQFpVWM_aem_hBKGzU3mN6n8eAwzKXIgGw

Carmen Reina

7 de diciembre de 2024 20:35 h

13


“Cárcel de Rute, 14 de agosto de 1936 (...) La incertidumbre horrible de qué nos reservará el día que amanece, pues las noticias que a la cárcel llegan son algunas horribles. De aquí, de esta cárcel, han salido algunos desgraciados para ser fusilados. (...) Nuestra tranquilidad de conciencia es grande, no hemos cometido el menor delito”.

Este es un extracto de la carta que escribió desde prisión Francisco Rafael Vinuesa Gutiérrez, perteneciente al PSOE en la localidad cordobesa de Rute, solo unos días antes de que él mismo fuera sacado de allí en el verano de 1936 para ser conducido hasta el municipio vecino de Encinas Reales y ser fusilado. Esa carta, otros documentos y testimonios con toda la información que reconstruye su memoria fueron rescatados por sus nietas hace apenas unos años para intentar buscar el lugar en el que pueden estar los restos de su abuelo y lograr exhumarlos para darles digna sepultura. Y hace solo unos meses, en ese empeño, se ha logrado localizar con georradar una fosa en uno de los emplazamientos donde la familia cree que puede yacer Francisco Rafael Vinuesa Gutiérrez, más de 88 después.

Araceli Vinuesa es una de esas nietas que, a sus 61 años, persigue la búsqueda de su abuelo que inició junto a su hermana, ya fallecida. Y, en todo este proceso, ha recuperado la memoria y la historia de Francisco Rafael, una historia silenciada y callada durante años en la familia por el golpe vital y emocional que supuso. Porque, además, no fue solo su abuelo el represaliado, sino toda la familia. Su tío, Mariano Gutiérrez del Pino, también fue ejecutado junto a él. Otro tío también fue asesinado y su abuela fue encarcelada, le hicieron un consejo de guerra, fue maltratada, vejada y violada, además de ver arruinado el obrador que era el negocio familiar, con una multa de 2.000 pesetas en el año 1947 “por responsabilidades políticas”. De hecho, la familia acabó yéndose de Rute para intentar empezar una nueva vida en Sevilla.

Reconstrucción de su memoria

Nacida ya allí, con los años, Araceli ha tratado de reconstruir los pasos de su abuelo, hasta dar con la ubicación de la fosa en la que confía estén sus restos. Recuerda por los testimonios de la familia que fue apresado la misma noche del 18 de julio de 1936, tras el golpe de estado. Luego, desde la cárcel de La Higuerilla, en Rute, donde lo encarcelaron junto a un grupo de presos políticos, fue llevado en una camioneta hasta Encinas Reales. Y allí fue fusilado el 18 de agosto, solo cuatro días después de escribir la carta que conservan de él y que ilustra este reportaje.

Araceli cuenta a Cordópolis cómo ha conseguido recapitular los datos que le han llevado hasta la fosa donde espera encontrar los restos de su abuelo. Por ejemplo, supieron que su abuela, al tener que testificar ante notario para ser beneficiaria de la pensión de viudedad para represaliados de guerra, certificó que Francisco Rafael fue asesinado en Encinas Reales. Ella y su hermana buscaron cualquier información y datos por internet, hasta que dieron con el historiador cordobés Arcángel Bedmar, que se encontraba escribiendo un libro sobre los desaparecidos por la represión franquista en Rute. “Contactamos con él y pudimos aportarle también todos los detalles que teníamos y que se ignoraban sobre Rute, como que con mi abuelo había 35 personas en la cárcel”, explica Araceli.

Ese libro se publicó finalmente en 2022 y “a raíz de ahí, pensamos en encontrar al abuelo”, rememora su nieta. “Empezamos a buscar información, a formarnos para saber qué era la memoria histórica” y, de ahí contactaron con la Diputación Provincial de Córdoba y el Ayuntamiento de Rute, para acceder a una subvención del área de Memoria Democrática que posibilitara emprender los trabajos de búsqueda del lugar de enterramiento.

Un olivar junto al antiguo cementerio de Encinas Reales

Esa subvención finalmente se dirigió al Ayuntamiento de Encinas Reales, municipio donde fue fusilado y enterrado su abuelo. Araceli aportó varias posibles ubicaciones donde se ha llevado una búsqueda -los parajes de La Pililla y Las Peñuelas o lo que ahora es un polígono industrial-, pero el georradar dio resultado positivo en otra zona: el camino hacia el que fuera antiguo cementerio del pueblo y hoy es un olivar. Allí, además, los testimonios hablaban de que se habían visto unas cruces pintadas junto a unos cipreses, para indicar que allí yacían varios cuerpos.

“Ahí es donde yo creo que puede estar mi abuelo”, confía esperanzada Araceli. Y ahora espera que los trabajos para excavar y exhumar la fosa puedan llevarse a cabo. El Ayuntamiento de Encinas Reales acaba de ver publicada en el BOJA la autorización de la Junta de Andalucía para “las actuaciones específicas de localización, exhumación e identificación genética en el municipio”. Con esta autorización, el municipio va a plantear ahora los trabajos que se van a llevar a cabo en la fosa y determinar las fechas para esta actuación, según ha confirmado a este periódico el alcalde, Gabriel Prieto.

Antes, un acto con los familiares de represaliados de varios municipios que pudieron ser enterrados allí, servirá para informarles de los pasos y las actuaciones que se van a seguir. Y, con ello, se vislumbra en el horizonte la esperanza de Araceli y su familia de encontrar, al fin, a su abuelo.