diumenge, 24 de març del 2013

Frases del egoísmo humano. Indalecio Prieto.






Permitidme —en lo que haya de egola­tría me acojo a vuestra benevolente dis­pensa— que dibuje una estampa por la cual se vea cómo me puse, por primera vez, en relación con las luchas sociales. Pertenecía yo en Oviedo a una familia de clase media que, por desventuras que no son del caso, se vio lanzada hasta la Bil­bao que por entonces empezaba a trans­formarse en gran urbe. Llegué a Bilbao en enero de 1891. Aún recuerdo —y lo he evocado antes de ahora— el dolor que me produjeron los arcos voltaicos de la luz eléctrica hasta entonces  desconocida para mí. Mis ojos enfermos repelían aque­lla intensísima luminosidad. La familia, con restos, que todavía no eran harapos, de sus vestimentas de clase media, fue a radicar al barrio más intensamente obre­ro de la villa. Alguna vez contaré lo que son las entrañas de un barrio obrero en una urbe industrial en formación. El 31 de mayo de 1891, cumplidos recientemen­te mis ocho años —recuerdo la jornada en todos sus detalles—, después de desfi­lar la cabalgata cascabelera del circo con la banda de música, los «clowns», los gim­nastas, las «ecuyéres» y, presidiendo el cortejo, el aeronauta, que era entonces ídolo de las multitudes, a poco de apagarse los ecos de la música jubilosa, esta­lló en el barrio la tragedia. 


--
Publicado por María Torres para
Búscame en el ciclo de la vida el 3/22/2013 05:49:00 p.m.