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El
Intermedio entrevista a un superviviente del campo
de concentración de Mauthausen (Austria), conocido por los centenares de
republicanos exiliados en Francia que fueron trasladados al recinto de
exterminio
·
José Alcubierre, que tenía 14 años
cuando llegó a Mauthausen, recuerda cómo le separaron, primero de su madre, y
más tarde de su padre, a quien trasladaron al campo de Gusen, donde no murió,
"lo mataron"
Vídeo El
Intermedio:
Este martes, coinciendo con el 70º aniversario de la liberación del campo alemán nazi de exterminio
Auschwitz-Birkenau (Polonia), el programa de laSexta El Intermedio entrevistó
a José Alcubierre, unsuperviviente
de otro campo de concentración, el de Mauthausen, en Austria, conocido por los miles de republicanos exiliados en
Francia que fueron trasladados al recinto de exterminio entre los años 1940 y
1945.
La entrevista tuvo lugar durante la presentación del libro Los últimos españoles de Mauthausen, de Carlos Hernández de Miguel, una obra que denuncia la complicidad de Franco en la muerte de más de 5.000 españoles en Mauthausen.
El colaborador del programa Gonzo recordó la historia de Alcubierre, un hijo de padres republicanos que se vieron obligados a escapar a Francia cuando las tropas franquistas comenzaron a hacerse fuertes en Cataluña. En el país galo fueron recluidos en campos de refugiados, –"muy parecidos a los campos de concentración", apuntó el reportero–. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, Alcubierre y su familia fueronenviados en un tren, conocido como el convoy de los 927, al campo de Mautahusen.
Nada más apearse del tren, Alcubierre, que tenía 14 años, fue separado de su madre, a la que nunca volvió a ver. "Las mujeres se quedaron en el vagón y los hombres bajamos al andén. No la vi nunca más", recordó. Así, Alcubierre permaneció con su padre, que fue obligado a realizar trabajos forzados en la cantera del campo.
"Un día, nos reunieron a todos los españoles y empezaron a hacer una selección y sacaron a la mitad. Me abracé a mi padre cuando lo sacaron, pero me dijeron 'no, tú aquí', y cuando vi que venián dos de las SS –el cuerpo militar nazi– dije 'papá, adiós'", señaló, en un inevitable momento de tristeza y emoción. Su padre fue llevado a un campo cercano, el de Gusen. Alcubierre quiso matizar que su padre no murió, "lo mataron".
"Franco estaba al corriente de todo. Le preguntaron qué quería que hicieran con nosotros y dijo que hicieran lo que quisieran, que no éramos españoles", detalló Alcubierre. Fue entonces cuando les pusieron el distintivo del triángulo azul, que significaba "apatrido, sin patria", especificó el hombre, que afirmó que el Estado español nunca reconoció ni ha reconocido el sufrimiento al que fueron sometidos los españoles en aquellos campos de concentración nazis . "Nadie quiso saber nada de nosotros", apostilló.
Preguntado por si mereció la pena defender la República teniendo en cuenta el sufrimiento por el que pasaron a causa de ello, Alcubierre, casi entre lágrimas, dejó claro que está "orgulloso" por ello. "Sé lo que soy", concluyó.
La entrevista tuvo lugar durante la presentación del libro Los últimos españoles de Mauthausen, de Carlos Hernández de Miguel, una obra que denuncia la complicidad de Franco en la muerte de más de 5.000 españoles en Mauthausen.
El colaborador del programa Gonzo recordó la historia de Alcubierre, un hijo de padres republicanos que se vieron obligados a escapar a Francia cuando las tropas franquistas comenzaron a hacerse fuertes en Cataluña. En el país galo fueron recluidos en campos de refugiados, –"muy parecidos a los campos de concentración", apuntó el reportero–. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, Alcubierre y su familia fueronenviados en un tren, conocido como el convoy de los 927, al campo de Mautahusen.
Nada más apearse del tren, Alcubierre, que tenía 14 años, fue separado de su madre, a la que nunca volvió a ver. "Las mujeres se quedaron en el vagón y los hombres bajamos al andén. No la vi nunca más", recordó. Así, Alcubierre permaneció con su padre, que fue obligado a realizar trabajos forzados en la cantera del campo.
"Un día, nos reunieron a todos los españoles y empezaron a hacer una selección y sacaron a la mitad. Me abracé a mi padre cuando lo sacaron, pero me dijeron 'no, tú aquí', y cuando vi que venián dos de las SS –el cuerpo militar nazi– dije 'papá, adiós'", señaló, en un inevitable momento de tristeza y emoción. Su padre fue llevado a un campo cercano, el de Gusen. Alcubierre quiso matizar que su padre no murió, "lo mataron".
"Franco estaba al corriente de todo. Le preguntaron qué quería que hicieran con nosotros y dijo que hicieran lo que quisieran, que no éramos españoles", detalló Alcubierre. Fue entonces cuando les pusieron el distintivo del triángulo azul, que significaba "apatrido, sin patria", especificó el hombre, que afirmó que el Estado español nunca reconoció ni ha reconocido el sufrimiento al que fueron sometidos los españoles en aquellos campos de concentración nazis . "Nadie quiso saber nada de nosotros", apostilló.
Preguntado por si mereció la pena defender la República teniendo en cuenta el sufrimiento por el que pasaron a causa de ello, Alcubierre, casi entre lágrimas, dejó claro que está "orgulloso" por ello. "Sé lo que soy", concluyó.
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