dijous, 29 de gener del 2015

Derechos Humanos, impunidad del Franquismo y callejero:El caso de Fernández Ladreda


http://www.foroporlamemoria.info/2015/01/derechos-humanos-impunidad-del-franquismo-y-callejeroel-caso-de-fernandez-ladreda/


Foro por la Memoria de Segovia 29 enero 2015
Arbol SegoviaNota de prensa del Foro por la Memoria de Segovia ante la polémica suscitada por el cambio de calles


El día 27 de enero fue declarado por las Naciones Unidas Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, aniversario de la liberación de los campos de exterminio nazis. Además, se instaba a los Estados Miembros a que inculcaran a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro, y movilizar a la sociedad civil en pro del recuerdo del Holocausto. El Foro por la Memoria de Segovia ha reivindicado en repetidas ocasiones la memoria de todas esas personas que fueron víctimas de las políticas de segregación, concentración y exterminio del Nazismo (entre las que recordamos que también hubo segovianos), dado que el incumplimiento de estos compromisos por parte del Estado español ha quedado más que demostrado a lo largo del tiempo.
Aún con estos incumplimientos, el recordatorio del Holocausto ha estado presente esta semana en los medios de comunicación y en actos en toda Europa. Los horrores y crímenes con la Humanidad del régimen nazi son conocidos y están asumidos como tal por el conjunto de la sociedad (salvo posturas negacionistas, preocupantemente en auge).
El régimen nazi fue crucial para entender la victoria del golpe de Estado perpetrado en 1936 contra la II República española. La ayuda económica, militar y logística de la Alemania de Hitler, junto con la Italia fascista de Mussolini, fueron elementos cruciales para la consolidación de la sublevación militar que inauguró los 40 años de dictadura del general Franco. La connivencia de las autoridades franquistas con ambos regímenes fue patente, y hoy está abundantemente investigada por la historiografía.
Cuando una calle se dedica a una persona, es una clara muestra de honor y homenaje a la misma por parte de los ciudadanos del municipio. Cuando se le cambió el nombre a la Calle San Clemente por Fernández Ladreda, éste era Ministro de Obras Públicas nombrado directamente por Franco. Desde luego, precisamente, no fue la ciudadanía (ni una representación democrática de la misma),  quien eligió este cambio. Hoy está en nuestras manos que esta situación cambie, y no olvidemos que los nombres de las calles de una ciudad no son anecdóticos, son muy relevantes por cuanto de repetición cotidiana y memoria colectiva conllevan.
El general José María Fernández Ladreda y Menéndez Valdés fue ministro de Obras Públicas entre 1945 y 1951. Había estudiado en la Academia de Artillería de Segovia entre 1903 y 1908, a la que regresó como profesor de Química y Explosivos. Ejerció como alcalde de Oviedo durante la dictadura de Primo de Rivera y durante la II República había ocupado un escaño en el Parlamento como diputado de la CEDA, aunque siempre demostró su carácter fuertemente antirrepublicano.
Fernández Ladreda fue un destacado sublevado contra la legitimidad republicana votada por todos los españoles en 1931 y refrendada en 1936. Su participación en el golpe de Estado fue clara, incluso existió un batallón que llevó su nombre, el “Batallón de Ladreda”, operando en Oviedo. Tras la guerra Franco le nombró ministro de Obras Públicas.
Cuando paseamos por las calles de Segovia podemos observar cómo la capital sigue manteniendo en el olvido de sus callejeros a los casi 400 segovianos que fueron asesinados, a los cerca de 2800 que sufrieron prisión, a los cientos que sufrieron internamiento en un campo de concentración franquista o nazi, que fueron obligados a hacer trabajos forzados o que fueron despedidos por no haber apoyado el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
En cambio, podemos pasear por la Avenida Fernández Ladreda, una de las principales calles de la capital.
Ante la polémica de estos meses y de las últimas semanas, el Foro por la Memoria de Segovia celebra el cambio del nombre de la calle Fernández Ladreda, aunque este cambio llevaría 8 años de demora.
Dicho cambio debe darse con la aplicación del Artículo 15 de la “Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura”:
Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.
El mantenimiento del nombre de la calle, que lleva siendo una humillación diaria para las víctimas de la dictadura que caminaban y caminan por ella, supone una vulneración de los derechos de las víctimas de la dictadura. Víctimas todas ellas con derechos repetidamente ninguneados, ya no solamente no se les repara pública e institucionalmente, sino que se bloquea el procedimiento legal de búsqueda de su Justicia.
Derechos amparados por todo ordenamiento de Justicia internacional que múltiples veces ha apuntado a la imprescriptibilidad de los crímenes franquistas por ser considerados crímenes de lesa Humanidad. Derecho internacional, que también conviene recordar, el Estado español lleva tiempo comprometido a respetar. Denunciamos el modelo español de impunidad del franquismo, mantenido por el Estado a día de hoy.
En cualquier estado democrático europeo parece inaudito que 39 años después de la muerte del dictador perduren en España placas, monolitos, calles y plazas dedicadas a ensalzar al régimen franquista y a sus protagonistas, algo que debería ser insólito en un régimen democrático, dado que los valores dictatoriales y autoritarios no concuerdan con los valores democráticos que deben caracterizar a nuestro actual sistema.
Ni la pasividad, ni los miedos electoralistas del gobierno municipal ni el desconocimiento de los ciudadanos, son argumentos para al mantenimiento de esta situación en nuestra ciudad.