300 supervivientes del Holocausto se reúnen en los campos de exterminio del sur de Polonia para conmemorar su liberación a manos del Ejército Rojo el 27 de enero de 1945
AGENCIAS
Unos 300 supervivientes de Auschwitz se han reunido el martes para conmemorar el 70 aniversario de la liberación del campo de exterminio gracias a las tropas soviéticas y varios líderes mundiales se sumarán al homenaje, que tuvo lugar en medio de sangrientas hostilidades en Ucrania y de las advertencias de un resurgimiento del antisemitismo en Europa.
Este aniversario sería el último al que acudan muchos de los supervivientes de Auschwitz, ya que los más jóvenes superan los 70 años. En la cita de 2005 participaron unas 1.500 personas.
Ubicado en el sur de Polonia, el campo se ha convertido probablemente en el símbolo más conmovedor de un Holocausto en el que perdieron la vida seis millones de judíos en toda Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
En Auschwitz los nazis mataron a alrededor de 1,5 millones de personas, en su mayoría judíos europeos, antes de que el Ejército Rojo entrara por sus puertas, en el invierno boreal de 1945. Entre las víctimas de Auschwitz también se encontraban, entre otros, personas de origen gitano, homosexuales y opositores políticos de los nazis.
El 27 de enero de 1945 el ejército soviético abría las puertas del infierno en Auschwitz-Birkenau y ponía fin al cautiverio de los 7.000 prisioneros que aún permanecían entre sus alambradas, ya abandonados por los guardianes. Allí los soldados "rojos" encontraron más de un millón de trajes y vestidos y cerca de ocho toneladas de cabello humano que los nazis aprovechaban, junto con otras partes de los cuerpos de sus víctimas, como si deuna gran factoría humana se tratase.
El encargado de inaugurar el acto, que se celebra en una carpa habilitada en el antiguo campo de concentración, fue el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski.
Este aniversario sería el último al que acudan muchos de los supervivientes de Auschwitz, ya que los más jóvenes superan los 70 años. En la cita de 2005 participaron unas 1.500 personas.
Ubicado en el sur de Polonia, el campo se ha convertido probablemente en el símbolo más conmovedor de un Holocausto en el que perdieron la vida seis millones de judíos en toda Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
En Auschwitz los nazis mataron a alrededor de 1,5 millones de personas, en su mayoría judíos europeos, antes de que el Ejército Rojo entrara por sus puertas, en el invierno boreal de 1945. Entre las víctimas de Auschwitz también se encontraban, entre otros, personas de origen gitano, homosexuales y opositores políticos de los nazis.
El 27 de enero de 1945 el ejército soviético abría las puertas del infierno en Auschwitz-Birkenau y ponía fin al cautiverio de los 7.000 prisioneros que aún permanecían entre sus alambradas, ya abandonados por los guardianes. Allí los soldados "rojos" encontraron más de un millón de trajes y vestidos y cerca de ocho toneladas de cabello humano que los nazis aprovechaban, junto con otras partes de los cuerpos de sus víctimas, como si deuna gran factoría humana se tratase.
El encargado de inaugurar el acto, que se celebra en una carpa habilitada en el antiguo campo de concentración, fue el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski.
Polonia se ha convertido en "la depositaria de la memoria de Auschwitz-Birkenau y del Holocausto"
En su discurso, Komorowski recordó que Polonia se ha convertido en "la depositaria de la memoria de Auschwitz-Birkenau y del Holocausto", símbolos ambos del "genocidio totalitario", y pidió al mundo que se esfuerce para evitar que una tragedia así pueda repetirse.
"Actuar, no sólo recordar"
La exprisionera polaca Halina Birenbaum, actualmente residente en Israel, se dirigió al público, pero sobre todo a los líderes presentes, para lamentar que, si Auschwitz pudo existir durante cinco años, "entonces todo lo perverso es posible en nuestro mundo".
"Contra eso tenemos, tienen ustedes que luchar", dijo antes de agradecer al museo-memorial de Auschwitz la conservación de los objetos y documentos que demuestran la barbarie que ella y otros cientos de miles de personas sufrieron durante su cautiverio.
"Actuar, no sólo recordar", afirmó por su parte el superviviente estadounidense Roman Kent. "Recordar sí, pero no sólo, también educar a las futuras generaciones para que entiendan lo que sucedió cuando se permitió que el odio se apoderase de todo, hay que enseñar tolerancia y entendimiento, tanto en casa como en el colegio", pidió en su intervención.
"Actuar, no sólo recordar"
La exprisionera polaca Halina Birenbaum, actualmente residente en Israel, se dirigió al público, pero sobre todo a los líderes presentes, para lamentar que, si Auschwitz pudo existir durante cinco años, "entonces todo lo perverso es posible en nuestro mundo".
"Contra eso tenemos, tienen ustedes que luchar", dijo antes de agradecer al museo-memorial de Auschwitz la conservación de los objetos y documentos que demuestran la barbarie que ella y otros cientos de miles de personas sufrieron durante su cautiverio.
"Actuar, no sólo recordar", afirmó por su parte el superviviente estadounidense Roman Kent. "Recordar sí, pero no sólo, también educar a las futuras generaciones para que entiendan lo que sucedió cuando se permitió que el odio se apoderase de todo, hay que enseñar tolerancia y entendimiento, tanto en casa como en el colegio", pidió en su intervención.
"Un minuto en Auschwitz era como un día entero, y un día como una semana, y una semana como un mes. Una eternidad de horror"
Kent describió la vida en el campo con unas palabras que quedarán para el recuerdo: "Un minuto en Auschwitz era como un día entero, y un día como una semana, y una semana como un mes. Una eternidad de horror".
Otro testimonio, el único de un superviviente no judío, fue el del polaco Kazimierz Albin, deportado a Auschwitz en 1940 por cooperar con la resistencia, quien quiso recordar el papel de estos partisanos polacos que lucharon valientemente contra los nazis en los alrededores del campo y que ayudaron a los pocos presos que, como él, lograron escapar con éxito de sus instalaciones.
Supervivientes y delegaciones finalizaron el acto con el encendido de velas ante el monumento a las víctimas del campo.
Delegaciones de cerca de 50 países han estado representadas en la ceremonia de conmemoración, la española encabezada por el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada.
Entre los asistentes al acto se encuentran los presidentes de Francia, François Hollande; Alemania, Joachim Gauck; Ucrania, Petro Poroshenko, y Austria, Heinz Fischer.
La ausencia más destacada es la del presidente ruso, Vladimir Putin, cuya intervención militar en Ucrania llevó a las relaciones entre Moscú y Occidente a su punto más bajo desde la Guerra Fría.
Otro testimonio, el único de un superviviente no judío, fue el del polaco Kazimierz Albin, deportado a Auschwitz en 1940 por cooperar con la resistencia, quien quiso recordar el papel de estos partisanos polacos que lucharon valientemente contra los nazis en los alrededores del campo y que ayudaron a los pocos presos que, como él, lograron escapar con éxito de sus instalaciones.
Supervivientes y delegaciones finalizaron el acto con el encendido de velas ante el monumento a las víctimas del campo.
Delegaciones de cerca de 50 países han estado representadas en la ceremonia de conmemoración, la española encabezada por el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada.
Entre los asistentes al acto se encuentran los presidentes de Francia, François Hollande; Alemania, Joachim Gauck; Ucrania, Petro Poroshenko, y Austria, Heinz Fischer.
La ausencia más destacada es la del presidente ruso, Vladimir Putin, cuya intervención militar en Ucrania llevó a las relaciones entre Moscú y Occidente a su punto más bajo desde la Guerra Fría.
Merkel: "Los alemanes tienen una responsabilidad imperecedera a la hora de luchar contra el racismo"
En la víspera del aniversario, la canciller, Angela Merkel, dijo que los alemanes tenían una responsabilidad imperecedera a la hora de luchar contra todas las formas de antisemitismo y racismo.
"Tenemos que estar constantemente en guardia para proteger nuestra libertad, democracia y el imperio del derecho", dijo Merkel. "Tenemos que exponer a aquellos que promueven prejuicios e invocan el terror, tanto los antiguos como los nuevos".
Hoy, Auschwitz-Birkenau es patrimonio de la Humanidad de la Unesco y un museo-memorial de 200 hectáreas visitado cada año por más de un millón de personas, sobre todo jóvenes, que mantienen un gran silencio cuando acceden al campo dejando atrás el letrero "Arbeit macht frei" ("El trabajo os hace libres")
"Tenemos que estar constantemente en guardia para proteger nuestra libertad, democracia y el imperio del derecho", dijo Merkel. "Tenemos que exponer a aquellos que promueven prejuicios e invocan el terror, tanto los antiguos como los nuevos".
Hoy, Auschwitz-Birkenau es patrimonio de la Humanidad de la Unesco y un museo-memorial de 200 hectáreas visitado cada año por más de un millón de personas, sobre todo jóvenes, que mantienen un gran silencio cuando acceden al campo dejando atrás el letrero "Arbeit macht frei" ("El trabajo os hace libres")
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