A punto de cumplir el sexto aniversario de nuestras concentraciones por la Verdad, la Justicia y la Reparación y por la anulación de los juicios del franquismo, no podemos más que reiterarnos en nuestra denuncia constante del proceso involutivo que estamos sufriendo en el campo de los derechos humanos, de las libertades personales y colectivas, en una retirada a la caverna franquista, de la cual nunca salimos, sólo observábamos un holograma de democracia que ya no engaña a nadie.
Este mes, 76 aniversario del paseo triunfal de las tropas fascistas por Barcelona, han sido aprobadas más leyes coercitivas y retrogradas, con la única intención de cerrarnos la boca a aquellos que hacemos de los derechos humanos nuestra bandera para vivir en una sociedad democrática de verdad. A aquellos que quieren pasar las justas reivindicaciones de ciudadanas y pueblos como hechos de terrorismo y juzgarnos, con leyes que quieren tirar la llave de nuestra celda al mar, como hacía la dictadura argentina con los luchadores contra los Generales. A aquellos que nos venden una falsa seguridad a cambio de libertad, ya les avanzamos que continuaremos con nuestras demandas de justicia para nuestras víctimas de la represión franquista y la transición, como un deber cívico hacia los que vencieron el miedo. No nos aplicaremos la autocensura y continuaremos denunciando, que los terribles crímenes cometidos no tienen prescripción en el marco de la justicia universal y que la fuerza de los inmolados por la libertad nos empuja.
La abogada de la querella argentina, Ana Messuti, en una conferencia reciente en Santa Coloma de Gramenet, a la pregunta de nuestro compañero Josep Viana de qué podíamos hacer para romper el marco jurídico estatal español, que impide juzgar los crímenes del franquismo, le respondió que nosotros somos la respuesta. Explicó que el papel de las Abuelas de la Plaza de Mayo, con su perseverancia, fue un puntal fundamental para la derogación de las leyes de punto final y obediencia debida en Argentina. Que a veces no nos damos cuenta de los pasos que damos, y de su importancia. Es verdad, aunque la situación es cada vez más grosera y más insultante, también es cierto que con nuestro granito de arena hemos contribuido a crear una opinión pública favorable a nuestra causa, más informada y crítica. Por eso pedimos a todo el mundo que aunque no salgan a la calle por miedo a la indefensión, las multas u otras consecuencias, que desde su conocimiento haga proselitismo de los derechos humanos con sus círculos más cercanos. La Verdad, la Justicia y la Reparación para las víctimas de la represión franquista pone de relieve las carencias de seguridad en materia de derechos y libertades en la actualidad, si no reconocemos y reparamos la tortura, la privación de libertad, los asesinatos, los expolios, los secuestros de criaturas, los exilios forzados, las desapariciones, la esclavitud .... en definitiva, la represión de ayer, sin sentir escalofríos, como podemos reconocer y combatir la de hoy?
Ni censuras, ni cadenas perpetuas, ni eufemismos legales que encubren un atentado contra un verdadero estado de derecho, de derechos, no queremos más leyes franquistas. Demasiado tiempo de silencio para las víctimas, ahora, que callen ellos!
Cómo siempre os esperamos en la plaza Sant Jaume, el próximo sábado 31 de enero a las 12 del mediodía. Necesitamos vuestro compromiso para construir aquello por lo que se luchó y no se pudo crear, y para reconstruir aquello que nos han derrumbado.
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