dilluns, 12 de setembre del 2016

Ángel Viñas: "El PP tiene pavor a la historia"

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En 'Sobornos', el historiador demuestra que España no se alió con Hitler en la Segunda Guerra Mundial porque los generales franquistas fueron pagados a sueldo por Reino Unido. 

El historiador Ángel Viñas.
El historiador Ángel Viñas. 
El historiador Ángel Viñas (Madrid, 1941) dice que la historia no se escribe con mitos. Por eso se burla cuando "los propagandistas" de Franco -como él los llama- continúan, al pasar los años, sosteniendo la leyenda de que el caudillo fue el único hombre de Estado que se atrevió a decir "no" al amo de Europa, Hitler. Que salvó a los españoles de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, que fue un estratega genial, un "hombre providencial de hábil prudencia y sagacidad galaica", que, además -ironiza Viñas- "escapó al cerco internacional y, con no menos mano izquierda, consiguió el abrazo estadounidense, como adelantado centinela que fue en la defensa de Occidente frente a la amenaza bolchevique".
Aún hay hasta quien dice -como el profesor Luis Suárez Fernández- que Franco no se apegó a Hitler porque un caudillo católico nunca haría migas con un führer neopagano. Bien: no. Lo que el historiador demuestra enSobornos (Crítica) -a partir de que en 2013 Reino Unido desclasificase ciertos documentos; y continuando con la investigación- es que, si Franco no cedió a entrar en guerra, fue porque Churchill y el banquero Juan March compraron a sus generales.
Los ingleses impusieron a España presiones de todo tipo; desplegaron al servicio secreto de inteligencia y se lanzaron a sobre limpio sobre militares y políticos de confianza de Franco para influirle
La estrategia fue a gran escala: los ingleses impusieron a España presiones económicas, comerciales, políticas y diplomáticas; desplegaron al servicio secreto de inteligencia y, por si fuera poco, se lanzaron a sobre limpio sobre militares y políticos de confianza de Franco para que influyeran en él. Reino Unido necesitaba a España; a Alemania sólo le venía bien, pero no le era indispensable. Viñas derriba tópicos a hachazo limpio. Como el encuentro entre Franco y Hitler en Hendaya. Y señala con el dedo hasta la incomodidad. Como cuando explica que los generales franquistas querían que Ramón Serrano Suñer "tuviera un accidente" [porque él apoyaba la alianza con Hitler]. Está dispuesto a arremeter contra ese "sector de la sociedad española que no está dispuesto a enfrentarse con la realidad del franquismo": "Porque son de derechas, porque tienen una idea mítica del pasado, porque son prisioneros aún de la propaganda que el caudillo les dio en escuelas o universidades".
Viñas le dedica hasta un pie de página a Rajoy. Le guiña para que se anime a retomar la desclasificación de documentos, paralizados desde que entró en el Gobierno. "Los británicos siguen una política sistemática de desclasificación anual. Tendrá sus más y sus menos, pero debería sonrojar al Gobierno presidido por Mariano Rajoy". Él aprieta. Hasta que -quiera o no el poder político- no quede ni un mito en pie.
¿Hubo soborno directo a Franco por parte de Reino Unido? ¿Hubo enriquecimiento personal del Caudillo?
El enriquecimiento personal de Franco tuvo otros canales, como lo demostré el año pasado en La otra cara del Caudillo. Imposible eso. ¡Impensable! -ironiza de nuevo-. Aquí se obró por vía indirecta a través de personas muy próximas a él, entre ellas, su hermano, Don Nicolás Franco. Y varios generales de los cuales dos militares estaban en el gobierno: José Enrique Varela, ministro del Ejército; y Valentín Galarza, ministro de Gobernación. Y luego otros generales, no todos ellos identificados, pero sí se conocen a Kindelán, Orgaz, Aranda... y hay indicios de algunos otros a los que se compró a través del banquero Juan March, con cantidades muy importantes. Nada de propinillas. Muy importantes.
¿Por qué España no era tan importante para Hitler pero sí para Churchill?
Por Gibraltar. Si los españoles se alinean activamente con las potencias del Eje, Gibraltar corría peligro, y Gibraltar era pieza clave en el dispositivo de defensa británico. ¿Por qué? Porque entre el año 40 y el año 43, donde realmente los británicos combaten contra Hitler y contra Mussolini, es en el norte de África. Es ahí donde se juega para los británicos la guerra durante tres años. En el año 39, Gibraltar no tiene demasiadas defensas. Y entonces es susceptible a un ataque español apoyado por Alemania. Reino Unido necesita tiempo para hacer de Gibraltar una fortaleza inexpugnable.
Pero para los alemanes Gibraltar no era tan importante, porque España no era tan importante para Hitler. Es verdad que Hitler hubiera preferido que Franco entrara en guerra, pero no era vital. ¿Y por qué? Porque Hitler en el mes de julio y agosto del 40 ya está mirando hacia la Unión Soviética. Ese es su objetivo, no Inglaterra. Hitler se creía que si se cargaba a los rusos, Inglaterra caía sola. Era el cuento de la lechera. Pero bueno, nadie dice que Hitler fuera un gran estratega. Eso sólo lo creen los nazis.
El historiador Ángel Viñas.
El historiador Ángel Viñas. 
¿Por qué Hitler y Franco no llegaron a ningún acuerdo en Hendaya?
Veamos: en ese encuentro se ven para aclarar las condiciones en las cuáles España entrará en guerra. Está precedido por tanteos españoles desde el mes de junio del 40. Franco dice a Hitler que él quiere entrar en guerra y los alemanes le toman la palabra, pero lo que no logran es ponerse de acuerdo en las condiciones y en el momento, sobre todo en el momento. Aquí no digo nada nuevo. Lo que yo aporto ahí es el porqué.
En resumidas cuentas, lo que Hitler no hace -no se atreve a hacer- es escribir una carta a Franco comprometiéndose a atender sus deseos de reparto colonial. Es decir, dar Marruecos, Argelia, etc, a España. No. ¿Y por qué no se atreve? Porque piensa que los españoles serán incapaces de guardar ese compromiso escrito, que los franceses se van a enterar y que los franceses de Marruecos, que eran leales a Vichy -el gobierno de la Francia ocupada- se rebelarían, claro. Y no se atreve. Y sin saberlo, tiene razón, porque a las 24 horas del encuentro de Hendaya, ya los ingleses saben lo que ha pasado: se lo cuenta alguien que está en el séquito de Serrano Suñer.
¿Cómo afectó esta indecisión de Hitler a la hora de que Franco fuese convencido por sus generales?
Franco estaba esperando la cartita. Dale que te pego con la cartita. Yo lo llamo "la cartita" en plan irónico. "¡Quiero mi cartita!", esperándola hasta prácticamente el mes de junio del 41. Y la cartita no llega. Entonces claro, la operación SOBORNOS influye en ese momento determinantemente, porque los generales, militares comprados y Nicolás Franco le empiezana presionar. La idea de SOBORNOS siempre fue "no nos metamos, porque podemos salir trasquilados". Y claro, Franco no tiene nada que ofrecer a sus generales, porque no tiene la cartita. Además, los ingleses, además de todas las presiones, empiezan a desarrollar un sistema de inteligencia, de espionaje en España que no tenían al principio... al final cuentan con una red inmensa de espías.
¿Y en cuanto al papel de Ramón Serrano y la posibilidad de que "tuviese un accidente"?
(Ríe). Eso es una cosa... al final la situación llega a ser tan tensa, que algunos generales realmente lo intentaron. Dice el embajador "me han venido a ver unos amigos... que me dicen que si no sería conveniente que Serrano tuviera un accidente". Se planteó en serio, pero en Inglaterra no se le da luz verde a ese asesinato y no se lleva a cabo. De todas maneras, hay un ministro amigo de Serrano -de Industria y Comercio, Demetrio Carceller, que también era falangista- que también llegó a decir "Pues qué pena que Serrano no tenga un accidente...". Serrano no era un hombre amado. Todo el mundo veía en él -los ingleses y gran parte de los españoles- que llevaría a España a la ruina, a una alianza con Hitler.
Me interesa lo que dice sobre la desclasificación de documentos que se hace anualmente en Reino Unido... algo que con lo que no comulga Rajoy.
Lo que Rajoy ha hecho, que Dios le tenga en su gloria por muchos años, es paralizar la desclasificación. Por lo menos, en los archivos de Defensa. Bueno, digo Rajoy pero quien lo ha hecho es el ministro de Defensa.
¿Y por qué?
¡Ah! Eso hay que preguntárselo al señor ministro de Defensa, que ojalá dentro de poco lo deje. Luego tendrá ocasión de explicarlo.
Pero alguna teoría tendrá usted.
Oh, sí, yo tengo dos teorías. Dos hechos. En primer lugar, el señor Morenés ha dicho que el ejército tiene otras cosas de que ocuparse. ¡Menos mal! Estoy totalmente de acuerdo. Imagínate un ejército tratando de desclasificar ahí afanosamente papeles... ¿dónde estaríamos en seguridad? Pero es que los papeles que hay que desclasificar ya están identificados. Desde antes de que llegara Morenés. En segundo lugar, Morenés ha dicho que "esto puede incomodar a amigos, a países amigos". Claro. Puede incomodar a la Francia de Vichy, a la Francia de Pétain, al Tercer Reich. O sea, que no. Que esas no son excusas. Yo tengo una tesis y es que este gobierno del PP tiene miedo a la Historia, tiene miedo al pasado, ¡le da pavor!
¿Por qué siguen protegiéndolos?
Siguen protegiendo los esqueletos que están en el armario, pero en fin, dicho esto, en los gobiernos anteriores -incluso los de Aznar- hicieron una política de desclasificación aceptable. Muy aleatoria, porque no hay reglas realmente muy claras, pero algo se podía hacer. ¡Incluso Aznar desclasificaba más documentos que Rajoy!
¿Está relacionado con el auge de la Memoria Histórica?
Supongo que sí.Les da pánico. El hecho de que hayan paralizado, que hayan dejado vacía de contenido la Ley de Memoria Histórica eliminando las subvenciones para las exhumaciones y tal y estudios de Memoria Histórica... en fin. Eran cinco millones de euros, eh, ¡el chocolate del loro! ¡El chocolate del loro! Pero eso se ha eliminado. Y si se hace algo en términos de Memoria Histórica es porque las comunidades autónomas, que no todas ahora están gobernadas por el PP, están haciendo cosas.