El ayuntamiento acepta tapar el nombre del líder de la Falange, pero descarta el traslado al considerar que cumplió las directrices de la conselleria

Lugar donde están instaladas las placas en el cementerio / Levante-EMV
Josep Cortés
La Asociación de Familiares de Víctimas del Franquismo ha reclamado de nuevo al Ayuntamiento de la retirada de las placas que, bajo el lema “Caídos por Dios y por España”, instaló en el cementerio municipal tras desmontar el monumento de la plaza del Progreso dedicado a las víctimas de la Guerra Civil y amenaza con denunciar el caso a la fiscalía si el ayuntamiento no rectifica. La entidad considera que la presencia de estas inscripciones en un espacio de pública concurrencia representa un ataque a la memoria democrática, supone una humillación a las víctimas y vulnera la ley estatal de memoria democrática. El presidente de la asociación, Eduardo Ortuño, considera que la exhibición de estas placas representa una “incoherencia política” y una “contradicción ética” dado que se trata de una legislación impulsada por el PSOE que, a su juicio, incumple un gobierno socialista. El PSPV gobierna en Benifaió con mayoría absoluta.
El portavoz del PSPV en el ayuntamiento, el teniente de alcalde Xavier Martínez, por su parte, ha insistido en que el ayuntamiento siguió las directrices de la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, tras la consulta elevada en su día, que señaló que, con criterio general, este tipo de vestigios se debían trasladar al cementerio aunque, en esta ocasión, señaló la voluntad de tapar aquellos elementos de las placas puedan interpretarse como enaltecedores del como, en este caso, el nombre del dictador José Antonio Primo de Rivera. Martínez ha incidido que, por su ubicación y tipología, no resulta fácil leer el contenido de las placas.

Plano general de las tres placas. / Levante-EMV
Memoria histórica
Las placas con la inscripción «Caídos por Dios y por España» incorporan un listado con algunas de las personas que murieron durante la Guerra Civil, entre las que destaca con un mayor tamaño el nombre de José Antonio Primo de Rivera. Formaban parte de un monolito ubicado en la plaza del Progreso, que fue desmantelado y, tras su paso por el almacén municipal, se reubicaron en el cementerio, lo que ya provocó las quejas de las entidades memorialistas a finales del año pasado, como informó . Las placas ocupaban unos huecos que se realizaron a medida y junto a las dos de mayor tamaño se ha colocado una tercera, más pequeña, en honor a todas las víctimas de la Guerra Civil. La asociación recrimina lo que considera un incumplimiento de la ley por parte del ayuntamiento, ya que, argumenta, “el cementerio no es lugar para las placas porque es público y lo convierte en un escenario de blanqueo del fascismo y es una humillación a las víctimas”. Eduardo Ortuño, no obstante, señala que la placa en honor al conjunto de las víctimas sí que se puede conservar porque “no hace ninguna apología y se entiende que es de todas las víctimas”.
“El cementerio no es lugar para las placas porque es público y lo convierte en un escenario de blanqueo del fascismo y es una humillación a las víctimas”
El ayuntamiento siempre ha defendido que el traslado al cementerio cumplía con la resolución de conselleria, si bien ahora, tras las conversaciones con las entidades memorialistas, anuncia la intención de “tapar los elementos que enaltezcan al fascismo, como el propio nombre de José Antonio Primo de Rivera”. Asimismo, Xavier Martínez descarta el traslado de las placas a una nueva ubicación.
Ortuño anuncia que si el ayuntamiento mantiene su negativa a retirar las placas denunciará a la fiscalía su presencia en un recinto público por la vulneración. El defiende que este tipo de vestigios se pueden conservar únicamente en museos o espacios de carácter estrictamente histórico, “pero nunca para rendir homenaje”.
Por otra parte, la asociación también exige la retirada de las placas del Instituto Nacional de la Vivienda con el escudo de la Falange i de la CNS situadas en la calle Papa León XIII.

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