
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, firmará hoy con la presidenta del Cabildo de Fuerteventura, Lola García, la subvención del Gobierno de España para el proyecto museístico Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía.
Así lo recordó ayer el departamento ministerial, que señala que dicha instalación fue un centro en el que la dictadura franquista recluyó y condenó a trabajos forzados a personas homosexuales. La rúbrica tendrá lugar este lunes, a partir de las 12.00 horas, en la sede del Cabildo majorero.

La Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía fue un campo de concentración durante la dictadura franquista, ubicado en la aldea de Tefía, perteneciente al municipio de Puerto del Rosario. Activa entre 1954 y 1966, servía para la reclusión de presos comunes y políticos, y para la supuesta “reeducación” de homosexuales. En la actualidad, este equipamiento funciona como albergue juvenil.
“Los internos eran sometidos a condiciones inhumanas, trabajo hasta el agotamiento, palizas y otros castigos”
La represión de la homosexualidad, conducta que el franquismo consideraba indeseable, fue legalizada por la modificación de 1954 de la Ley de vagos y maleantes, a través de la que se persiguió a las personas en razón de su orientación sexual real o presunta, y que permitía la reclusión de uno a tres años de personas homosexuales, que eran consideradas un peligro social.
Bajo esa norma, homosexuales y transexuales fueron confinados en los denominados “centros de trabajo” y “colonias agrícolas penitenciarias”, auténticos campos de concentración de trabajo forzado, en los que eran sometidos a condiciones inhumanas, trabajo hasta el agotamiento, palizas y otros castigos corporales y hambre.

La Colonia Agrícola-Penitenciaria de Tefía fue establecida mediante la orden ministerial del 15 de enero de 1954, en un antiguo cuartel de la Legión, cuyo terreno había sido un aeródromo durante la Guerra civil. La apertura de las instalaciones se realizó el 11 de febrero.
No sólo albergó entre 80 y 100 homosexuales durante su existencia, sino también estaban internados algunos presos comunes y también presos políticos. Los terrenos alrededor del lugar son un desierto pedregoso. La vida en el campo de trabajo fue dura, desde labores agrícolas hasta mano de obra forzada e instrucción militar, pasando por torturas, hambre y represión sexual. Durante su existencia, fue dirigido por un carmelita castrense de Vitoria. A los confinados se les hacía trabajar hasta la extenuación y eran sometidos a maltratos habituales.


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