dissabte, 22 de desembre del 2012

Reforma Agraria y Guerra Civil en Casas Viejas. Y 5


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En relación a Peñuelas y la Herradura cuenta Suárez:” pero el segundo año vino el Movimiento, cuando estaba en plena recolección, los echaron y se quedaron con todo, y menos mal que no les mataron como era costumbre de ellos”. Sobre Valcargado “esta la respetaron pero la compró Don Alvaro Domecq, y les pagó una pequeña cantidad y se marcharon”. Por lo que respecta a los campesinos de la finca de la Almoraima con la llegada de la Guerra Civil “corrieron la misma suerte, los echaron y se quedaron con todos los ganados y sementeras”.
De lo que pensaba José Suárez sobre el problema agrario y la forma de solucionarlo es muy significativo el siguiente párrafo extraído de sus memorias: “De no haber venido el Movimiento, en la provincia de Cádiz el paro hubiera dejado de existir, y además la producción se hubiese triplicado, y no habría huelgas, ni desordene de ninguna clase puesto que cuando el obrero tiene cubiertas sus necesidades piensa de distinta manera y se vuelve más humano y más comprensivo. El hambre es muy mala consejera, porque calienta los sentimientos humanos y envenena a quien la padece de forma tal, que se vuelve una fiera capaz de cometer robos y toda clase de fechorías. De todo esto lo culpan las autoridades a él, sin tener en cuenta los motivos que le empujaron a llegar hasta allí”.
Es muy fácil caer en la tentación de pensar en que hubiera ocurrido en esta zona de no haber llegado la Guerra Civil. En estos casos recurro a aquello de “Si mi abuela tuviera ruedas, no sería mi abuela, sería una bicicleta”. Independiente de ello, el problema era tan grave y el intento de solución tan serio que sólo se explica el resultado en el contexto de una década, la de los treinta, violenta, inestable y radical. La forma en que se solucionó el conflicto explica después como en estas tierras, en los años sesenta,  se impusieron luego otros proyectos de reforma agraria de carácter más técnico como el de Las Lomas, olvidándose el matiz social,  con los cuales se produjo la verdadera modernización de la zona y la fase final de la crisis de la agricultura tradicional. La economía agraria tradicional se vio sustituida por la emigración, las Lomas, la construcción. La primera se cortó a raíz de la crisis del petróleo del 73, la segunda empezó en los noventa una lenta transformación que la ha llevado a perder influencia en la economía de la zona y la construcción cayó a partir de 2007 cuando se desinfló la burbuja inmobiliaria. En la actualidad la zona vive una profunda crisis. Si existe relación de esta con la forma de solucionarse el problema agrario en la década de los treinta y de los sesenta es una cuestión para un debate que a mí me parece muy interesante.
En la fotografía Suárez Orellana