diumenge, 24 de març del 2013

28 DE MARZO 1939, PUERTO DE ALICANTE, 23.00 HORAS.

28 DE MARZO 1939, PUERTO DE ALICANTE, 23.00...
24 de marzo de 2013 12:35
28 DE MARZO 1939, PUERTO DE ALICANTE, 23.00 HORAS.

Una carrera agotadera desde la estación de ferrocarril de Alicante donde llegaban los trenes procedentes de Granada. Ese era el último tren. Nos había recogido en Elche donde llegó abarrotado de los republicanos que pretendían llegar a tiempo de alcanzar a embarcar en ese barco de nombre extraño que habría de salvarles,
El puerto me parecía tan alejado, mi madre y el tío Andrès me llevaban en volandas cogiendoME cada uno de una mano. Mi boca seca me impedía respirar. Estaba acostumbrada a aceptar cualquier situación que se presentara. Los dos años que papá había pasado en la guerra, los iempos de ausencia de mamá recorriendo los pueblos de la Vega Baja para intentar conseguir algo de comida, mis soledades y mis miedos me habían enseñado a no quejarme. Ahora al menos íbamos juntos, mi hermana y yo teníamos a nuestros padres junto a nosotros y la mano del Tío era fuerte y me tenía bien agarrada...
Ya era de noche. Llegamos al puerto y encontramos una cola que nos detenía en un ángulo desde donde sólo yo veía gente, mucha gente que avanzaba lentamente y casi no alzaba la voz para hablar...Por fin una mole que me pareció enorme y que iba engullendo toda esa gente que me precedía.
Subimos una pasarela que nos abocaba a un espacio extraño que ya iba abarrotado. Me vi levantada en brazos para dejarme en suelo que casi firme. Esos brazos fuertes y seguros que me acogían me parecieron el regalo que yo había buscado como una promesa: Eran los brazos de Capitan Archibold Dikson!
En ese barco iban las esperanzas de salvación, superiores a toda la decepción, el dolor de la separación, la angustia de lo vivido y el miedo a la muerte. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños... El Stanbrook nos parecía a todos la fuerza y la salvación que íbamos buscando. La derrota parecía menos dura. El pequeño barco carbonero sin asientos, sin comodidad alguna, sin espacio para acomodación nos estaba ofreciendo la vida. Era su capitán el que nos transmitía seguridad y confianza. Nos estaba dando su barco, y con él su capacidad de servicio y de comprensión...
Esa noche más de tres mil personas volvimos a nacer. Nadie nos ofrecía ni una estancia cómoda ni una vida fácil en ese país que nos acogería con mucha desconfianza . Esa noche lo único que nos podía ofrecer el Capitan Dikson era ¡LA VIDA.!

EN RECUERDO DE ESE 28 DE MARZO DE 1939, EN RECUERDO DEL STANBROOK, EN RECUERDO DEL CAPITAN DICKSON Y SU TRIPULACIÓN GRACIAS .

Los que viajaron con nosotros y todavía estén con vida, los que hayan tenido a alguien que fuera en el Stanbrook, todos los que hayais tenido noticia de esa noche y ese barco, acompañadnos esa noche del 28 de marzo desde vuestros lugares de residencia, desde vuestros hogares, o acompañandonos a los que vamos quedando del Ateneo en Elche, ante el monumente de "Nazario González Monteagudo". Allí estaremos un rato para honrar ese recuerdo de esa noche en que todos volvimos a nacer.
Estaremos entre las 22,30 y 23,00 horas (hora en que zarpó el Stanbrook)

¡GRACIAS!

Helia González Beltrán
Presidenta del ATENEO REPUBLICANO "NAZARIO GONZÁLEZ MONTEAGUDO" DE ELCHE