Imagen de archivo de una fosa común de la Guerra Civil. (ARMH/EUROPA PRESS)
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La asociación de familiares de represaliados en el monte de La Pedraja (Burgos) durante la
Guerra Civil está
aportando dinero para que sigan realizándose análisis para
identificar los restos que exhumaron en dos fosas comunes, en 2010 y 2011, ha informado su presidente, Miguel Ángel Martínez.
Martínez ha recordado que las exhumaciones se realizaron en 2010 y 2011 con ayudas del Gobierno, gracias a la
Ley de Memoria Histórica, pero los apoyos finalizaron con la entrada del Ejecutivo actual.
Los familiares acordaron en una reunión abrir una cuenta en una entidad bancaria e ir aportando cantidades en la medida de sus posibilidades, como única forma de no parar los trabajos de identificación.
El presidente de la asociación ha considerado "injusto" que personas a las que asesinaron un familiar tengan también que pagar por su identificación casi ochenta años después.
Análisis de ADN
Hasta ahora se han practicado las pruebas de ADN a cincuenta de los 135 cadáveres cuyos restos se localizaron en las fosas de La Pedraja, aunque sólo se ha logrado relacionar con sus familias a cuatro de ellos.
El mal estado de muchos restos hará que a algunos ni siquiera se les pueda extraer materia orgánica para los análisis de ADNLos restos de los cadáveres se encuentran en un laboratoriode la Universidad del País Vasco en Vitoria, gracias a la sociedad de ciencias Aranzadi, aunque el mal estado de muchos de ellos hará que a algunos ni siquiera se les pueda extraer materia orgánica para los análisis de ADN.
El presidente de la asociación ha recordado que los cuerpos se encontraban en un estado de descomposición muy avanzado, que incluso complicó su extracción y eliminó algunos restos que también podrían haber ayudado a su identificación.
Miguel Ángel Martínez ha añadido que en parte de los casos en los que se puede practicar la prueba de ADN es difícil encontrar los rasgos familiares en la prueba genética, porque se comparan los restos con supuestos descendientes de segunda o tercera generación y a veces sólo han encontrado a uno de ellos, por lo que en varios casos no se ha podido establecer el nexo familiar con certeza.