Se me ocurre un día normal, entre semana, cerrado a turistas despistados, y aprovecharlo. Un bombazo para destrozarlo (los, las) enterito(s) hasta los cimientos. Primero, haberlo vaciado de los miles de tumbas apiladas de trabajadores o rojos: dejar sólo dos, las que llenan ámbitos... De Cuelgamuros al cielo, como Carrero.
El siniestro mausoleo alberga una escuela en la que estudian alrededor de cincuenta niños de entre 9 y 14 años. La película documental 'A la sombra de la cruz', del italiano Allessandro Pugno, muestra la vida en ese internado y la doctrina sectaria que reciben los alumnos
Aberración sobre aberración. A la Iglesia católica le debió parecer poca barbaridad convertirse en cómplice de Franco y sus secuaces en la construcción del siniestro Valle de los Caídos -casi diecinueve años de trabajos forzados, que se cerraron con 27.000 obreros muertos-, así que decidió mantener ese espíritu fanático y perverso y estableció allí mismo, en el tétrico espacio del mausoleo, una escuela. Todavía hoy, en pleno siglo XXI, alrededor de cincuenta niños de entre nueve y catorce años estudian allí, donde reciben la doctrina sectaria de un grupo de benedictinos. Platón es el responsable de la destrucción de las familias, el calentamiento global del planeta no existe... son algunas de las enseñanzas que reciben estos niños, tal y como se muestra en la película documental A la sombra de la cruz, del italiano Allesandro Pugno, que reconoce que "la sensación física al estar en el Valle de los Caídos es de miedo". El filme se presenta ahora en el IV Festival Márgenes.
Premio al mejor Documental en el Festival de Cine Español de Málaga, la película recorre el Valle de los Caídos con un antiguo alumno que vuelve para tomar los hábitos y, en paralelo, con unos padres y su hijo, nuevo interno en el centro religioso. A partir de ahí, la cámara muestra las dependencias en las que viven los niños y los sacerdotes, los oficios religiosos en los que participan, las actividades deportivas, las charlas de los religiosos a los alumnos... No hay doctrina en la película, las imágenes y las secuencias escogidas hablan por sí solas.
Pugno: "La sensación física al estar en el Valle de los Caídos es de miedo""Me han llamado fascista y comunista, religioso meapilas y matacuras", dice el director de la película refiriéndose a las reacciones ante ésta. Sin embargo, su postura está, como él mismo dice, "totalmente matizada". Imágenes de una antigua corrida de toros y de una tenebrosa procesión de Semana Santa en pleno franquismo abren el documental, que recoge la emisión del NO-DO del 1 de abril de 1959, día en que se inauguró la basílica.
"Se han cumplido veinte años de la victoria nacional y éste es el momento indecible en que se inaugura la gran basílica. Tiene la grandeza de los monumentos antiguos que pueden desafiar al tiempo y al olvido. Constituye un lugar de meditación, de estudio y de reposo en que las generaciones sucesivas rinden tributo de admiración a los que les entregaron una patria mejor. Portador de este legado es el generalísimo Franco". Son las palabras del narrador del noticiario, que escuchadas hoy consiguen erizar el vello a cualquiera. Y, sin embargo, lo espeluznante es que la sensación de horror se mantiene intacta cuando la cámara está instalada ya en nuestros días.
"¿Si una persona dice que dos más dos son cuatro y otra dice que dos más dos son cinco, cuál tiene la verdad?" los niños responden a coro: "La que dice que dos más dos son cuatro" "Si una persona dice que de día ve el mar azul y otra dice que lo ve negro, quién tiene razón", continúa el sacerdote. "La que dice que lo ve azul", contestan los alumnos. ¿Si una persona dice que Dios existe y otra dice que Dios no existe, quién dice la verdad? Naturalmente, los niños responden que la primera, a lo que el cura añade una pregunta más: "Por lo tanto ¿la verdad existe?" Un "sí" unánime de los pequeños, que el religioso remata con un "y al mundo de hoy le falta creer en la verdad".
Un sacedorte a los niños: "Platón era un gran filósofo de la antigüedad pero él destruye a la familia"Si no fuera tan tremendo, nos reiríamos con esta escena tanto como con aquel episodio de Los Simpson (El hombre mono, temporada 17, episodio 377) en que la pequeña Lisa es juzgada por defender el evolucionismo y a Darwin frente al creacionismo. Pero A la sombra de la cruz no da ninguna risa. "Esparta era la ciudad en la que el Estado lo dominaba todo. A los siete años los niños eran apartados de sus familias y el Estado se encargaba de su educación. Platón era un gran filósofo de la antigüedad pero él destruye a la familia. En el Estado de Platón no hay familia. Los padres y los hijos no se conocen entre sí y el Estado es un todo absoluto que domina la educación de los niños. Los está educando en sus esquemas", les suelta con absoluta determinación, y una sonrisa amabilísima, uno de estos sacerdotes a los pequeños.
"Es una cosa casi de ciencia-ficción", dice el director de la película en una videoconferencia, donde califica el lugar como "la cuna de un pensamiento nacionalcatólico que todavía está vigente, que funciona". Un pensamiento arropado en esta escuela por el dinero de Patrimonio Nacional, que concede cada año una subvención (en 2013 fue de 340.000 euros), de la que se benefician el colegio y la escolanía y se conceden unas becas.
IV FESTIVAL ONLINE MÁRGENES
Producida por Antonio Saura Medrano, la película A la sombra de la cruz se presenta dentro del IV Festival Márgenes, que se celebrará entre el 4 y el 31 de diciembre, y que se inaugura con Basilio Martín Patino. La décima carta, de Virginia García del Pino.
Doce títulos compiten este año en el certamen en Sección Oficial. Entre ellos se encuentra la historia del grupo de vecinos que se organizó en un comité para luchar por la justicia del joven asesinado por los carabineros en Chile en 2011 (Crónica de un comité, de José Luis Sepúlveda y Carolina Adriazola); el relato apasionante de Clara Puyo Jornet, la militante comunista que escapó de la prisión de Les Corts de Barcelona por la puerta principal (El gran vuelo, Carolina Astudillo); el retrato de Brian Haw, convertido en símbolo de la paz (Cartas desde Parliament Square, de carlos Serrano Azcona)...
Otros títulos que aspiran al máximo galardón son: África 815, de Pilar Monsell; El rostro, de Gustavo Fontán; Los ausentes, de Nicolás Pereda; Carmita, de Israel Cardenas y Laura Amelia Guzmán; Lacrau, de Joao Vladimiro; Las altas presiones, de Ángel Santos;Propaganda, de MAFI.TV; Todas las cosas que no están, de Teresa Solar Abboud; y Vida activa, de Susana Nobre. Fueran de competición, también en Sección Oficial, está programada Favula, Raúl Perrone.
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