María Torres / 23 febrero 2015
De todos los puntos que figuraban en el programa del Frente
Popular para las elecciones del 16 de febrero, el que habla penetrado más
en la fibra íntima del pueblo era la concesión de la amnistía. El número de
recluidos en las prisiones y penales constituía un motivo de latente malestar
que pesaba sobre la vida española. En Cataluña, el hecho de que varios miembros
de la Generalitat (Presidente Companys y consejeros) estuviesen encarcelados,
impedía la normalidad política, por tener apartados de sus cargos de Gobierno a
los que habían sido elegidos por voluntad popular.
Tras la dimisión de Portela Valladares, Manuel Azaña formó gobierno el 19 de febrero.
Ante los continuos tumultos y manifestaciones exigiendo que los presos de
octubre fuesen liberados, el presidente del Consejo propuso a la Diputación
Permanente de las Cortes un decreto de
amnistía.
Leer más.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada