La importancia de recordar. La asociación Recuperación de la Memoria Histórica se preocupa de dar respuestas a los familiares de las víctimas del franquismo.

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Amaya Uribarri 25/02/2015

Hay personas que sí recuerdan qué es lo que pasó en Burgos capital y provincia durante el franquismo. Todavía quedan muchas mujeres, hijos y nietos de aquellos 3.000 burgaleses que sufrieron la mortal represión de aquellos años. Y si bien la Interpol ordena detener a aquellos cargos relacionados con las torturas de la dictadura y las Naciones Unidas recuerdan a las autoridades que las desapariciones forzadas suponen un crimen de lesa humanidad, lo que mueve a los integrantes de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica no es un espíritu de revancha sino simplemente saber dónde están sus familiares. «Entré en la asociación cuando descubrieron la fosa en la que estaba mi abuelo y mi tío», explica Lourdes Sastre, miembro de la junta directiva. «Fue en 2004 y tardé mucho en creérmelo y más, en decírselo a mi madre». El caso de Lourdes Sastre no es distinto que el de otras muchas familias en las que a la desaparición de un ser querido, siguió una especie de dannatio memoriae. «En casa no hablábamos del tema, sabíamos que mi abuelo y mi tío habían estado en la prisión de Burgos y luego... nada, el vacío».

Dar respuestas es el objetivo de esta asociación y el centro de sus actividades es la realización de campañas de exhumación de las numerosas fosas comunes que hay en la provincia. Se ha trabajado en Sedano, Covanera, Mambrillas de Lara, Pinilla de Barruecos, Villafranca Montes de Oca y en Estépar en dónde se han excavado tres fosas y se ha identificado una cuarta. «Ha sido la campaña más importante. Encontramos 75 restos humanos y contamos con la colaboración del médico forense Francisco Echevarría, que se está ocupando de dar nombre a cada resto», añade Sastre.

La financiación de este colectivo y de sus actividades se realiza, además de con las cuotas de los socios que es de 35 euros anuales, con donaciones anónimas y de otras asociaciones. «El año pasado la asociación Jóvenes Denuncian donó la recaudación obtenida en sus actividades», explica Sastre. Además, otros colectivos como Espacio Tangente organizaron un crowdfunding para conseguir fondos para las exhumaciones de Estépar. «Durante el gobierno socialista tuvimos alguna financiación, pero ahora no tenemos ningún apoyo por parte de las instituciones, ni siquiera nos responden cuando hemos solicitado un local para tener una sede propia», explica Sastre.

Las actividades de la asociación no se limitan a las excavaciones, también organizan charlas, presentaciones de libros y van a dar conferencias a los institutos para llevar testimonios reales de personas que vivieron la represión, la Guerra Civil y explicar a los chicos la importancia de vivir en democracia. «Es muy gratificante ver el interés que despierta la historia, cuando tienen la ocasión de verla de cerca los chicos de 17 a 15 años», comenta Sastre y añade que algunos de estos jóvenes se acercan a la asociación en busca de más información. «Porque estos chicos quieren saber qué es lo que pasó de primera mano».

Entre los proyectos que quiere realizar este colectivo en un inmediato futuro está una nueva campaña de exhumaciones en Estépar. «Queremos abrir esa cuarta fosa. Estamos buscando financiación porque aunque somos todos voluntarios, es una actividad que tiene un coste», concluye Sastre.