martes, 28 de julio de 2015
Efectivamente. Más que de augur en su archiconocida enganchada con el arrepentido Unamuno, Millán Astray oficia en Salamanca de habilidoso propagandista de la mortífera hoja de ruta redactada por el director Mola y explotada hasta la saciedad por Franco. El contrito don Miguel, el mismo que había servido de alimento espiritual para la rudimentaria ideología inspiradora de la sublevación, el mismo compungido rector de Salamanca que arremetía a mediados de los 30 contra el populacho y los nacionalismos centrífugos amunicionando conjuras y traiciones, el mismo que apoya el putsch desde sus inicios, el apologeta del golpe de timón contra la República se espanta ante la matanza de propios y extraños y estalla --ante la indignación de los matarifes-- lanzándoles su eterno "Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha". Pero la estremecedora réplica que le espeta el bárbaro tullido, su tétrico "¡Viva la Muerte, Muera la Inteligencia!" no es un exabrupto desafiante ni premonitorio; es sólo la expresión definitoria de un método. La perversa liturgia que define su ejecución se ha planificado desde hace años en complicidad con la curia, la nobleza, el gran capital y los aliados nazis y fascistas, los cuales la vienen practicando intramuros en Alemania o colonialmente en las planicies y laderas montañosas de Abisinia. Una palabra la resume: exterminio.
Y los demonios se hicieron los amos de la tierra. Fuente: www.jotdown es
Y es así: con objeto de retrotraer a la sociedad que sueña con ser libre al statu quo anterior a la República, sólo hay un camino, el exterminio. Como decía Mola, como decían Queipo y Franco, hay que amedrentar, hay que aterrorizar no sólo a los resistentes sino a todos aquellos que puedan suponer en el futuro una amenaza para el retorno del viejo Orden estamental. Y así, todos, todos los militares y guardias opuestos de palabra al golpe son asesinados; todos, todos los concejales y alcaldes frentepopulistas de las ciudades y pueblos conquistados son liquidados; todos, todos los militantes de partidos y sindicatos que han mostrado resistencia, incluso con una simple huelga de brazos caídos, son exterminados. 75 años después parece difícil de creer. Algún iletrado me acusará de manipulador, pero éstas son expresiones literales tomadas de bandos de guerra, instrucciones reservadas, discursos patrióticos y soflamas radiofónicas de Jefes y jefecillos. Y qué mejor que continuar el genocidio en los intelectuales que han subvertido el divino orden natural: poetas, escritores, dramaturgos, músicos, actores, pintores, escultores, cartelistas, caricaturistas, dibujantes, periodistas, ensayistas, profesores, maestros, catedráticos... Como cientos de miles de españoles, también son aniquilados miles de intelectuales. A resultas del terror sembrado, muchos escapan al exilio para no volver, para morir allí o para regresar al cabo de mucho años: Julián de Ajuriaguerra; Rafael Alberti; María Teresa León; Max Aub; Francisco Ayala; Arturo Barea; Corpus Barga; José Bergamín; Luis Buñuel; León Felipe; Pau Casals; Américo Castro; Luis Cernuda; Pompeu Fabra; Ramón Gómez de la Serna; Jorge Gillén; Pablo Picasso; Salvador de Madariaga; Clara Campoamor; Ramón Gaya; Claudio Sánchez Albornoz; Pedro Salinas; Juan Ramón Jiménez; Ramón J. Sénder; Alejandro Casona; María Zambrano...
Dalí, José Moreno Villa, Buñuel, Lorca y José Antonio Rubio. Madrid, mayo 1926. Fuente: EL PAIS
Otros muchos, alguno quizás simpatizante como Unamuno con el movimiento supuestamente renovador y otros manifiestamente contrarios a los sublevados y represaliados por ello, todos igualmente espantados ante tanta muerte, no osan moverse de España, se refugian en sí mismos, amurallan sus debilidades y se aislan por décadas, bastantes hasta su propio final. Vicente Aleixandre; Antonio Buero Vallejo; Salvador Espriú; Rosa Chacel; Josep Pla; Ortega y Gasset; Menendez Pidal; Pío Baroja... y un sin fin de escritores, pintores, escultores y músicos desubicados que se enclaustran en su propio exilio interior.
La coartada del tiránico régimen para tanta exterminio es la ya sabida: las muertes de Calvo Sotelo, José Antonio, Muñoz Seca, Maeztu, Onésimo... Y aplicando el escalofriante ábaco multiplicador de Queipo, por cada uno de los prójimos caen diez de los ajenos, o cien. Así, el verbo de Millán Astray se hizo hombre y habitó entre nosotros. Fatalmente. Gran parte de la intelectualidad española es asesinada, repentina o lentamente: Federico García Lorca en un barranco, Blas Infante en un solar, Besteiro y Miguel Hernández en las cárceles, Antonio Machado en el exilio...
Homenaje a Luis Cernuda (sentado, al frente de la mesa) en Madrid, en abril de 1936. De pie, de izquierda a derecha, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Pablo Neruda, José Bergamín, Manuel Altolaguirre y María Teresa León. Fuente: http://www.geocities.ws/jacr282002/bachillerato_2/literatura_2_bac/tema_7/capilla_poetica_europa.jpg
...y muchos, muchos más...:
Y la Muerte de la Inteligencia continúa y se expande como una letal peste sin control. En marzo de 1939, falangistas y franquistas se frontan las manos cuando los italianos atrapan en el puerto de Alicante a los 20.000 republicanos que no pudieron huir en el Stanbrook. Allí hay alcaldes, gobernadores civiles, militares de alta graduación, comisarios, sindicalistas... e intelectuales. Muchos intelectuales. Después de pasar por el viacrucis de un infierno indescriptible --el Puerto, Los Almendros, Albatera...-- son encerrados en la prisión de Alicante, paseados por unos en cualquier cuneta, fusilados por otros en la capital o llevados al matadero de Paterna. Y cientos son encarcelados, juzgados y condenados a penas milenarias. Uno de ellos era el caricaturista Bluff, Carlos Gómez Carrera, padre de "El sargento Canuto, un soldado que es muy bruto".
Autocaricatura de Carlos Gomez Carrera, Bluff. 1930. Fuente: www.laopinioncoruna.es
Los delatores de los verdugos lo reconocen, los vengadores lo juzgan y la superchería judicial fascista lo condena a muerte. Por dibujar caricaturas antifranquistas. A morir, por dibujar. Nunca tan pequeña ofensa se castigó con tanta desmesura. Luego, la sentencia le es conmutada por la inmediata inferior y Bluff pasa automáticamente a cumplir 30 años en la prisión de Valencia. Para redimir la condena, desde principios de 1940 Bluff se acoge al sistema de Rendención de Penas por el Trabajo del Patronato implantado por Acción Católica bajo la batuta del padre jesuita Pérez del Pulgar y comienza a colaborar en la revista "Redención", instrumento mediático de sometimiento destinado a la humillación del rojo izquierdista. A pesar de ser obligatoria y más que recomendable la suscripción a la revista, los presos le vuelven la espalda por considerarla con razón un arma más del opresor, pero Bluff empieza a dibujar monos, tiras y viñetas u nuevo personaje, "Don Canuto, ciudadano p[r]eso bruto" y gusta. Y un día, la dirección de Prisiones descubre que las suscripciones de reclusos han crecido repentinamente en un 100%. Y comienza a indagar hasta que de las pesquisas deduce que sólo hay un elemento perturbador que distorsiona su plan de dominio moral sobre los prisioneros: la doble lectura y los mensajes encubiertos que encierran las viñetas de Bluff.
Penúltima tira de Bluff publicada en "Redención" el 20 de abril de 1940. Fuente: feco-spain.blogspot.com.es
El slogan publicitario que una sombrerería hizo famoso para vender sus sombreros, induciendo a los compradores a adquirirlos para no ser tomados por rojos. Fuente: BNE.es
Y así, una semana, en la del penúltimo ejemplar en el que publica Carlos Gómez Cabrera, dibuja al desconcertado Don Canuto persiguiendo su sombrero arrebatado por el viento y descubriendo que hay miles de ellos tras un tapial. Y de ahí infieren que Bluff habla y refuerza la moral de los miles de rojos SIN SOMBRERO (tal como receta el lema publicitario) que siguen habitando las cárceles de este viejo y asustando país. Y a la siguiente semana, la última, los carniceros revientan al interpretar la última tira de pescadores embrollados como una alusión satírica a la pugna entre falangistas, tradicionalistas y franquistas por el Poder.
"Redención". 27 de abril de 1940. Fuente: feco-spain.blogspot.com.es
De forma inmediata, Bluff es apartado de la revista, maltratado, aislado, juzgado nuevamente y nuevamente condenado a muerte. Pero ahora sí es asesinado frente a un pelotón, en Paterna. El 28 de junio de 1940, la inteligencia de Bluff, la fina ironía de Carlos Gómez Cabrera, la sutileza de un intelectual al servicio altruista y generoso de la República española es acallada para siempre en asesinato alevoso, premeditado y deliberado, tras una descarga de fusilería, tras un tiro de gracia a manos de un esbirro cómplice que no puede evitar sin embargo que 75 años después el humor, la imaginación y la chispa de la Inteligencia al servicio de la Justicia sigan transpasando la frontera del Tiempo y de la Memoria. A pesar de Millán Astray.
Carlos Gómez Cabrera, Bluff, asesinado el 28 de junio de 1940. En la imagen, junto a su esposa María del Coro y su hija Olivia. Fuente: feco-spain.blogspot.com es
Y los demonios se hicieron los amos de la tierra. Fuente: www.jotdown es
Y es así: con objeto de retrotraer a la sociedad que sueña con ser libre al statu quo anterior a la República, sólo hay un camino, el exterminio. Como decía Mola, como decían Queipo y Franco, hay que amedrentar, hay que aterrorizar no sólo a los resistentes sino a todos aquellos que puedan suponer en el futuro una amenaza para el retorno del viejo Orden estamental. Y así, todos, todos los militares y guardias opuestos de palabra al golpe son asesinados; todos, todos los concejales y alcaldes frentepopulistas de las ciudades y pueblos conquistados son liquidados; todos, todos los militantes de partidos y sindicatos que han mostrado resistencia, incluso con una simple huelga de brazos caídos, son exterminados. 75 años después parece difícil de creer. Algún iletrado me acusará de manipulador, pero éstas son expresiones literales tomadas de bandos de guerra, instrucciones reservadas, discursos patrióticos y soflamas radiofónicas de Jefes y jefecillos. Y qué mejor que continuar el genocidio en los intelectuales que han subvertido el divino orden natural: poetas, escritores, dramaturgos, músicos, actores, pintores, escultores, cartelistas, caricaturistas, dibujantes, periodistas, ensayistas, profesores, maestros, catedráticos... Como cientos de miles de españoles, también son aniquilados miles de intelectuales. A resultas del terror sembrado, muchos escapan al exilio para no volver, para morir allí o para regresar al cabo de mucho años: Julián de Ajuriaguerra; Rafael Alberti; María Teresa León; Max Aub; Francisco Ayala; Arturo Barea; Corpus Barga; José Bergamín; Luis Buñuel; León Felipe; Pau Casals; Américo Castro; Luis Cernuda; Pompeu Fabra; Ramón Gómez de la Serna; Jorge Gillén; Pablo Picasso; Salvador de Madariaga; Clara Campoamor; Ramón Gaya; Claudio Sánchez Albornoz; Pedro Salinas; Juan Ramón Jiménez; Ramón J. Sénder; Alejandro Casona; María Zambrano...
Dalí, José Moreno Villa, Buñuel, Lorca y José Antonio Rubio. Madrid, mayo 1926. Fuente: EL PAIS
Otros muchos, alguno quizás simpatizante como Unamuno con el movimiento supuestamente renovador y otros manifiestamente contrarios a los sublevados y represaliados por ello, todos igualmente espantados ante tanta muerte, no osan moverse de España, se refugian en sí mismos, amurallan sus debilidades y se aislan por décadas, bastantes hasta su propio final. Vicente Aleixandre; Antonio Buero Vallejo; Salvador Espriú; Rosa Chacel; Josep Pla; Ortega y Gasset; Menendez Pidal; Pío Baroja... y un sin fin de escritores, pintores, escultores y músicos desubicados que se enclaustran en su propio exilio interior.
La coartada del tiránico régimen para tanta exterminio es la ya sabida: las muertes de Calvo Sotelo, José Antonio, Muñoz Seca, Maeztu, Onésimo... Y aplicando el escalofriante ábaco multiplicador de Queipo, por cada uno de los prójimos caen diez de los ajenos, o cien. Así, el verbo de Millán Astray se hizo hombre y habitó entre nosotros. Fatalmente. Gran parte de la intelectualidad española es asesinada, repentina o lentamente: Federico García Lorca en un barranco, Blas Infante en un solar, Besteiro y Miguel Hernández en las cárceles, Antonio Machado en el exilio...
Homenaje a Luis Cernuda (sentado, al frente de la mesa) en Madrid, en abril de 1936. De pie, de izquierda a derecha, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Pablo Neruda, José Bergamín, Manuel Altolaguirre y María Teresa León. Fuente: http://www.geocities.ws/jacr282002/bachillerato_2/literatura_2_bac/tema_7/capilla_poetica_europa.jpg
...y muchos, muchos más...:
- Leopoldo Alas Argüelles. Fusilado por ser hijo de Clarín. 20 de febrero de 1937.
- Ramón Acín. Pintor, dibujante, caricaturista, escultor, escritor, periodista y pedagogo revolucionario. Fusilado el 6 de agosto de 1936. Su mujer es fusilada el 23 del mismo mes y año.
- Lorenzo Aguirre Sánchez, Pintor y cartelista asesinado a garrote vil delante de todos sus compañeros en el patio de la cárcel de Porlier el 6 de octubre de 1942.
- Lorenzo Aguirre Sánchez, Pintor y cartelista asesinado a garrote vil delante de todos sus compañeros en el patio de la cárcel de Porlier el 6 de octubre de 1942.
- Francisco Albiñana Corralé. Arquitecto, artista e intelectual, brutalmente mutilado y asesinado el 3 de octubre de 1936.
- José María Alvariño. Poeta y tipógrafo. Asesinado el 28 de octubre de 1936.
- Benigno Bejarano. Periodista y escritor, gaseado por los nazis en el campo de Salzgitter-Watenstedt ( Baja Sajonia, Alemania). Verano de 1944.
- Roberto Blanco Torres. Crítico de arte, poeta y periodista. Asesinado el 3 de octubre de 1936.
- Roberto Blanco Torres. Crítico de arte, poeta y periodista. Asesinado el 3 de octubre de 1936.
- Dr. Sadí de Buen Lozano. Eminente científico investigador de la malaria, lepra y paludismo de fama mundial. Fusilado el 3 de septiembre de 1936.
- Alfredo Cabello Gómez. Escritor, crítico de cine, periodista. Asesinado en 1939.
- Aurelio Cabrera Gallardo. Profesor, restaurador, pintor, escultor y arqueólogo de gran valía. Asesinado el 26 de noviembre de 1936.
- Pedro Campón Polo, Artista polifacético, literato, pintor, músico, en 1941 regresa a España. Detenido y preso en la cárcel de Ondarreta, muere de tuberculosis.
- Pablo Marcelino Martín González del Arco. Escritor, periodista y Catedrático de Física y Química. Fusilado el 26 de abril de 1940.
- Emiliano Barral. Escultor de enorme fama, maestro del realismo escultórico español. Asesinado el 21 de noviembre de 1936.
- Emiliano Barral. Escultor de enorme fama, maestro del realismo escultórico español. Asesinado el 21 de noviembre de 1936.
- Lorenzo Victoriano Aguirre Sánchez. Pintor, dibujante, caricaturista, escenógrafo, ilustrador y cartelista de enorme prestigio. Asesinado a garrote vil el 6 de octubre de 1942 en Porlier, obligando al resto de compañeros presos a asistir al asesinato de un rojo pervertido y falso artista.
- Lucas Castrillo Ortuoste. Dibujante y fotógrafo. Asesinado en junio de 1937.
- Camilo Buenaventura Díaz Baliño, Pintor, escenógrafo, muralista, dibujante, delineante, escritor. Asesinado el 14 de agosto de 1936.
- Camilo Buenaventura Díaz Baliño, Pintor, escenógrafo, muralista, dibujante, delineante, escritor. Asesinado el 14 de agosto de 1936.
- Luis Huici Fernández. Pintor, animador cultural e intelectual variopinto, con conocimientos de antropología, historia, filosofía, literatura, moda, dibujo y cine. Asesinado en 1936.
- Roberto Blanco Torres. Poeta, periodista, crítico de arte. Asesinado en octubre de 1936.
- Francisco Miguel Fernández Moratinos. Pintor, librero, promotor cultural y político, gran intelectual. Brutalmente torturado, mutilado y asesinado por falangistas el 28 de septiembre de 1936.
- Francisco Miguel Fernández Moratinos. Pintor, librero, promotor cultural y político, gran intelectual. Brutalmente torturado, mutilado y asesinado por falangistas el 28 de septiembre de 1936.
- Domingo López Torres. Pintor, escritor y poeta. Fusilado en 1937.
- Luis Ortiz Rosales. Dibujante, delineante, pintor, grafista. Murió en un campo de concentración fascista en 1937.
- Luis Ortiz Rosales. Dibujante, delineante, pintor, grafista. Murió en un campo de concentración fascista en 1937.
- Emilio García Noriega, Muñoz. Pintor, dibujante, caricaturista, escultor y actor de teatro. Asesinado en octubre de 1936, clavado en una alambrada.
- Antonio José Martínez Palacios. Compositor, músico, profesor e investigador musical. Detenido y fusilado en 1936. Su obra fue prohibida.
- Esteban Urkiaga Basaraz, Lauaxeta. Escritor, pensador, periodista y poeta en euskera. Fusilado el 25 de junio de 1937.
- Pedro Luis de Gálvez. Poeta y narrador. Artista y actor. Fusilado en Porlier el 20 de abril de 1940.
- José María Romero Martínez. Poeta, escritor y médico. Asesinado en 1936 por los fascistas.
- Joaquín Amigo. Escritor, dibujante, cartelista, Catedrático de Filosofía. Granadino y amigo de García Lorca. Fue asesinado en 1936.
- Joaquín Amigo. Escritor, dibujante, cartelista, Catedrático de Filosofía. Granadino y amigo de García Lorca. Fue asesinado en 1936.
- Vicent Miquel Carceller. Periodista y editor, detenido, torturado y asesinado el 28 de junio de 1940.
- Manuel Ciges Aparicio, escritor, periodista, crítico de arte, asesinado por dos pistoleros falangistas el 4 de agosto de 1936.
- Federico Luís Comps Sellés, Arquitecto, dibujante y artísta surrealista gráfico, fusilado por los falangistas el 27 de octubre de 1936.
- Baltasar González Fernández. Pintor, retratista, paisajista y libretista de zarzuela, fusilado por los falangistas el 18 de septiembre de 1936.Y la Muerte de la Inteligencia continúa y se expande como una letal peste sin control. En marzo de 1939, falangistas y franquistas se frontan las manos cuando los italianos atrapan en el puerto de Alicante a los 20.000 republicanos que no pudieron huir en el Stanbrook. Allí hay alcaldes, gobernadores civiles, militares de alta graduación, comisarios, sindicalistas... e intelectuales. Muchos intelectuales. Después de pasar por el viacrucis de un infierno indescriptible --el Puerto, Los Almendros, Albatera...-- son encerrados en la prisión de Alicante, paseados por unos en cualquier cuneta, fusilados por otros en la capital o llevados al matadero de Paterna. Y cientos son encarcelados, juzgados y condenados a penas milenarias. Uno de ellos era el caricaturista Bluff, Carlos Gómez Carrera, padre de "El sargento Canuto, un soldado que es muy bruto".
Autocaricatura de Carlos Gomez Carrera, Bluff. 1930. Fuente: www.laopinioncoruna.es
Los delatores de los verdugos lo reconocen, los vengadores lo juzgan y la superchería judicial fascista lo condena a muerte. Por dibujar caricaturas antifranquistas. A morir, por dibujar. Nunca tan pequeña ofensa se castigó con tanta desmesura. Luego, la sentencia le es conmutada por la inmediata inferior y Bluff pasa automáticamente a cumplir 30 años en la prisión de Valencia. Para redimir la condena, desde principios de 1940 Bluff se acoge al sistema de Rendención de Penas por el Trabajo del Patronato implantado por Acción Católica bajo la batuta del padre jesuita Pérez del Pulgar y comienza a colaborar en la revista "Redención", instrumento mediático de sometimiento destinado a la humillación del rojo izquierdista. A pesar de ser obligatoria y más que recomendable la suscripción a la revista, los presos le vuelven la espalda por considerarla con razón un arma más del opresor, pero Bluff empieza a dibujar monos, tiras y viñetas u nuevo personaje, "Don Canuto, ciudadano p[r]eso bruto" y gusta. Y un día, la dirección de Prisiones descubre que las suscripciones de reclusos han crecido repentinamente en un 100%. Y comienza a indagar hasta que de las pesquisas deduce que sólo hay un elemento perturbador que distorsiona su plan de dominio moral sobre los prisioneros: la doble lectura y los mensajes encubiertos que encierran las viñetas de Bluff.
Penúltima tira de Bluff publicada en "Redención" el 20 de abril de 1940. Fuente: feco-spain.blogspot.com.es
El slogan publicitario que una sombrerería hizo famoso para vender sus sombreros, induciendo a los compradores a adquirirlos para no ser tomados por rojos. Fuente: BNE.es
Y así, una semana, en la del penúltimo ejemplar en el que publica Carlos Gómez Cabrera, dibuja al desconcertado Don Canuto persiguiendo su sombrero arrebatado por el viento y descubriendo que hay miles de ellos tras un tapial. Y de ahí infieren que Bluff habla y refuerza la moral de los miles de rojos SIN SOMBRERO (tal como receta el lema publicitario) que siguen habitando las cárceles de este viejo y asustando país. Y a la siguiente semana, la última, los carniceros revientan al interpretar la última tira de pescadores embrollados como una alusión satírica a la pugna entre falangistas, tradicionalistas y franquistas por el Poder.
De forma inmediata, Bluff es apartado de la revista, maltratado, aislado, juzgado nuevamente y nuevamente condenado a muerte. Pero ahora sí es asesinado frente a un pelotón, en Paterna. El 28 de junio de 1940, la inteligencia de Bluff, la fina ironía de Carlos Gómez Cabrera, la sutileza de un intelectual al servicio altruista y generoso de la República española es acallada para siempre en asesinato alevoso, premeditado y deliberado, tras una descarga de fusilería, tras un tiro de gracia a manos de un esbirro cómplice que no puede evitar sin embargo que 75 años después el humor, la imaginación y la chispa de la Inteligencia al servicio de la Justicia sigan transpasando la frontera del Tiempo y de la Memoria. A pesar de Millán Astray.
Carlos Gómez Cabrera, Bluff, asesinado el 28 de junio de 1940. En la imagen, junto a su esposa María del Coro y su hija Olivia. Fuente: feco-spain.blogspot.com es
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada