dissabte, 13 de desembre del 2014

El panteón de la memoria se abre para 10 víctimas del 36 sin nombre


http://www.noticiasdenavarra.com/2014/12/13/sociedad/navarra/el-panteon-de-la-memoria-se-abre-para-10-victimas-del-36-sin-nombre

Familiares de fusilados portaron las urnas identificadas con el origen de la exhumación
Olga Alcega pide a Maya que se inscriban en el cementerio los nombres de los 309 asesinados en Pamplona
LOLA CABASÉS | JAVIER BERGASA - Sábado, 13 de Diciembre de 2014 - Actualizado a las 06:06h
(9 votos)
 | 2 comentarios
  • Mail
  •  
  •  
  •  
Familiares de asesinados en el 36 portaron las urnas con los restos humanos hasta el panteón.
Familiares de asesinados en el 36 portaron las urnas con los restos humanos hasta el panteón. (JAVIER BERGASA)
Vista:
  • Familiares de asesinados en el 36 portaron las urnas con los restos humanos hasta el panteón.
PAMPLONA - Los restos de diez primeras personas no identificadas víctimas de la Guerra Civil y del franquismo reposan desde ayer en el panteón erigido en el cementerio de Pamplona para este fin y con ello dar cumplimiento a la ley foral de memoria histórica. La inhumación de estos restos, a los que en breve se sumarán otros seis rescatados en la sierra de Urbasa y cuya identificación ha sido igualmente imposible, tuvo lugar ayer en el transcurso de un breve, emotivo y concurrido acto organizado por la asociación de familiares de las víctimas republicanas, al que se sumaron autoridades locales y forales de todo el arco político, incluidos los partidos que votaron en contra de la ley (PPN) o se abstuvieron (UPN).

Fueron los propios familiares los que se encargaron de trasladar los pequeños ataúdes desde la puerta del cementerio hasta el panteón en un silencioso y sentido desfile amenizado por la música de violín que ofreció para la ocasión Zelaida Biurrun. Los ataúdes, que ocupan de momento un pequeño espacio de este panteón, que tiene capacidad para un total de 60 urnas, fueron inhumados ayer con las identificaciones que permiten conocer el origen de donde fueron encontrados los restos humanos. Añézcar 01, Oteiza 02, Ripa 01, Ripa 02, etc son las únicas identificaciones de las urnas que contienen los restos óseos de diez personas que se recuperaron, a demanda de las asociaciones de familiares y memorialistas de Navarra, entre los años 2010 y 2012. Se trata de una persona localizada en el exterior del cementerio de Añézcar en 2010, dos localizadas en la parte externa del cementerio de Oteiza de Berrioplano en 2010, otra hallada en el cementerio de Ripa en 2012 y seis exhumadas en una fosa común localizada en terreno cultivable en Antxoriz en 2012.
Sobre cada urna de las ayer depositadas en el panteón se colocó un ramo de flores, y en torno suyo, la emoción de un grupo de personas que portaban banderas republicanas y rosas blancas y rojas en las manos. El acto se celebró a las once, en una mañana fría pero soleada ante este panteón erigido con fondos municipales, que está revestido de granito negro. La sepultura conforma un conjunto que completa un gran monolito de piedra gris de 2,80 metros de altura, y que comparte parcela con el mausoleo de Basilio Lacort. Esta ubicado justo detrás de la sala del crematorio y de las oficinas municipales.
Ayer, tras depositar las urnas ante el panteón, los asistentes rodearon el monumento para asistir “al entierro de estas diez personas que han tenido que esperar 78 años para ser inhumadas dignamente”, lamentó la presidenta de la Asociación de Familiares y Fusilados de Navarra (Affna’36), Olga Alcega que abrió el turno de intervenciones. “Desde hoy -dijo Alcega- en este panteón reposan los huesos de diez personas, huesos que fueron vida, que fueron ilusiones por una sociedad mejor” y que lucharon por el derecho a la cultura, la educación, el trabajo digno, la libertad de pensamiento, la igualdad, la justicia y la libertad. “Los que os quitaron la vida fueron asesinos, pero también asesinaron todos los derechos por los que habíais luchado, os ocultaron a vuestros familiares, construyeron una sociedad de mentiras y de olvido imponiendo el silencio”, subrayó la presidenta de la Affna’36.
VALORES DEMOCRÁTICOS Estas diez personas, añadió Olga Alcega, serán recordadas “como gente noble, con valores democráticos”. “Al no conocer vuestra identidad, sois los padres, los abuelos y los tíos de todos nosotros”, concluyó Alcega quien reclamó al consejero de Interior, Javier Morrás, el cumplimiento de la ley de memoria histórica, y al alcalde de Pamplona, Enrique Maya, que complete el proyecto del panteón inscribiendo “los 309 nombres de aquellos pamploneses que fueron asesinados” por el franquismo. “Que los familiares de estas víctimas tengan un lugar para el recuerdo en este cementerio” y “puedan venir aquí y acariciar su nombre, ya que no han podido acariciar sus huesos”.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Morrás, que dijo mostrarse receptivo a la propuesta si bien apuntó que “la maquinaria burocrática es lenta”, destacó que a partir de hoy existe un lugar “humano, digno y de justicia donde recordar a estas personas que hasta ahora no habían recibido ni de lejos ningún tipo de reparación como la que merecían”.
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, dijo que este panteón “debe convertirse a partir de ahora en una huella responsable y de recuerdo, que nos permita mirar al pasado para construir un futuro mejor, con cimientos firmes y basados en el respeto”. “Como sociedad asumimos que éste es un espacio para el reconocimiento, la reparación y, sobre todo, para el aprendizaje, para que nosotros y las generaciones que vengan en el futuro tengamos siempre presente el camino que nunca debemos repetir”, apuntó Maya.
Tras sus palabras, familiares de fusilados y miembros de la asociación entregaron las diez cajas con restos humanos a los operarios municipales, que las han depositado en el interior del panteón. A continuación, el alcalde ayudado por Olga Alcega, depositó un ramo de flores sobre el panteón -en el que una de los asistentes cubrió con una bandera republicana- con la leyenda El Excmo. Ayuntamiento de Pamplona a los Fusilados de 1936. Los asistentes se sumaron al gesto depositando sobre el panteón rosas rojas y blancas.
Previamente al acto, una representación de las asociaciones Affna’36 (Mikel Otazu y Eneko Arteta) y de la sociedad Txinparta se desplazaron a San Sebastián para recibir los restos óseos, ya clasificados y metidos en las urnas, por parte de los técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que se ha encargado de realizar las exhumaciones y los análisis antropológicos, a demanda los familiares.
IN MEMORIAM
DEFENDIERON LOS VALORES REPUBLICANOS
Leyenda del panteón. “El Ayuntamiento y la ciudad de Pamplona, en memoria y homenaje a las 308 personas asesinadas por defender los valores republicanos y al resto de personas asesinadas y recuperadas de fosas comunes, inhumadas aquí, sin haber podido ser identificadas”. Esta leyenda preside el panteón del cementerio de Pamplona habilitado para enterrar los restos de las víctimas del franquismo que se vayan encontrando en fosas comunes de Navarra y no sean reclamadas por sus familiares. Pamplona es uno de los municipios navarros que más tarde ha decidido dedicar este espacio y se ha hecho fruto de la ley aprobada hace un año.
CON NOMBRE PROPIO
Familiares. Los pequeños ataúdes que conservan los restos óseos de las personas asesinadas en el 36 fueron portados por familiares de personas que corrieron la misma suerte y que, en muchos casos, tampoco conocen su paradero. Portaron los ataúdes Joaquín Arroyo, Maite Rocafort, Arcadio Ibáñez, Conchita Salinas, Ana Gurbindo, Mª Luisa Ilurdoz, Amelia Resano, Elena Belzunegui, Josefina Lamberto, Orreaga Oscoz, Conchita Eguia, Aurea Jaso, Mirentxu Aguirre, Mª Luisa Ros, Goio Sampedro, Antontxu Zabalza y Alcira Barreira.
El panteón. El panteón es propiedad del Ayuntamiento de Pamplona y cuenta en su interior con cuatro baldas de hormigón que generan seis espacios laterales de 0,80 x 0,70 metros cada uno de ellos y un paso central de 0,80 metros de anchura. La capacidad es de diez cajas por balda, es decir, 60 restos humanos. El pasado 13 de noviembre el Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno foral firmaron un convenio de colaboración para la inhumación de restos humanos no identificados de víctimas de la guerra civil de 1936 y del franquismo que establece que deben ser restos de víctimas de la guerra civil de 1936 o del franquismo desaparecidas y exhumadas conforme al protocolo foral de exhumaciones y cuya identificación no haya sido posible tras los estudios realizados.
Música. Zelaida Biurrun interpretó al violín a la llegada de las urnas y durante su inhumación fragmentos de piezas musicales tan populares y emotivas como el Himno de RiegoGoizan Argi Hastian, Maravillas Lamberto y Gotzone. Un “¡Viva la III República!” en el momento en el que el alcalde colocó el centro de flores municipal fue la única manifestación no prevista.