http://www.publico.es/especiales/memoriapublica/560565/el-doctor-de-la-otitis-asesina-declara-como-imputado-en-el-robo-de-bebes
El ginecólogo deberá responder este miércoles ante los juzgados de Plaza Castilla por la presunta muerte de Beatriz Soriano, uno de los cinco bebés que en apenas 24 horas falleció por culpa de una supuesta otitis en enero de 1964 en la maternidad de O'Donell (Madrid).
Imagen del libro de defunciones de la maternidad de O'Donell.PLATAFORMA DE AFECTADOS POR EL ROBO DE NIÑOS EN CLÍNICAS
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Hasta cinco bebés nacidos en enero de 1964 en la maternidad de 0'Donell (Madrid) murieron en tan sólo 24 horas por idéntico motivo: una extraña otitis asesina. Sin embargo, este no fue el único brote que acabó con un buen número de neonatos. Aquel maldito mes de enero de 1964 murieron hasta 37 niños en tan sólo 22 días en la misma maternidad. Y otros 34 niños fallecieron en noviembre de 1973. El doctor que firmó la defunción de los cinco bebés por otitis fue el ginecólogo Ignacio Villa Elizaga, padre del periodista Nacho Villa, quien este miércoles tendrá que acudir a los juzgados de Plaza Castilla como imputado por el presunto robo de Beatriz Soriano, una de los cinco bebés que nació y, presuntamente, murió en los primeros días de 1964.
El caso de Beatriz Soriano está siendo investigado en el juzgado de primera instancia número 46 de Plaza Castilla desde el año 2004, fecha en la que la hermana de la presuntamente fallecida, o robada, presentó la denuncia. El miércoles, por fin, será el momento en el que el doctor firmante de las defunciones, Villa Elizaga, tendrá que declarar ante la juez instructora. No obstante, el abogado de la acusación no las tiene todas consigo. "No me sorprendería que alegara su avanzada edad para evitar declarar ante la Justicia", afirma a este medio Eric Sanz de Bremond, letrado de la acusación.
Un día después de su nacimiento un doctor espetó a la madre: "Tenemos que llevarnos a su hija"
El caso de Beatriz Soriano es similar a las miles de denuncias de bebés robados que se han expuesto en España. Beatriz nació el 3 de enero de 1964 en un parto que no tuvo complicación alguna. Era una niña sana, bien de peso y que "se enganchó a la teta de su madre sin dificultad". Con la noticia del nacimiento de la pequeña, varios familiares se acercaron al hospital madrileño. Nadie detectó nada. La niña, dicen, estaba perfectamente.
Al segundo día, sin embargo, un médico del hospital y una enfermera entraron a la habitación donde descansaba la madre de la niña. "Nos tenemos que llevar a la niña", le espetaron, según narra a Público Mar Soriano, hermana de la presunta fallecida. "Le explicaron que se la llevaban porque al ser madre primeriza, la niña estaría mejor en la incubadora y así ella podría descansar", afirma Soriano. Beatriz siguió en la incubadora, o eso le decían a sus padres, los próximos días. Cuando el padre se acercaba, las enfermeras le señalaban una de las muchas cunas nido. Sin embargo, los padres de Beatriz no la volvieron a ver nunca más.
Así continuó la historia hasta el día 17 de ese mes de enero. El padre se acercó al hospital como cada día y una enfermera le replicó: "¿Usted qué hace aquí? Su hija ha muerto y ya está enterrada", relata la denunciante Mar Soriano a este medio. "Mi padre contestó preguntando las causas de la muerte y replicando al hospital que quién les había dado permiso para enterrar a la pequeña sin el consentimiento y la presencia de los padres. Y en ese momento comenzaron a marearlos, llevándolos de un sitio para otro", asegura Mar Soriano.
Mala sangre
Los supuestos restos de la niña fueron exhumados en 1975 sin avisar a la familia
Y aquí comenzó el baile de fechas. El 17 de enero le dicen al padre que la niña está muerta y enterrada. Pero el certificado de defunción no aparece firmado hasta el día 20 de ese mismo mes especificando que la niña había muerto por una otitis. Dos días antes, un doctor del hospital había informado a los padres de que la causa de la muerte era "que la madre le había dado mala sangre". "Hoy día suena ridículo, ¿no? Pues eso le dijeron a mis padres", denuncia Soriano, que continúa la lucha de su familia por recuperar a la pequeña, que en caso de estar viva, cumplirá 51 años este mes de enero. "Para colmo dicen que exhumaron sus restos en el 75 y no avisaron a nadie", sentencia Soriano.
"Culpa de la ultraizquierda"
El doctor Villa-Elizaga ya declaró en calidad de testigo en un juicio por el caso de los bebés robados. Fue en septiembre de 2012 y en aquella ocasión, tras abandonar por su propio pie los juzgados de Plaza Castilla y ser increpado e insultado por las denunciantes, Villa-Elizaga espetó a una víctima: "Cállese o le doy una torta", según recoge el diario El País.
No obstante, antes de esta fecha, cuando comenzaron a aflorar las denuncias por bebés robados en España durante el franquismo, el doctor Villa-Elizaga había desmentido en declaraciones a Elplural.com toda vinculación con el robo de bebés denunciando que todo se trataba de un montaje de la ultraizquierda. "Ni he participado en robos de niños en el franquismo", afirmó entonces el doctor, que señaló que lo de los niños robados "es una tontería, una farsa, un nuevo follón que está impulsando Zapatero y Garzón". De hecho, el doctor consideró entonces que se trata de "una falsedad de juzgado de guardia" impulsado por Público y periodistas de "ultraizquierda" como Enric Sopena.
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