dilluns, 8 de desembre del 2014

Setenta años de la invasión maquis del valle de Arán


http://heraldodemadrid.net/2014/12/08/setenta-anos-de-la-invasion-maquis-del-valle-de-aran/


Ferran Sánchez Agustí
La policía francesa definió así de bien UNE (Unión Nacional Española) en 1942 a raíz de una redada masiva en el Lôt-et-Garonne: “Organización terrorista española jerarquizada y secreta de elementos del antiguo ejército republicano, comunistas, anarquistas y republicanos de izquierda, socialistas, dedicada a sabotear el traslado de franceses y extranjeros para trabajar en Alemania, repartir propaganda subversiva contra el Gobierno francés y el ocupante alemán, pasar clandestinamente evadidos por la frontera, robar pólvora, dinamita, detonadores de minas y que tiene como finalidad postrera unir los españoles désireux de rétablir la République dans leur pays”.
Bajo las consignas de UNE, fundada en 1941 por Jesús Monzón Reparaz y el general Joan Blázquez Arroyo, para ayudar a Francia pero con el pensamiento puesto en España, se organizaron brigadas guerrilleras en el seno del Maquis francés (FFI) que tuvieron un decisivo papel en el sabotaje y espionaje del enemigo, en el pasaje de evadidos, aviadores o gaullistas hacia España y especialmente en la liberación de 36 departamentos.
La Operación Reconquista de España por más de treinta puntos de infiltración en los Pirineos arrojó un balance de 55 guerrilleros y 45 militares fallecidos, concretamente entre el 19 y el 27 de octubre de 1944 durante la acción central de la Val d’Aran y valles adyacentes. Historiadores de todos los colores han minimizado aquella gesta con subjetividad y desprecio hacia un colectivo de idealistas, ni héroes ni bandoleros, en la que nada tuvieron que ver ni Stalin ni Carrillo ni el Gobierno exiliado de la República.
No obstante ¿Alguien podía creer o esperar que unos cientos de curtidos combatientes de la Guerra Civil y de la II Guerra Mundial, solitos, podrían reconquistar un estado o establecer tan siquiera un gobierno provisional republicano en la Val d’Aran? ¡Nadie! Y sabían a qué se exponían: un tiro en combate, una bala en la nuca, el paredón o pasar en prisión el resto de su juventud, ya maltrecha por la guerra, como mal menor. Pero deseaban regresar. Eran dueños y señores de la frontera tras liberar de fascistas el Midi francés. Si caían, para recibir penas menores alegaban haber sido forzados o engañados. En unión de los soldados que se pasarían a sus filas conformarían la vanguardia de los Aliados.
Maquis-1
Una compañía de la 35 brigada de la UNE
Y después, a costa de un nuevo gran baño de sangre ¿A quien pasaría el poder? ¡Al rey! ¿Qué monarca? El Cametes había fallecido y su hijo el conde de Barcelona era un perfecto desconocido ¡Pues la República! Ni pensarlo ¿Y un general? Para militar de graduación… ¡El Caudillo! Con el Generalísimo abrogado en Centinela de Occidente mucho antes del inicio de la parodia de la Guerra Fría, las dos premisas fundamentales para un país de la órbita capitalista como son la propiedad privada y el orden público estaban garantizados ¿Y qué hacer con el medio millón de exiliados que partieron con el puño cerrado y soñaban volver con la mano abierta? Al pozo del olvido, eran rojos, vae victis ¿En 37 años de dictadura alguna otra acción de resistencia preocupó tanto al mediero del Pardo? ¡No! ¿A qué obedeció una maniobra militar de tanta envergadura si eran cuatro gatos? Constituyó y ha sido la única vez que el régimen surgido del Glorioso Movimiento Nacional experimentó cierto temor.
Las fuerzas gubernamentales sufrieron como mínimo 123 bajas mortales, soldados de leva en su mayoría por 700 prisioneros y 330 bajas mortales republicanas según recuento exhaustivo elaborado por el autor desde 1992. Ni desde el punto de vista de la fría, metódica, logística bélica se puede considerar un descalabro. Se trata de un 10 % de bajas entre un contingente de 10.000 a 11.000 soldados. Pero se repitió la traición de les potencias democráticas a la causa republicana. Se reeditó la patraña de la No-intervención de 1936 ¿Y Franco, cómo respondió? Inquieto, nervioso, en cuestión de días envió a las fronteras más de 100.000 efectivos para protegerlas y parecido número para acelerar su fortificación: la Línea Pirineos o Línea Gutiérrez.
La logística de aquella operación guerrillera no debería ser tan pueril porque sirvió de pretexto para ejercicios tácticos de gran relieve como las maniobras de 4.000 hombres de la División de Montaña Urgel nº 42 en octubre de 1962 que habían de reducir diversos grupos guerrilleros infiltrados por sorpresa en los valles de Aran y adyacentes como la Vallferrera que consiguieron llegar a Pont de Suert y bajar hasta las inmediaciones de Santa Engràcia y sierra de Gurp en término de Talarn, al norte de la Academia General de Suboficiales.
Parecidos objetivos en agosto de 1969 pretendió la Operación Cerdaña para neutralizar con 4.500 efectivos procedentes de toda Catalunya con cobertura de helicópteros medianos y ligeros un grupo de guerrilleros encarnados por la COES 42 de Tarragona, dirigida por el capitán Luís Jiménez Reigada, que habían conseguido dominar una amplia zona de terreno cerca de Puigcerdà con la ayuda de la población civil.
Ferran Sánchez Agustí, Premio Tasis-Torrent de Comunicación 1995 por 44 artículos publicados en el Diario Segre de Lleida, “Maquis catalans i la seva època (1944-1963)”, es autor de Maquis a Catalunya. De la invasió de la Vall d’Aran a la mort del Caracremada. Lleida: Pagès editors, 1999 (5ª edició revisada i ampliada, 2005), Maquis y Pirineos. La gran invasión, 1944-1945. Lleida: Milenio, 2001 (3 ediciones), Maquis al Montsec. Del Midi a l’Aran i el Pallars, 1944-1956. Lleida: Pagès editors, 2008, Maquis en el Alto Aragón. La guerrilla en los Pirineos Centrales, 1944-1949, Lleida: Milenio, 2011.