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(OroyFinanzas.com) – Las reservas de oro de España jugaron un papel importante en la financiación de la Guerra Civil Española (1936-39) y todavía existen dudas sobre los detalles exactos de su venta a Rusia y Francia. Germán Vega, nos ofrece a continuación un análisis del contexto histórico en relación a las reservas de oro españolas.
El 18 de julio de 1936, comienza el alzamiento nacional, encabezado por el General de División Francisco Franco contra El Gobierno Republicano Español, presidido por Niceto Alcalá Zamora. Tan solo dos meses después, en septiembre, Manuel Azaña (Presidente de la República) y Juan Negrín López (Ministro de Hacienda) toman la decisión de enviar las reservas de oro de España a Rusia.
Cabe destacar que tenían otras opciones; Rusia era una entre varias. Incluso podría haber permanecido el oro en España. Era del pueblo, no del Gobierno.
Las cuentas de la República estaban bloqueadas en Londres y en París, lo que obliga al gobierno a empezar a vender el oro depositado en el Banco de España y mandar remesas del mismo a Francia para comprar armamento y otros suministros para la guerra. El bando nacionalista hacía lo propio, negociando con Alemania, Italia y empresas estadounidenses como Ford y Texas-Oil.
Había una diferencia en la forma de comprar de ambos bandos, mientras los republicanos pagaban por adelantado sus compras, los nacionalistas, lo hacían a crédito. Esto comportará una futura situación delicada a los republicanos y en una clara ventaja a los nacionalistas.
Veintisiete países europeos firman un pacto de no intervención en la guerra civil española, prohibiéndose la venta de armamento a España. Solamente en todo el mundo y de forma abierta, México se compromete a ayudar a la República Española. Cabe destacar que tanto Alemania, Italia como Rusia, firman este pacto de forma oficial, aunque bien es sabido que nunca lo cumplirán. Algo similar ocurre con Estados Unidos que, moralmente, dice mantenerse neutral y en la práctica, ayuda a los nacionalistas. Una cosa es firmar un acuerdo, otra es respetarlo y otra es, por ejemplo, el caso francés, que si bien no vendía de forma oficial armas a España, no tenía ningún reparo en aceptar el oro español para ser cambiado por francos, con los que ya sí podían comprar armamento los republicanos.
La Unión Soviética de Stalin y la venta de las reservas de oro de España
A finales de agosto de 1936, la Unión Soviética envía una delegación rusa a España para gestionar la venta de armamento y otros productos que pudiese necesitar la República. La delegación de Stalin deja muy claro que sin oro no hay ayuda y de haberla, solo moral. De hecho, Rusia había firmado el pacto de no intervención en el conflicto civil y como veremos más adelante, nuestro conflicto terminó en la operación comercial más ventajosa que jamás hizo el mencionado país, nada de altruismo ni de ayuda a camaradas o ideologías, puro negocio con pago por adelantado y sin discusión de precios o condiciones. Cuando consideraron que ya se habían apropiado de todo lo que podían apropiarse, simplemente cesaron los suministros. Mejor gestión hizo China en la compra de armamento ruso, a ellos les vendieron en el mismo periodo de tiempo, mejor armamento, más barato y a crédito.
El 22 de diciembre de 1956, Rómulo Negrín, el hijo del que llegó a ser Presidente de la República (Juan Negrín), en cumplimiento de la última voluntad de su padre, entrega al Estado Español 168 documentos de la mencionada operación de entrega del oro a la Unión Soviética, lo que junto a la desclasificación de un importante número de documentos rusos, ha servido para esclarecer este hecho tan trascendental para la historia y la economía española. Unas cuentas que nunca han estado aclaradas y que causaron indefensión a una de las partes al carecer de documentos. Entregar algún documento en 1956 es mejor que no entregarlos nunca, pero es tarde. Hablamos de 510 toneladas de oro, más otros envíos documentados posteriormente a Moscú, hablamos de otras 195 toneladas enviadas a Francia, hablamos del pago de las armas y otros suministros de una guerra de años y de alguien que entrega, de todas estas gestiones, 168 documentos. Una empresa pequeña genera en un solo día un volumen superior de documentación. Creo que intencionadamente se ha ocultado mucho. Este dossier, no eran ni de Negrín, ni de Franco, era del pueblo español. Murió sin ayudar a su país a esclarecer un expolio en favor de un tercer país que nunca demostró afecto a España, solamente negoció en su provecho, olvidando totalmente los intereses republicanos y la ideología comunista.
El oro español de París para la compra de armamento
El hecho de que ocultó información es evidente. El 15 de diciembre de 2013, podíamos leer la siguiente noticia: “Los fondos originales del archivo Negrín ya están en España”. Habían llegado a su fundación, con sede en Las Palmas de Gran Canaria, 200.000 documentos del que había llegado a ser Presidente del gobierno de la II República, muchos sobre la contabilidad de la guerra. Nada que ver con los 168 documentos entregados en 1956. Hoy por hoy, siguen faltando. Las gestiones de entrega duraron 14 años y recuerdo leer numerosas noticias donde se hablaba de 300.000 documentos.
Intentando aclarar lo que hay de mito en la ayuda de Rusia a la República Española y hasta dónde llega la realidad, veremos muy poco altruismo soviético y poca importancia de las ideas políticas, simplemente fue un asunto económico. También hay que analizar el conocido “oro de París”, que sirvió para el mismo fin, la financiación de la Guerra Civil Española por parte del bando republicano.
El oro enviado a Rusia ascendió a la cantidad de 510 toneladas y el enviado a Francia fueron 193 toneladas, lo cual hace una considerable suma de 703 toneladas de oro, a lo que habría que añadir otra parte que no se encontraba en el Banco de España en ese momento y numerosas remesas procedentes de incautaciones posteriores a los grandes envíos. Tan importante era esta cantidad de oro que, en el ranking mundial, España era el cuarto país del mundo con más oro en sus reservas, sólo superado por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Gran parte de las reservas de oro españolas procedían de la época de la Primera Mundial, debido a su estatus de país neutral en el que España se benefició de la guerra. (Hago un inciso para recordar que no era oro de las colonias, ese se había agotado gran tiempo atrás).
También es importante aclarar que el Banco de España era una entidad privada, y las reservas guardadas en él no eran propiedad del Gobierno. Fue una incautación de dudosa legalidad.
El académico de la Real Academia de la Historia, Martín Almagro, hace un minucioso trabajo finalizado en el año 2007, donde valora con rigor el coste real del mencionado tesoro español y lo valora a precio real del año 2007, en 20.000 millones de euros.
Del total de la cantidad de 703 toneladas, la mayoría eran monedas, muchas con considerable valor numismático. Apenas había lingotes.
En la segunda parte de este artículo sobre la venta de las reservas de oro de los españoles durante la Guerra Civil explicaremos la estructura del proceso de venta y sus consecuencias para España.
Nota: Antes de hacer ningún comentario sobre el expolio de un país muy especial, ya que es el nuestro, y de una guerra que directamente afectó a todos los españoles, quiero aclarar que este artículo carece de intención política. No pretendo juzgar ni decantarme por un bando u otro. Es nuestra historia reciente y cada uno tendría en su momento sus buenas razones por luchar por unas ideas u otras, en cualquier caso, todos eran españoles y nunca debieron verse en una situación tan difícil. Creo que independientemente de los fines, un bando gestionó peor sus finanzas que el otro. Ponerse en manos de un tercero (Rusia) en situaciones difíciles no es bueno, ya que nos quita el control de la situación, y esto es precisamente lo que le ocurrió al bando republicano, al entregar su oro a un país que no mostró sensibilidad hacia España
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