Posted: 22 Mar 2015 04:41 AM
PDT
Es una de las
figuras destacadas del franquismo que sobreviven. Destaca por el acervo de
muertos bajo su mandato de ministro de Gobernación y también porque es uno de
los pioneros y gran beneficiario de las «puertas giratorias» que lleva
décadas apoltronado en los consejos de administración más cotizados, entre
otros, Endesa, Aguas de Barcelona, Comisión Control Cajas de Ahorros, FAES,
Sareb, el banco malo de activos tóxicos, Sogecable, etc. La impunidad es su
blasón y los consejos de administración su finca. Por la crueldad represiva
que desplegó, le apodaron como «la porra de la transición». Podríamos
llamarle también el «okupa» de los consejos de administración.
Impunidad y corrupción, caras
ambas de la misma moneda, vienen del franquismo y marcan el sistema político
actual. Buen ejemplar de ambas cosas es Martín Villa que tras personificar la
represión franquista más feroz, se sienta luego beatíficamente en los consejos
de empresas como Endesa que previamente privatizó. Era una forma de cobrar
sus servicios de sevicia. Todavía hoy persiste tal costumbre, merced a
puertas giratorias u otras formas.
Con su carnet de falangista
subió al carro del poder, partiendo del Sindicato de Estudiantes. Ejerció de
gobernador civil y jefe del Movimiento en Barcelona, hasta entrar en el
Gobierno como ministro de Relaciones Sindicales, que es cuando ocurrió la
matanza de cinco obreros en Vitoria-Gasteiz (3 Marzo 1976) por pedir subida
salarial. En julio de 1976 sucedió a Fraga como ministro de Gobernación hasta
1979. Se le contabilizan más de 40 muertos en todo el período. Especialmente
sangrienta la 2ª Semana por la Amnistía (8 al 12 mayo 1977), en la que se
cuentan nueve muertos y once heridos en Euskal Herria y 25 muertos en España.
Acusado por los sucesos de
Vitoria, figura a la cabeza de 20 imputados con Utrera Molina y otros, con
orden de extradición dictada por la Juez M. Servini dentro de la Querella
argentina. Este 7 de febrero, seis nuevas familias incorporan a la Querella
Argentina otras tantas denuncias por los familiares muertos. Refuerzan la
imputación de Martín Villa, como responsable de diseñar y amparar tan
sangrienta represión. El número de muertos y las circunstancias que les
rodean, constituyen violaciones de lesa humanidad, imprescriptibles ante la
Justicia Universal.
Hace unos meses, insistía con
arrogancia: «No quiero
parapetarme en la amnistía de 1977. Quiero declarar ante la juez argentina».
¿A qué espera? La impunidad que le es tan familiar le lleva a tales
balandronadas. Cuenta con el apoyo del Gobierno del PP, obstinado en no abrir
un resquicio en la impunidad de los veteranos hijos del franquismo. Es la
defensa a ultranza de los suyos, del franquismo.
Aquí tenemos bien definido uno
de los puntos que no puede olvidar el cambio político que todos deseamos y
algunos pregonan: retirar la impunidad a cuantos posean un pasado criminal
como Martín Villa y someterlos al dictado de la Justicia Universal. Es
indignante verles rezongar sentados en las poltronas y embolsar fortunas cual
beneméritos consejeros.
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Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme..... "Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
dilluns, 23 de març del 2015
Martín Villa, un rostro actual del franquismo
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