diumenge, 1 de març del 2015

MOSESS (MOE) FISHMAN , Nueva York el 28 de septiembre de en 1915,


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MOSESS (MOE) FISHMAN
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Nacido en Nueva York el 28 de septiembre de en 1915, durante la depresión se vio obligado a dejar la escuela, comenzando entonces a participar en comités de trabajadores por la justicia social y en otras actividades de protesta como miembro de la Young Communist League (Liga de Jóvenes Comunistas).
En cuanto estalla la guerra en España se presenta como voluntario contra el fascismo, si bien es inicialmente rechazado por su falta de experiencia militar. Sería aceptado en un segundo intento debido a su capacidad para conducir camiones con la condición de reclutar a otros diez voluntarios. Llegó a España en abril de 1937, integrándose en el Batallón Washington de la XV Brigada Internacional.
Durante la Batalla de Brunete resultó herido, recibió un disparo en la pierna izquierda durante su primera acción, permaneciendo un año en un hospital en España y quedando cojo de por vida. A su vuelta a Nueva York continuó trabajando en comités humanitarios de ayuda a los refugiados y represaliados españoles.
Encontró trabajó en el almacén de la Comisión de Refugiados Antifascistas conjunta, compaginándolo con los estudios que estaba cursando para convertirse en operador de radio con licencia.
Cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial, las habilidades de Fishman le permitieron servir en la Marina Mercante. Después de la segunda guerra, Fishman continuó trabajando con el comité de ayuda a los refugiados, incluso después de haber sido acusado por el Comité de Actividades Antiamericanas por supuestas actividades subversivas en 1946. De hecho, fue la proximidad de Fishman a ese caso que le cambió la vida cuando la HUAC (The House Committee on Un-American Activities) puso la mira en la VALB (Veterans of the Abraham Lincoln Brigade) y el fiscal general del presidente Harry Truman aparece el grupo como una organización subversiva en 1947 como parte de la cruzada anticomunista de la posguerra.
Moe, como tantos otros voluntarios brigadistas internacionales norteamericanos, fue perseguido por el "Comité de Actividades Antiamericanas" del senador McCarthy durante su caza de brujas en los años 50. Los brigadistas, considerados como "antifascistas prematuros", resultaban incómodos para la oligarquía norteamericana durante los primeros y más duros años de la Guerra Fría. A pesar de ello permaneció comprometido con todo tipo de actividades antifranquistas que se organizaban desde el comité de veteranos de la Guerra Civil Española, ya fueran protestas, manifestaciones, mítines o en la redacción de artículos y panfletos contra la dictadura del General Franco.
Cuando el Congreso aprobó la Ley McCarran en 1950, que obliga a todas las organizaciones subversivas designados para registrarse con el gobierno federal y la creación de fuertes sanciones para los líderes que se negaron a cooperar, todo el comité ejecutivo de la VALB renunció en 1950. En su lugar, dos veteranos Lincoln dio un paso adelante: Milton Wolff se convirtió en el Comandante Nacional; Moe Fishman se convirtió en el Secretario Ejecutivo / Tesorero y sirve a la organización en una capacidad ejecutiva para el resto de su vida.
Durante los últimos años de su vida continuó participando en numerosos actos de conmemoración y homenaje a los combatientes republicanos tanto en EEUU como en Europa. Visitó numerosas veces España, dando testimonio de su lucha y la de todo el pueblo español contra el fascismo en una época crucial y abogando por la necesidad justa e imperiosa de continuar con la labor de recuperación de la memoria histórica.
El aparentemente indestructible Moe Fishman, la cara pública de España Veteranos de la Guerra Civil en las Américas de la Brigada Abraham Lincoln (VALB) durante más de medio siglo, murió de cáncer de páncreas, el 6 de agosto de 2007 en Nueva York. Tenía 92 años.
La vida y trayectoria de Moe Fishman supone un ejemplo vital de compromiso y servicio abnegado a los ideales republicanos y democráticos. Su muerte nos deja un vacío imposible de llenar y una enorme tristeza en todos los que tuvimos la suerte de conocerle y escucharle.
¡Salud camarada, no pasarán!