ZARAGOZA A 11 DE NOVIEMBRE de 2016: Después de 2 años de interrupción por falta de financiación, ha llegado el momento de retomar los trabajos arqueológicos de localización y exhumación de las hermanas Rosario y Lourdes Malón Pueyo en las Peñas de Santo Domingo (Longás, Zaragoza), vecinas de la cercana localidad de Uncastillo y asesinados al comienzo de la Guerra Civil Española, concretamente el día 20 de agosto de 1936.
Tras realizar la documentación histórica de estas desapariciones forzadas, a fecha de hoy tenemos todos los permisos necesarios para realizar dichos trabajos y el equipo técnico está preparado para llevar a cabo la localización y la exhumación de la fosa común a partir de hoy 11 de noviembre de 2016. Los trabajos han sido promovidos por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, con la colaboración de la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO) y de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Batallón Cinco Villas.
La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como Ley de la Memoria Histórica por la que se reconoce y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura proclama en su preámbulo: “Es la hora de que la democracia española y las generaciones vivas que hoy disfrutan de ella honren y recuperen para siempre a todos los que directamente padecieron las injusticias y agravios producidos por unos y otros motivos políticos o ideológicos o de creencias religiosas, en aquellos dolorosos períodos de nuestra historia. Desde luego a quienes perdieron la vida. Con ellos, a sus familiares”.
Pese a que esta ley sigue en vigor, la falta de ayudas públicas a la Recuperación de la Memoria Histórica por parte de las instituciones del Estado nos había impedido actuar desde el año 2014 sobre esta fosa. La reciente concesión de una subvención dentro de la convocatoria de Ayudas para el desarrollo de la Memoria Histórica en la provincia de Zaragoza para el año 2016 de la Diputación Provincial de Zaragoza nos permitirá retomar los trabajos el 11 de noviembre de 2016.
UNCASTILLO, 1936
En la madrugada del día 19 de julio de 1936, el capitán general de la 5ª Región Militar, Miguel Cabanellas, decretó el Estado de Guerra, sumándose de esta manera al golpe de Estado contra el gobierno de la SegundaRepública. Esa misma mañana fue enviada desde Zaragoza una columna militar al mando del capitán Miguel Sánchez Blázquez, formada por una sección de guardias de la 7ª Compañía de Asalto y por la 4ª Compañía del Primer Batallón del Regimiento de Infantería Aragón nº 17, con la finalidad de someter la comarca de las Cinco Villas.
La villa de Uncastillo, situada en el extremo norte de la provincia de Zaragoza, en las históricas Altas Cinco Villas, contaba en la década de 1930 con una población censada cercana a los 4000 habitantes. El 19 de julio se declaró la huelga general, pero el pueblo se mantuvo tranquilo a la espera de acontecimientos. La Guardia Civil, apoyada por los voluntarios derechistas locales, se hizo con el control de la villa, pero conscientes de su debilidad se limitaron a patrullar hasta la llegada, la tarde del día 21, de una columna compuesta por varios camiones que transportaban soldados, guardias civiles y voluntarios falangistas desde Ejea de los Caballeros. Los primeros fusilamientos extrajudiciales en la tapia del cementerio de Uncastillo se produjeron el 25 de julio.
Tras someter militarmente las localidades de las Cinco Villas, grupos de civiles escaparon de sus pueblos refugiándose durante algún tiempo en los montes cercanos. El paso de los días y los ataques sufridos por parte de las milicias falangistas locales fue convenciendo a la mayor parte de los huidos de la necesidad de escapar hacia la zona de Huesca controlada por la República o a Francia. Uno de estos grupos, compuesto por aproximadamente una veintena de vecinos de Uncastillo, llegó hasta las Peñas de Santo Domingo, el pico más alto de la Sierra de Santo Domingo situado a más de 1500 metros de altitud.
El periódico El Noticiero del día 5 de septiembre de 1936 narra cómo se organizó una batida formada por falangistas de diversos pueblos de la Valdeonsella (Urriés, Navardún, Isuerre, Lobera y Longás) al mando de Francisco Ripalda Roncalés, teniente retirado de la Guardia Civil, y de Juan Jiménez Ruesta, jefe local de Falange en Urriés. A las cinco de la mañana del 20 de agosto de 1936 estas fuerzas llegaron a la cima de las Peñas de Santo Domingo, causando tres muertos al grupo de huidos. Según testimonios orales, a la mañana siguiente fueron enviados varios vecinos de Longás de filiación izquierdista con órdenes de quemar los cuerpos y enterrar los restos, sirviéndose las nuevas autoridades de este hecho para amedrentar a la población considerada “desafecta”. Al parecer cada uno de los cadáveres fue enterrado en una fosa individual en el mismo lugar donde se les dio muerte.
Las hermanas Rosario Malón Pueyo (23 años) y Lourdes Malón Pueyo (18 años) fueron asesinadas cuando intentaban escapar de la “cueva de Santo Domingo” donde estaban refugiadas junto a su padre Francisco Malón Gil y su hermano Mariano Malón Pueyo. Según la versión familiar relatada por Mariano Malón, el único superviviente de la familia, “Rosario y su hermana Lourdes fueron de las primeras personas en salir, recibiendo la primera descarga que mató en el acto a Rosario y dejó malherida a Lourdes”. Ésta fue posteriormente fusilada cuando intentaba huir malherida.
Padre e hijo lograron escapar, pero Francisco Malón Gil murió poco tiempo después de agotamiento y de dolor tras los asesinatos de su esposa en Luesia y de sus dos hijas en Santo Domingo. El único superviviente de la familia, Mariano Malón Pueyo alcanzó la zona de Huesca leal a la República y combatió hasta el final de la guerra en la 127 Brigada Mixta, conocida como la “Roja y Negra”, siendo posteriormente condenado a un año de prisión y a cumplir servicio en un Batallón de Soldados Trabajadores Penados. Finalmente se estableció como colono en Pinsoro (Ejea de los Caballeros).
Hasta el año 1952 no se pudo realizar la inscripción de las defunciones de Rosario y Lourdes en el Registro Civil de Uncastillo, donde se recoge su muerte a las 6 horas del día 19 de agosto de 1936 en el término municipal de Longás (Zaragoza) bajo el eufemismo de “a consecuencia de la guerra”, pues el régimen franquista impidió la descripción de los verdaderos acontecimientos. En cuanto al tercero de los fallecidos, su muerte no fue registrada, pero por testimonios orales sabemos que se trata de Máximo Estabén Beguería (21 años).
PRIMEROS TRABAJOS DE EXHUMACIÓN: 2013-2014
Hasta el momento se han llevado a cabo dos campañas arqueológicas en noviembre de 2013 y junio de 2014 en busca de los restos de las hermanas Rosario y Lourdes Malón Pueyo, cuyo resultado fue el hallazgo de dos enterramientos que, tras realizar las pertinentes pruebas genéticas (ADN) y una datación radiocarbónica, desgraciadamente comprobamos que no se correspondían con las hermanas Malón Pueyo.
Esto trabajos fueron financiados fundamentalmente gracias a los recursos propios de la Asociación Charata parala Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, a donaciones de familiares y particulares y a la generosidad de numerosos familiares y voluntarios.
El único apoyo institucional recibido durante esos años fueron las subvenciones del Ayuntamiento de Uncastillo y de la Comarca de Cinco Villas, a quienes agradecemos su ayuda, y que permitieron financiar íntegramente las pruebas genéticas y la datación radiocarbónica por parte del laboratorio Beta Analytic Inc. (Miami). Desde el año 2014 se interrumpió el trabajo de campo por la falta de financiación.
NUEVA CAMPAÑA DEL AÑO 2016
En esta nueva campaña se pretende ampliar el área de búsqueda a una superficie de unos 3700 m², realizando en primer lugar una prospección geofísica con sistema de georradar (GPR), por parte de la empresa SOT Prospección Arqueológica, con el objetivo de posicionar las anomalías del subsuelo sin ocasionar ninguna afección al mismo.
Una vez determinados posibles puntos de enterramiento a partir de las alteraciones detectadas en el subsuelo, se procederá a realizar sondeos de forma manual con metodología arqueológica, con la intención de localizar restos óseos en esos puntos.
Próximamente se iniciará otra intervención de localización y exhumación de 13 vecinos de Uncastillo (Zaragoza) y dos de Petilla de Aragón (Navarra), asesinados en agosto de 1936 en las cercanías de la localidad de Luesia (Zaragoza) y enterrados en el interior de su cementerio municipal. Este proyecto memorialista se llevará a cabo de manera conjunta por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Batallón Cinco Villas, la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO) y la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, y su viabilidad económica está asegurada por una ayuda de la Diputación Provincial de Zaragoza para el desarrollo de la Memoria Histórica.
Un saludo, Javier Ruiz
Asociación Charata de Uncastillo
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