La Junta autoriza la identificación de los restos en el cementerio de Marmolejo
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La exhumación de los maquis asesinados, en enero de 1944, en el cortijo de Loma Candelas, de Marmolejo, junto al guardés de la finca, comenzará el próximo 14 de noviembre. La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Memoria Democrática y tras la propuesta del comité técnico encargado de estas acciones, le dio el visto bueno a la intervención, en la que se busca a estos guerrilleros, según recogió, ayer, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). El concejal de Obras Públicas, Servicios, Cultura y Patrimonio Histórico, Rafael Valdivia, mostró su satisfacción porque se trata del “paso definitivo” y recordó que, desde que el nuevo equipo de Gobierno socialista se puso al frente del Ayuntamiento, una de sus prioridades es acometer estas excavaciones.
Para estas labores, se implicó a los allegados de las víctimas, con el objetivo de que se implicaran y dieran su visto bueno. Para esta intervención, el Gobierno andaluz contrató el equipo técnico, mientras que el Ayuntamiento otorgó la autorización necesaria y colaborará en aspectos puntuales, como la cesión de material y maquinaria. El plazo de los trabajos no es muy elevado, en torno a las dos o tres semanas y, una vez identificados los restos y confirmada la identidad, sus familiares les podrán dar digna sepultura.
La solicitud de exhumación e identificación genética es fruto de la propuesta de Alcaldía, aprobada en pleno por unanimidad a finales del pasado enero. En ella se narraban los hechos acaecidos en la madrugada del 8 de enero de 1944, cuando una veintena de guardias civiles de los puestos de Arjona, Arjonilla y Marmolejo rodearon el Cortijo de la Loma Candelas, a pocos kilómetros de esta última población. “Lanzaron bombas de mano sobre el mismo y comenzaron a disparar. Tras un tiroteo inicial, donde utilizaron a la mujer del casero y de sus hijas (una de ellas fue herida en un muslo) como señuelo para hacerlos salir del cortijo, todos los huidos y el casero fueron literalmente acribillados a balazos por las fuerzas represivas”, se argumenta en la exposición de motivos. Las víctimas son Juan Cachinero Montoro, de Cardeña; Baldomero Arévalo García, de Marmolejo; los hermanos Mateo y Manuel Alcalá Cabanillas, de Bujalance, y el casero de Loma Candelas, Ramón Lara Gómez, de Marmolejo. El Foro por la Memoria de Andalucía ya realizó una cata arqueólogica en diciembre de 2014.
Para estas labores, se implicó a los allegados de las víctimas, con el objetivo de que se implicaran y dieran su visto bueno. Para esta intervención, el Gobierno andaluz contrató el equipo técnico, mientras que el Ayuntamiento otorgó la autorización necesaria y colaborará en aspectos puntuales, como la cesión de material y maquinaria. El plazo de los trabajos no es muy elevado, en torno a las dos o tres semanas y, una vez identificados los restos y confirmada la identidad, sus familiares les podrán dar digna sepultura.
La solicitud de exhumación e identificación genética es fruto de la propuesta de Alcaldía, aprobada en pleno por unanimidad a finales del pasado enero. En ella se narraban los hechos acaecidos en la madrugada del 8 de enero de 1944, cuando una veintena de guardias civiles de los puestos de Arjona, Arjonilla y Marmolejo rodearon el Cortijo de la Loma Candelas, a pocos kilómetros de esta última población. “Lanzaron bombas de mano sobre el mismo y comenzaron a disparar. Tras un tiroteo inicial, donde utilizaron a la mujer del casero y de sus hijas (una de ellas fue herida en un muslo) como señuelo para hacerlos salir del cortijo, todos los huidos y el casero fueron literalmente acribillados a balazos por las fuerzas represivas”, se argumenta en la exposición de motivos. Las víctimas son Juan Cachinero Montoro, de Cardeña; Baldomero Arévalo García, de Marmolejo; los hermanos Mateo y Manuel Alcalá Cabanillas, de Bujalance, y el casero de Loma Candelas, Ramón Lara Gómez, de Marmolejo. El Foro por la Memoria de Andalucía ya realizó una cata arqueólogica en diciembre de 2014.
Una fosa común que está bien documentada
Los cadáveres de los maquis fueron expuestos públicamente en el patio del Ayuntamiento y, tras ser identificados, se enterraron en una fosa común del cementerio de Marmolejo. En 1986, la fosa, a iniciativa del PSOE y UGT locales, fue identificada. Se adecentó, se delimitó con un seto y en ella se colocó una losa, que permanece hoy, en la que se lee: “Aquí yacen Ramón Lara Gómez, Baldomero Arévalo García, Mateo y Manuel Alcalá Cabanillas. Murieron por la libertad. 8-1-1944. Loma Candelas”. Antes de enterrarlos, a los cadáveres se les practicó la autopsia y se documentó, lo que facilitó la localización de la fosa común. Por ello, Juan Cachinero Montoro, natural de Cardeña, pudo recibir sepultura en su municipio, en la vecina Córdoba.