Memoria Democrática y RTVE elaboraron el primer mapa interactivo y abierto que documenta los enterramientos sin sepultura de las víctimas tras el golpe de estado de 1936. Una cuarta parte de los 106 que hay en Galicia están en Lugo, de los cuales solo diez fueron exhumados en su totalidad
‘El país de las 6.000 fosas’. Ese es el título del mapa digital creado por RTVE en colaboración con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, abierto a la consulta pública en una web propia. Las palabras que introducen este mapa, que dio a conocer el pasado jueves el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, junto con la consejera de RTVE, Rosa León, son elocuentes del que supuso el golpe de Estado y de la deuda, aún, con sus víctimas. No es posible, se dice en su presentación, poner un pie en España a más de 50 kilómetros de una fosa común, en un Estado en el que todavía a día de hoy se cuentan por miles las cifras de desaparecidos.
De las 5.805 fosas en todo el Estado, 106 están en Galicia, y 26 en Lugo. El mapa aún podría modificarse, la raíz del trabajo de investigación que está realizando el grupo Histagra, de la Universidade de Santiago de Compostela, cogiendo el hilo del trabajado por Nomes e Voces, una investigación iniciada en el año 2006 al amparo del apoyo de la Consellería de Cultura de la Xunta, que logró registrar 4.878 víctimas mortales en Galicia, a pesar de quedar paralizado por falta de financiación.
Ya este proyecto había localizado 94 fosas comunes en el territorio gallego, que aún se pueden consultar en su página web, donde también se facilita información sobre las localizaciones, el número de personas enterradas, el tipo de asesinato, el estado de la fosa y otras observaciones.
De hecho, es Nomes e Voces uno de los proyectos que figuran como informantes en el mapa actual en Galicia, junto con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, entre otras entidades. Para su elaboración, además de cruzarse datos de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y del archivo de RTVE, también se recogieron contenidos cedidos por distintas comunidades, familiares, entidades que llevan a cabo exhumaciones, así como asociaciones y organizaciones dedicadas a preservar la memoria.
El estado de las fosas
El sitio web incorpora un buscador que permite filtrar las fosas en función de se fueron exhumadas, no exhumadas o trasladadas al Valle de Cuelgamuros, así como por su localización geográfica por comunidad autónoma, provincia y municipio, y también por el nombre de las víctimas.
Uno de cada tres municipios en el Estado tiene, o tuvo, alguna fosa común de la guerra o del franquismo. De ellas, cerca de 1.500 fueron exhumadas; un total de 505 fueron exhumadas en su día total o parcialmente y trasladadas al Valle de Cuelgamuros, la fosa común mayor del Estado en el que antes se llamó ‘Valle de los Caídos’, donde se contabilizaron restos de 33.000 personas, procedentes de fosas comunes abiertas por orden del dictador.
Si bien el Ministerio completa este mapa de fosas con una base de datos de víctimas del bando nacional y del bando republicano —140.159 represaliados por los franquistas y 49.367 por los republicanos—, en el caso de Galicia, desde el primer momento en manos de los golpistas, la guerra tomó la forma de represión, ejercida solo por el bando franquista.
En la provincia de Lugo
De las fosas inscritas en este mapa estatal en la provincia de Lugo, cuatro fueron intervenidas sin éxito, y una de ellas habría desaparecido. Sería la del cementerio de Recesende, en Baralla, donde se encontrarían dos integrantes del PCE que habían llegado a Lugo para establecer contactos con otros grupos de la resistencia antifranquista. El mismo cura dejó constancia de su enterramiento en 1946. Probablemente desapareció por la ampliación de la necrópolis.
Como parcialmente exhumada, el mapa destaca la del cementerio de Teilán, en Bóveda, que albergaría los cuerpos de tres guerrilleros, del que solo se exhumaron los restos de uno de ellos, la petición de la familia.
Exhumadas en su totalidad
Exhumadas en su totalidad hay diez fosas en la provincia de Lugo, las de A Penela (O Vicedo), Argomoso (Mondoñedo), Castroncelos (A Pobra do Brollón), Cereixido (Quiroga), Cortapezas y San Mamede do Río (Portomarín), O Acevo (A Fonsagrada), Ribadeo, Santa Mariña de Lagostelle (Guitiriz) y Vilavella (Triacastela).
De ellas, una de las mayores es la fosa de O Acevo, con 13 hombres del Batallón Galicia, la mayor parte afiliados a la CNT que primero huyeron a Asturias y, cuando Asturias cayó en las manos de los sublevados, volvieron a huir por Galicia. En A Fonsagrada, este grupo liderado por el Comandante Moreno fue sorprendido por falangistas, y fueron fusilados. Los hechos dejaron tal huella en la zona que se contaron, a lo largo del tiempo y a pesar del silencio, en un romance. En 2007 fueron exhumadas tres fosas asociadas a estos crímenes.
Sin embargo, la mayor parte de las víctimas, segundo describen las distintas entradas de las fosas, fueron sacadas de sus domicilios a punta de pistola, para ser ejecutados sin juicio.
Sin intervenir
Otras cinco fosas en la provincia de Lugo aún no fueron intervenidas. Se trata de las de Candedo (Ourol), en la que habría tres mujeres asesinadas en su domicilio, de la misma familia; O Incio, donde aún se desconoce el lugar exacto donde está enterrado Manuel Díaz, conocido como ‘o médico dos pobres’ o 'o pequeniño do O Incio’; Retizós, en Baleira, donde habría cinco víctimas asturianas; Remeite, donde estaría un vecino de Ribas de Sil, y Seoane del Courel. donde estaría Manuel Cela, más conocido como Manuel de Ribadaira, por el nombre de su casa en Parada do Courel. Es precisamente la este vecino que Novoneyra dedicó el ‘Romance de Manuel de Ribadaira’, que cuenta el ‘paseo’, eufemismo para el asesinato, del que él mismo presenció el final, con el llanto de la madre y de la hermana después de saber de la injusticia, y que el poeta demoró 40 años en poder contar.
Trasladadas a Cuelgamuros
Los restos de otras cinco fosas fueron trasladados al Valle de Cuelgamuros que, como destacaron las últimas investigaciones, albergan más víctimas del bando republicano que del bando nacional, a pesar de ser concebido por Franco para albergar a los ‘caídos’ de este segundo. Fueron restos trasladados, por lo tanto, sin respetar la voluntad de las familias. Se trata, en este caso, de las fosas de Barreiros, Lugo, Muras, Quiroga y Samos, todas ellas trasladadas en el año 1959, excepto la de Lugo, trasladada también en el año 1960.
El mapa interactivo también incluye un apartado de historias destacadas de objetos, personajes —como Federico García Lorca, cuyos restos siguen todavía no se han recuperado—, lugares o en mujeres que fueron víctimas de la represión. En la provincia de Lugo, el mapa destaca dos historias. La de las botas de José Antonio Rivas Carballés, que aparecieron en muy buen estado en la fosa de San Mamede, en Portomarín, donde fue fusilado tras ser sacado de su casa junto con el hermano y el sobrino, y vídeos de la exhumación de los ‘del monte’, como se conocían los guerrilleros de Vilavella.
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