Las esposas del régimen, de Miguel Ángel San Juan, propone una ficción ambiciosa sobre la resistencia femenina en tiempos de represión. Lo hace a través de un hallazgo fortuito en un almacén familiar: unos documentos olvidados que despiertan en su joven protagonista, Nando, la intuición de una historia mayor, en los márgenes del relato oficial.
La novela sitúa su núcleo narrativo en un espacio íntimo y cargado de resonancia simbólica: la trastienda de una joyería madrileña, escenario donde la memoria dormida comienza a activarse. Desde esa penumbra de madera y polvo, San Juan construye una atmósfera sensorial que acompaña el despertar de la memoria.
A medida que el joven estudiante escarba entre documentos de 1942, emerge la posibilidad de una red de mujeres vinculadas al régimen franquista, pero decididas a resistir desde dentro. La novela perfila un tejido de sororidad clandestina a través de varios personajes femeninos que operan en los márgenes del poder.
San Juan explora ese espacio liminal entre el privilegio y la sumisión, entre la obediencia pública y la rebelión íntima. El relato articula esas trayectorias a través de cinco nombres femeninos: Margarita, Carmen, Amparo, Soledad y Pilar, en cuyos perfiles se cruzan deber, deseo, miedo y convicción. La figura de la madre, la ausencia del padre y la tensión entre las expectativas sociales y los anhelos personales son elementos que atraviesan la narración.
Aunque parte de una investigación juvenil casi accidental, Las esposas del régimen evoluciona hacia una reflexión más amplia sobre el legado del franquismo, los silencios familiares y los modos en que el poder puede ser interpelado desde dentro. San Juan evita tanto la denuncia explícita como la idealización: su propuesta ficcional abre preguntas sin cerrarlas del todo, y deja espacio a la ambigüedad.
La novela se apoya menos en giros narrativos que en una atmósfera sostenida, con una prosa que combina misterio, memoria y sensibilidad política. Aunque su planteamiento simbólico está cargado de intención, San Juan evita el tono panfletario al dejar margen a la ambigüedad, sin cerrar del todo las preguntas que plantea. La historia transita por los márgenes del poder, las grietas del franquismo y la herencia silenciada de muchas mujeres que, desde posiciones ambiguas, abrieron espacio para el cambio.
El cierre de la novela, ambientado un año después, introduce una escena en el cementerio que mantiene el tono simbólico del relato. En los apartados finales, el autor incluye referencias a figuras reales y momentos destacados de la lucha por los derechos de las mujeres en España, estableciendo un puente entre la ficción y el contexto histórico que la inspira.
En el último tercio del libro, el relato identifica por fin a esta red como SEFE (Sociedad de Empoderamiento Femenino de España), una organización secreta —según la ficción— fundada en 1942 por seis mujeres que impulsaron su desarrollo inicial. A ellas se habrían sumado posteriormente otras muchas. La SEFE operaba al margen del régimen y no dejó rastro oficial: sus fundadoras redactaron un manifiesto que serviría como base de sus estatutos, y pusieron en marcha una red clandestina, obligada a mantenerse oculta por el contexto político.
Sin emitir juicios cerrados, Las esposas del régimen ofrece una lectura que se asoma a los márgenes del poder, al papel de las mujeres en estructuras que las contenían, y a los silencios que, aún hoy, siguen pidiendo ser leídos.
Aunque la SEFE pertenece al terreno de la ficción, la novela dialoga indirectamente con realidades históricas que apenas han sido exploradas. Durante el franquismo, distintas organizaciones femeninas —como la Sección Femenina de Falange o las delegaciones locales de Auxilio Social— moldearon el papel público y privado de la mujer, con discursos que oscilaban entre la sumisión ideológica y el margen de maniobra. Sin aludir directamente a ellas, la ficción de San Juan parece interpelar ese terreno ambiguo donde algunas mujeres, incluso dentro de los marcos del poder, buscaron vías de expresión, autonomía o disidencia silenciosa.

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