http://www.foroporlamemoria.info/2012/12/homenaje-a-franco-la-leccion-antifascista-del-foro-por-la-memoria-de-madrid/
Joan Tardà. El Periódico, 05-12-2012 - 6 diciembre 2012
“Nos ofende que en el 2012 tengamos que celebrar como una conquista lo que en otras democracias es estrictamente ilegal”
Joan Tardà. Diputado de ERC en el Congreso
Miércoles, 5 de diciembre del 2012
“Nos ofende que en el 2012 tengamos que celebrar como una conquista, como una victoria, lo que en otras democracias es estrictamente ilegal: prohibir que se honre a un dictador”
¡No hay homenaje a Franco! En consecuencia, estamos profundamente agradecidos al Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid por la tarea que han llevado a cabo de denuncia (68.000 firmas) del acto de exaltación del dictador que pretendía organizar la Fundación Francisco Franco en su ciudad.
Una vez más, corresponde a la ciudadanía hacer llegar y hacer prevalecer los valores democráticos allí donde la legislación española claudicó. Nos ofende que en el año 2012 tengamos que celebrar como una conquista, como una victoria (¡vete a saber si precaria!) lo que en otras democracias es estrictamente ilegal. En cambio, en el Estado español, el modelo de impunidad sigue siendo hegemónico.
Un modelo de impunidad, conocido en todo el mundo como excepcional, porque se ha consolidado con parámetros bien distintos de los que han seguido las democracias que también sufrieron pasados ¿¿fascistas a la hora de metabolizar el pasado. En el Estado español, los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación han sido desterrados absolutamente por la ley de la memoria que votaron PSOE, IU-ICV y CiU.
Cautivo de la perversidad de la preconstitucional ley de amnistía, durante años el discurso hegemónico pudo consolidarse cantando las excelencias de la transición respecto del reconocimiento y la justicia debida a las víctimas de la dictadura.
En el primer Gobierno de Zapatero, las condiciones políticas ofrecieron una oportunidad para hacer madurar democráticamente la sociedad con la aplicación de la legislación internacional en cuanto a los crímenes contra la paz, los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad. Sin embargo, fue en vano. la ley de la memoria no reconoce a las víctimas jurídicamente y, en consecuencia, niega derechos democráticos a la ciudadanía ante el posicionamiento del Estado.
EL DISCURSO DE NÚREMBERG
¿A quién puede extrañar pues que ahora el escenario sea tan lamentable? No nos engañemos: si no fuera por la extraordinaria labor de las entidades memorialistas que hoy todavía resisten, la reacción aún encontraría el camino más llano para ‘normalizar’ el discurso de la bestia que, ingenuamente, habíamos creído enterrado siete metros bajo tierra desde de Núremberg.
Las consecuencias de la desazón y de la falta de voluntad política del PSOE durante la primera legislatura de Zapatero de no querer legislar como el resto de democracias (Alemania, y un gobierno de derechas, presidido por Helmut Kohl anuló las sentencias de los tribunales nazis) tendrá consecuencias lamentables que pagamos y pagaremos en forma de relativización y fragilidad de los valores democráticos.
En el Congreso, una sala lleva el nombre de Manuel Fraga Iribarne (y se hacen leyes democráticas), el jefe del Estado se verá con ánimos dentro de cuatro días de traspasar funciones a su hijo sin ni siquiera haber pedido perdón por los crímenes del franquismo… y en casa, en Catalunya, hemos visto cómo en cuatro días (¡y tantos intelectuales calladitos!) un Govern catalanista ha desguazado el Memorial Democràtic al amparo de la reaccionaria teoría de las dos violencias.
Estos compañeros/as del Foro por la Memoria de Madrid hacen buena y actual la consigna acuñada por republicanismo madrileño: “¡No pasarán!”.
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