dissabte, 8 de desembre del 2012

Reforma Agraria y Guerra Civil en Casas Viejas. 2

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El 1 de enero de 1934 empieza a funcionar la Comunidad de campesinos de Malcocinado. Dice José Suárez en sus memorias:“Empecé a organizar los trabajos y nombrar, el Cabezalero y los dos Síndicos para que estos llevaran la dirección de los trabajos a realizar. Se les compró ciento veinte vacas, trescientas ovejas, quince yeguas y doscientas cerdas de cría, más todos los enseres de labor, y se le fijó un anticipo de tres pesetas cincuenta céntimos diarios, y cuando llegara fin de año, de las ganancias que hubiera se hacían tres partes una para el Instituto y dos restantes a repartir entre ellos. Aprovechando los Pabellones que dejo la Yeguada se les hizo a cada uno una casa con cuatro habitaciones, casas que ellos nunca habían soñado, poder abandonar aquellas miserables chozas donde vivía con una sola habitación. Se les puso una panadería. Se les puso un economato donde los comestibles le salían a precio de costo y eso hacía que tuviéramos que gastar menos. 
Se le hizo un Pabellón con dos colegios y habitaciones para profesores, además almacenes para guardar el trigo y los cereales, como también criaderos para las cerdas de cría. Contratamos un médico que costaba doscientas pesetas mensuales y esto se pagaba del fondo común y lo mismo  las medicinas, para evitar que si los males se ceban en una de aquellas familias podía ser su ruina, y de esa forma pagándolo entre todos, era más llevadero, y al mismo tiempo más humano. Se les hizo una huerta donde se producían todas las verduras que necesitábamos…  Estas cuarenta familias vivían con todas sus necesidades cubiertas y habían espantado el fantasma del hambre de sus puertas, y además eso del paro obrero y los vergonzosos repartos de obreros no existía. Por lo tanto allí todo eran alegrías y los días de fiesta venían las familias a pasar el día con ellos y parecía una verbena. Cuando se llegaba allí se veían las casitas tan blancas, gallinas, perros, gatos, puesto que todo esto daba señales de vida". 
La experiencia de Malcocinado surtió efectos y pronto empezó a extenderse la idea. 2Voy hablar de la creada en Malcocinado donde se hizo para que copiaran  las demás". El primer lugar, los cercanos Badalejos. Lo dice así José Suárez en sus memorias“… Empezaron a comunicarlo a los demás el bienestar que ellos disfrutaban, y desde ese momento los que antes no querían, ahora teníamos infinidad de ellos solicitando entrar. En vista de que querían ya la colectividad, empecé a ayudarlos y solicité del el Ingeniero hacer otra, y propuse otra que se llamaba “Los Badalejos”, y resultaba que esa finca estaba rodeada de chozas hechas en valdio, y estas familias pasaban muchas calamidades, y resulta que eran muy buenos trabajadores y se le consiguió. Y pasaron dichas familias a ocupar aquella finca, cosa que no podían ni haber soñado. Se les compró vacas para trabajar, más aperos, semillas y todo lo concerniente para una labor, y empiezan sus trabajos y estos no nos daban quebraderos de cabeza, lo llevaban todo muy bien y contentos, además tenían la experiencia de los de Malcocinado y esto les valió mucho”.