Y
no vale oponer a lo dicho que el advenimiento de la Dictadura fue inevitable y,
en consecuencia, irresponsable. No discutamos ahora las causas de la Dictadura.
Ya hablaremos de ellas otro día, porque, en verdad, está aún hoy el asunto
aproximadamente intacto. Para el razonamiento presentado antes la cuestión es
indiferente. Supongamos un instante que el advenimiento de la dictadura fue
inevitable. Pero esto, ni que decir tiene, no vela lo más mínimo el hecho de
que sus actos después de advenir fueron una creciente y monumental injuria, un
crimen de lesa patria, de lesa historia, de lesa dignidad pública y privada.
Por tanto, si el Régimen la aceptó obligado, razón de más para que al terminar
se hubiese dicho: Hemos padecido una incalculable desdicha. La normalidad que
constituía la unión civil de los españoles se ha roto. La continuidad de la
historia legal se ha quebrado. No existe el Estado español. ¡Españoles:
reconstruid vuestro Estado!
Pero
no ha hecho esto, que era lo congruente con la desastrosa situación, sino todo
lo contrario. Quiere una vez más salir del paso, como si los veinte millones de
españoles estuviésemos ahí para que él saliese del paso. Busca a alguien que se
encargue de la ficción, que realice la política del «aquí no ha pasado nada».
Encuentra sólo un general amnistiado.
Este
es el error Berenguer de que la historia hablará.
Y
como es irremediablemente un error, somos nosotros, y no el Régimen mismo;
nosotros gente de la calle, de tres al cuarto y nada revolucionarios, quienes
tenemos que decir a nuestro conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no
existe! ¡Reconstruidlo!
Delenda est monarchia.
Continuar leyendo: http://buscameenelciclodelavida.blogspot.com.es/2013/04/delenda-est-monarchia-el-error-de.html
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Publicado por María Torres para Búscame en el ciclo de la vida el 4/10/2013 06:32:00 p.m.
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Publicado por María Torres para Búscame en el ciclo de la vida el 4/10/2013 06:32:00 p.m.
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