Estamos
ante la nueva cita anual que tendrá lugar el sábado 28 de junio. Hace 77 años
esta batalla se desarrolló bajo el sol abrasador de julio y en una atmósfera
más abrasadora aún por la artillería, la aviación y los incendios de la
vegetación. Peor fue el capítulo de las pérdidas humanas, entre heridos y
muertos, causadas en las tres semanas de
combates. Unas pérdidas que sumadas a
las de toda la guerra (entre medio millón y un millón) y a las de la guerra
mundial que le siguió (más de 50 millones de muertos y un número incontable de
heridos) podremos valorar lo que supuso la barbarie fascista desatada en los
años treinta del pasado siglo. Una peste ante la cual Europa no está
inmunizada, pese a su derrota en 1945, y que vuelve a reaparecer en este
contexto de crisis del sistema
capitalista. Las recientes elecciones europeas han mostrado que las implacables
políticas de austeridad aplicadas por la CE no solo erosionan los derechos de
los trabajadores y el Estado del bienestar, sino que abre el camino al discurso
de la intolerancia, la xenofobia y el racismo, los elementos de base para el
crecimiento de un nuevo fascismo.
Brunete
fue una ofensiva republicana iniciada con grandes esperanzas y fracasada en sus
objetivos previstos. Pese a todo, fue,
en palabras de Vicente Rojo, “un éxito táctico de resultados muy limitados y un
éxito estratégico también de carácter restringido”. Es decir, se ganó una
porción de terreno, pero no se expulsaron a las fuerzas franquistas que
amenazaban directamente a Madrid; fue también un esfuerzo necesario para ayudar
a las provincias del Norte y frenar el avance fascista, pero ello se logró solo
en parte. Dentro de ese esfuerzo cabe mencionar a los miles de soldados
republicanos, y una buena parte de sus jefes, que supieron estar a la altura de
sus responsabilidades. Otros jefes, en cambio, dejaron mucho que desear.
Ofrecemos como documento adjunto un análisis de esta ofensiva hecho por Ernesto
Viñas.
En
las primeras marchas de 2007 y 2008 recorrimos lugares donde combatieron tropas
del V Cuerpo de Ejército (CE) dirigido
por Modesto. En las últimas hemos pateado distintas zonas por las que estuvo el
XVIII CE. Este año la marcha transcurrirá por zonas de la retaguardia
relacionadas con las vías de aprovisionamiento del XVIII CE y, sobre todo con
la dirección del XVIII CE, cuyo puesto de mando se instaló en la Casa de
Panarras. Recordemos que su primer jefe fue el coronel Jurado (el jefe de la
agrupación de fuerzas que derrotó a las divisiones de Mussolini en Guadalajara)
quien, a la mitad de la batalla, fue sustituido por el teniente coronel Casado,
el que perpetró el golpe final a la República en marzo de 1939.
La
marcha de este año tiene varios atractivos:
-
Las espectaculares vistas del campo de batalla desde su flanco norte. Desde la
Casa de Panarras y el cerro del Gurugú se visualiza una amplia panorámica que
permite imaginar, de forma especial, los movimientos que en dicha batalla
realizaron la XII y la 150 brigadas internacionales, que componían la 45
división dirigida por el general Kleber. También es buena perspectiva para
representar los movimientos de la XII y la XIV BI ante Las Rozas y Majadahonda
durante la batalla de la niebla en enero de 1937.
-
En la marcha podremos ver también, a lo lejos, el Canto del Pico, el palacete
que fue puesto de mando del general Miaja, jefe máximo de las unidades
republicanas durante la batalla.
-
Finalmente, se podrá bajar a la presa del Gasco, construida en el siglo XVIII
en plena hoz del río Guadarrama, en cuyas cercanías estuvieron acampadas antes
del combate las fuerzas de la 45 división (XII y 150 BI).
Vamos
a contar con las explicaciones de Ernesto Viñas, guía de la marcha en los
últimos años, así como con la colaboración de Ricardo Roquero, de Camineros del Real,
de Javier M. Calvo, de Gefrema, y
de Severiano Montero, de la AABI. Ernesto Viñas nos proporciona un
documentado trabajo, que adjuntamos, sobre Torrelodones en la guerra civil. Así
mismo os invitamos a visitar los sitios donde el grupo Brunete en la memoria
está colgando sus investigaciones:
Como
el pasado año, el paseo tendrá dos niveles a elegir:
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la opción corta supone ir caminando desde la Estación de tren de Torrelodones
hasta el Gurugú, nombre de la cresta situada al sur de la Casa de Panarras (1 h
de caminata más explicaciones), tras lo cual se volverá al lugar de partida (1
h. y media al ser de subida). En total unas tres horas.
-
La opción para los que estén más en forma supondrá bajar a la presa del Gasco
desde la cresta de Panarras (media hora) con la vuelta que, al ser subida,
puede tardarse tres cuartos de hora). En total, pues con explicaciones, 4 horas
y media.
La
forma de acercarse al punto de partida puede ser doble: bien en coches particulares
o bien por la línea C3 de los trenes de cercanías. En cualquier caso, se pide
máxima puntualidad para que la marcha empiece a las 9,30.
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