El Ayuntamiento, junto con los familiares de los asesinados, descubrió una placa y realizó una ofrenda en el panteón colectivo
JOSE LUIS ELVIRA - Domingo, 1 de Junio de 2014 - Actualizado a las 06:06h
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Angelita Salcedo y Mª José Verano, depositando las flores en la tumba. ( Fotos: J.L. Elvira)
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MENDAVIA - El día 1 de abril de 1979 Mendavia, en un emotivo funeral, recibía los restos de 91 mendavieses, asesinados en los primeros meses de la cruel Guerra Civil de 1936. Los restos fueron enterrados en un panteón preparado para acogerlos en el cementerio de la localidad, después de haberlos recuperado de innumerables lugares como cunetas, simas y otros enclaves.
Ayer, después de 35 años, el Ayuntamiento organizó un emotivo acto de homenaje mediante la colocación de una placa en la recepción de la casa consistorial. En ella se detalló el nombre del alcalde, de los seis concejales y los ocho empleados municipales asesinados: Dionisio Salcedo Sádaba, Jesús Pastor Fernández, Bonifacio Angulo Romero, Guillermo Canillas Romero, Pedro Sádaba Elvira, Salvador Sancho Sáinz, Víctor Suberviola Miranda, Pedro Martínez Armendáriz, Blas Sádaba Elvira, Romualdo Valerio Martínez, Manuel Suberviola Asurmendi, Juan Álvarez Martínez, Santiago Muguía Armendáriz, Julio Martínez Romero y Prudencio Cámara Ripa. En dicha placa se hace extensivo el homenaje al resto de fusilados de la localidad.
MÁXIMA AFLUENCIA El salón de actos del ayuntamiento se quedó pequeño para albergar a los familiares, que ocuparon también la sala de entrada al edificio. El acto contó con la presencia de políticos de IU, PSN, Aralar, Geroa Bai y Bildu, así como representantes de la Asociación de Republicanos de Cárcar y José Ramón Martínez, de la Asociación del Pueblo de las Viudas Sartaguda.
Mª José Verano, alcaldesa de Mendavia, comenzó con unas palabras de saludo a todos los presentes e hizo una valoración del por qué de este homenaje. "Es un reconocimiento a todas esas personas que fueron sacrificadas por defender unas convicciones republicanas y democráticas, así como a sus viudas, hijos y familiares, que a su vez padecieron también la represión posterior". También leyó un escrito de Marina Canillas Quijera, hija de fusilado, que por motivos de salud no pudo acudir. Después, Miguel Correas recitó unas poesías y algunos familiares quisieron transmitir sus vivencias sobre este homenaje, para seguir con la entrega de un clavel rojo y un recordatorio a los familiares de cada uno de los 91 homenajeados.
A continuación se procedió a descubrir la placa conmemorativa en el recibidor del ayuntamiento por parte de la alcaldesa y de Manolo Pastor, hijo de Jesús Pastor, que en su día ejerció la alcaldía provisionalmente.
Después, se hizo entrega de un gran ramo de flores con los colores de la bandera republicana a Angelita Salcedo Asurmendi, hija del alcalde fusilado Dionisio Salcedo Sádaba, para depositarlo en el panteón del cementerio donde reposan los restos de las víctimas de la sublevación militar del 36. Seguidamente todos en comitiva se dirigieron hasta el cementerio para hacer esa ofrenda floral en el panteón donde se recogen todos los nombres de los represaliados. Allí, desde 1979, figuran varias inscripciones como "en memoria de 91 mendavieses vilmente matados en 1936 por un noble ideal" o "que su muerte haga pensar y nos una en paz, justicia y libertad". En diferentes momentos los gaiteros Ezpelur, de Pamplona, hicieron sonar las notas del himno de la República y La Internacional.
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