http://www.infolibre.es/noticias/politica/2015/06/08/quot_trabajo_imparcial_nuestro_granito_contra_desmemoria_quot_33759_1012.html
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El cineasta Héctor Faver y la Fundación
Internacional Baltasar Garzón preparan un documental sobre la impunidad de los
crímenes del franquismo
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Faver se propone acabar con la
indiferencia de buena parte de la sociedad que "sí se horroriza" con
los crímenes en otros países
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NOTICIASEurodiputados
denuncian en Bruselas que el Gobierno sigue incumpliendo la Ley de Memoria
Histórica
Baltasar Garzón y Héctor Faver conversan
momentos antes de presentar este martes 'La hija del tiempo'. EFE
En septiembre empezará a grabarse La hija del tiempo, una nueva y pequeña ventana para dar voz a las víctimas del franquismo.
El director de este documental, Héctor Faver, explica a infoLibreque su propósito no es centrarse "en el pasado sino en laimpunidad descarada que se está dando en
el presente". Una impunidad que, según él, se
ha gestado en amplios sectores políticos y periodísticos. "También desde
la Justicia, para que no se conozcan y se reflexione sobre estas
barbaridades".
La hija del tiempo, que cuenta con la colaboración de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR), es el cuarto largometraje de Héctor. En Invocación y La memoria del aguatambién le preocuparon las heridas que dejaron la dictadura de Videla en Argentina y el holocausto nazi. Sin embargo, en estos casos, Héctor dice tener la sensación de que la justicia funcionó de forma radicalmente distinta a como lo ha hecho en España.
En la presentación del documental este martes, Baltasar Garzón ha dicho que le "da pena oír cómo el ministro García Margallo dice que cambiar los símbolos franquistas costaría 100.000 euros,como si tan sólo fuera un asunto de dinero”. Garzón ha propuesto una iniciativa legislativa popular para "superar ese periodo de nuestra historia que tanto dolor sigue produciendo en sus víctimas y sus descendientes".
En la misma dirección crítica se ha movido el director del proyecto: "No se ha permitido que se abran las fosas; el Gobierno, especialmente este pero en general todos, no han apoyado a las organizaciones de víctimas. No se han molestado en quitar nombres de calles y monumentos a personajes criminales", argumenta el cineasta, que ha recurrido a una campaña de microfinanciación precisamente para no depender de "los organismos que han promovido la ley del silencio". Dice Héctor que todos los beneficios del documental serán destinados a un proyecto audiovisual sobre el franquismo que prepara la Fundación Baltasar Garzón.
El director se refiere también a la justicia que todavía no ha reconocido a las víctimas buena parte de la sociedad española. "La gente se horroriza con la dictadura de Videla o el Chile de Pinochet, pero no se horrorizan por lo que ocurrió aquí mismo", comenta Héctor, que es natural de Argentina aunque vive en Barcelona desde hace 35 años. Sugiere que en otros países no entienden cómo los españoles han dejado pasar con impunidad casos como el de los bebés robados.
"Se quiere poner de ejemplo a la Transición como algo modélico, pero, ¿ejemplo de qué? ¿del señor Hernando diciendo que los familiares solo se acuerdan de sus víctimas cuando hay subvenciones?", se pregunta retóricamente, y añade que "estos crímenes van más allá de las ideologías y están castigados en los países donde sí se hace justicia".
Será la voz en off de las víctimas la que dé sentido a La hija del tiempo. No es un ejercicio de documentación, de entrevistas, de enfrentar posiciones. "Hay datos suficientes de la impunidad", sentencia Héctor, por lo que ve innecesarias las explicaciones de quienes tienen y tuvieron responsabilidades en ofrecer justicia. "No es un trabajo imparcial, objetivo. Es un documental reivindicativo, de lucha, nuestro granito de arena contra la desmemoria y la ley del olvido".
La hija del tiempo, que cuenta con la colaboración de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR), es el cuarto largometraje de Héctor. En Invocación y La memoria del aguatambién le preocuparon las heridas que dejaron la dictadura de Videla en Argentina y el holocausto nazi. Sin embargo, en estos casos, Héctor dice tener la sensación de que la justicia funcionó de forma radicalmente distinta a como lo ha hecho en España.
En la presentación del documental este martes, Baltasar Garzón ha dicho que le "da pena oír cómo el ministro García Margallo dice que cambiar los símbolos franquistas costaría 100.000 euros,como si tan sólo fuera un asunto de dinero”. Garzón ha propuesto una iniciativa legislativa popular para "superar ese periodo de nuestra historia que tanto dolor sigue produciendo en sus víctimas y sus descendientes".
En la misma dirección crítica se ha movido el director del proyecto: "No se ha permitido que se abran las fosas; el Gobierno, especialmente este pero en general todos, no han apoyado a las organizaciones de víctimas. No se han molestado en quitar nombres de calles y monumentos a personajes criminales", argumenta el cineasta, que ha recurrido a una campaña de microfinanciación precisamente para no depender de "los organismos que han promovido la ley del silencio". Dice Héctor que todos los beneficios del documental serán destinados a un proyecto audiovisual sobre el franquismo que prepara la Fundación Baltasar Garzón.
El director se refiere también a la justicia que todavía no ha reconocido a las víctimas buena parte de la sociedad española. "La gente se horroriza con la dictadura de Videla o el Chile de Pinochet, pero no se horrorizan por lo que ocurrió aquí mismo", comenta Héctor, que es natural de Argentina aunque vive en Barcelona desde hace 35 años. Sugiere que en otros países no entienden cómo los españoles han dejado pasar con impunidad casos como el de los bebés robados.
"Se quiere poner de ejemplo a la Transición como algo modélico, pero, ¿ejemplo de qué? ¿del señor Hernando diciendo que los familiares solo se acuerdan de sus víctimas cuando hay subvenciones?", se pregunta retóricamente, y añade que "estos crímenes van más allá de las ideologías y están castigados en los países donde sí se hace justicia".
Será la voz en off de las víctimas la que dé sentido a La hija del tiempo. No es un ejercicio de documentación, de entrevistas, de enfrentar posiciones. "Hay datos suficientes de la impunidad", sentencia Héctor, por lo que ve innecesarias las explicaciones de quienes tienen y tuvieron responsabilidades en ofrecer justicia. "No es un trabajo imparcial, objetivo. Es un documental reivindicativo, de lucha, nuestro granito de arena contra la desmemoria y la ley del olvido".
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