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La escritora defiende la vigencia y la modernidad del sevillano en 'El mundo mago', publicado por la editorial Ariel
EFE BARCELONA | ACTUALIZADO 08.06.2015 - 05:00
Rememora la poeta Elena Medel aquel momento de su adolescencia en el que se topó con las Poesías completasde Antonio Machado en una estantería de la biblioteca familiar y cómo desde entonces el autor sevillano ha permanecido a su lado y la ha llevado a El mundo mago, su nuevo libro.
La autora cordobesa explica que ha armado una suerte de ensayo novelesco, publicado por Ariel, en el que recorre la vida de Machado, muestra sus ideas, ahonda en sus versos e incluso convierte algunos de ellos en modernos tuits.
Medel, que lleva unas semanas con una maleta a cuestas de ciudad en ciudad y de feria literaria en feria literaria, defiende que se trata de un escritor muy presente en la memoria de los españoles, especialmente porque es habitual que haya una antología suya en las casas o que se haya escuchado a Joan Manuel Serrat versionando sus palabras.
Asimismo, mantiene que "la familiaridad, la cercanía a nuestras vidas tiene que ver con las palabras que escogió para escribir, un lenguaje claro y unos temas que siempre son fundamentales, desde el amor y el desamor a la enfermedad o la muerte".
Medel, que ha vuelto a sumergirse hasta el fondo de todos sus poemas, defiende su vigencia y su modernidad y asevera que "leer hoy a Machado es sentirse aludido, ver que nos habla a todos nosotros".
En El mundo mago analiza tanto el célebre retrato que empieza con "mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla" hasta un aspecto que vinculó a las dos mujeres de su vida, Leonor Izquierdo y Pilar de Valderrama (además de su madre), y que fue la fe.
Además, se detiene en el pensamiento de Machado respecto a la educación, el compromiso, el feminismo o el dinero. "He intentado -subraya la escritora cordobesa- entrelazar todos los Machado que hay, porque su poesía no se puede entender sin su vida".
Una vida, remarca, protagonizada "por un gran personaje de novela, rodeado de personajes con su propia historia, desde su madre, siempre a su lado, hasta Pilar de Valderrama, la Guiomar de sus versos, de la que se enamora y de quien escribe poemas más plenos que los que hizo para Leonor".
Tampoco olvida la relación con sus hermanos Manuel y José, el artista de la familia, y califica de "emocionante" la fidelidad que guardaron entre ellos.
Respecto a su literatura, Medel indica que Antonio Machado siempre apostó por la escritura "como diálogo, como seducción", y consideró la cultura y la educación "herramientas de crecimiento y libertad".
"A la vez, asumió riesgos formales, nunca tuvo miedo a probar y a jugar con las formas", apostilla Medel.
Por otra parte, subraya que fuera de España es hoy un poeta reivindicado y cita al polaco Adam Zagajewski como uno de los que lo han defendido recientemente.
Preguntada sobre si cree que la vida de los poetas en España ha variado mucho desde la época en la que vivió Antonio Machado, con un final en el exilio en Colliure (Francia), Medel cree que "no difiere mucho" y recomienda a los jóvenes que sienten la llamada del verso que "sigan su ejemplo".
Ella, que escribe "lentamente" sus poemarios, con obra traducida a una docena de idiomas, destaca que la poesía "más que un género, es una forma de mirar, una actitud, una manera de enfrentarse al mundo".
En un momento de zozobra, en el que parece que hay más conexiones que nunca entre las personas, "aunque, en realidad, estemos muy solos, la poesía nos ayuda a detenernos, nos lleva a pensar, nos zarandea".
Nacida en 1985, Medel dirige la revista Eñe y la editorial La Bella Varsovia, dedicada a la poesía.
La autora cordobesa explica que ha armado una suerte de ensayo novelesco, publicado por Ariel, en el que recorre la vida de Machado, muestra sus ideas, ahonda en sus versos e incluso convierte algunos de ellos en modernos tuits.
Medel, que lleva unas semanas con una maleta a cuestas de ciudad en ciudad y de feria literaria en feria literaria, defiende que se trata de un escritor muy presente en la memoria de los españoles, especialmente porque es habitual que haya una antología suya en las casas o que se haya escuchado a Joan Manuel Serrat versionando sus palabras.
Asimismo, mantiene que "la familiaridad, la cercanía a nuestras vidas tiene que ver con las palabras que escogió para escribir, un lenguaje claro y unos temas que siempre son fundamentales, desde el amor y el desamor a la enfermedad o la muerte".
Medel, que ha vuelto a sumergirse hasta el fondo de todos sus poemas, defiende su vigencia y su modernidad y asevera que "leer hoy a Machado es sentirse aludido, ver que nos habla a todos nosotros".
En El mundo mago analiza tanto el célebre retrato que empieza con "mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla" hasta un aspecto que vinculó a las dos mujeres de su vida, Leonor Izquierdo y Pilar de Valderrama (además de su madre), y que fue la fe.
Además, se detiene en el pensamiento de Machado respecto a la educación, el compromiso, el feminismo o el dinero. "He intentado -subraya la escritora cordobesa- entrelazar todos los Machado que hay, porque su poesía no se puede entender sin su vida".
Una vida, remarca, protagonizada "por un gran personaje de novela, rodeado de personajes con su propia historia, desde su madre, siempre a su lado, hasta Pilar de Valderrama, la Guiomar de sus versos, de la que se enamora y de quien escribe poemas más plenos que los que hizo para Leonor".
Tampoco olvida la relación con sus hermanos Manuel y José, el artista de la familia, y califica de "emocionante" la fidelidad que guardaron entre ellos.
Respecto a su literatura, Medel indica que Antonio Machado siempre apostó por la escritura "como diálogo, como seducción", y consideró la cultura y la educación "herramientas de crecimiento y libertad".
"A la vez, asumió riesgos formales, nunca tuvo miedo a probar y a jugar con las formas", apostilla Medel.
Por otra parte, subraya que fuera de España es hoy un poeta reivindicado y cita al polaco Adam Zagajewski como uno de los que lo han defendido recientemente.
Preguntada sobre si cree que la vida de los poetas en España ha variado mucho desde la época en la que vivió Antonio Machado, con un final en el exilio en Colliure (Francia), Medel cree que "no difiere mucho" y recomienda a los jóvenes que sienten la llamada del verso que "sigan su ejemplo".
Ella, que escribe "lentamente" sus poemarios, con obra traducida a una docena de idiomas, destaca que la poesía "más que un género, es una forma de mirar, una actitud, una manera de enfrentarse al mundo".
En un momento de zozobra, en el que parece que hay más conexiones que nunca entre las personas, "aunque, en realidad, estemos muy solos, la poesía nos ayuda a detenernos, nos lleva a pensar, nos zarandea".
Nacida en 1985, Medel dirige la revista Eñe y la editorial La Bella Varsovia, dedicada a la poesía.
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